Se entregó uno de los laderos de Baratta
Ezequiel García Ramón se entregó ayer en los tribunales de Comodoro Py. Se trata del último exfuncionario que debía presentarse a la Justicia. García Ramón es el menos conocido de la lista de funcionarios detenidos. Apareció en la escena política del kirchnerismo en la primera presidencia de Cristina Kirchner y ganó terreno inmediatamente.
Quienes tuvieron contacto con García Ramón lo definen como un vendedor de materiales eléctricos proveniente de San Nicolás que se ganó la confianza del círculo más cercano al exministro de Planificación Julio De Vido. Se trata de una lógica de selección de personal propia del kirchnerismo: le daba prioridad a la lealtad antes que a los bronces.
Durante un tiempo convivió en la función pública con el secretario de Energía Eléctrica de aquellos años, Bautista Marcheschi. Fuentes que compartieron despacho señalan que García Ramón se benefició de esa relación, pero luego el tándem De Vido-baratta le soltó la mano a Marcheschi y le dieron espacio a García Ramón, que ganó terreno. También lo señalan como el vínculo del ministerio con Enarsa, que estaba a cargo de Exequiel Espinosa.
Hay pruebas del vínculo cercano entre Baratta, señalado como el transportador del dinero proveniente de coimas en el kirchnerismo, y García Ramón.