Juan Carlos de Goycoechea. Una persecución sospechosa
27 MAYO DE 2010. Si le preguntan a Roberto Baratta y a Ezequiel García, seguro recuerdan a la perfección ese día. No por los miles de dólares en los bolsos, sino porque una misteriosa camioneta los persiguió tras un sospechoso encuentro con Juan Carlos de Goycoechea, en ese entonces máxima autoridad en la región de la constructora española Isolux Corsán, a cargo de la obra la central a carbón de Río Turbio.
El abogado cordobés fue desplazado, en medio de un escándalo y denuncias cruzadas con los ibéricos, a principios del 2017. “Del ministerio lo llevé al licenciado Baratta y al ingeniero Ezequiel García a Azucena Villaflor y Aimé Painé, en el lugar nos esperaba una persona que nos pregunta si veníamos por Goycoechea y el licenciado le dice que sí. Esta persona nos dice que bajemos al segundo subsuelo, que nos esperaban. Estaba otra persona al lado de un Passat gris claro. Nos dicen que pongamos el auto nuestro a la par del otro. En el lugar dice García que bajaba él a recibir el bolso con el dinero porque había cámaras. Luego se vuelve a subir con el bolso que tenía 1.300.000 dólares”, se registró en los manuscritos recolectados en la investigación.
La historia no terminó ahí: “Salimos, pero antes nos previenen que a la derecha había un control de Prefectura y Baratta dice que no hay problemas porque ponemos el cartel oficial de circulación. El licenciado Baratta me dice que vayamos al encuentro de Hernán Gómez, que estaba con otro bolso de recaudación antigua, pero cuando llegamos a la altura de Retiro le digo al licenciado que nos están siguiendo en una Toyota Hilux y me dice que la pierda, que la deje atrás y acelero y me tiro a la derecha y me escapo” (sic). Tras unos días de ski en Esquel, De Goycoechea fue detenido ayer.