Uber. Tras la legalización en Mendoza, la firma apuesta por la habilitación en otras provincias
Así lo indica Mariano Otero, el CEO regional de la empresa; también buscan que más mujeres se sumen como choferes
MENDOZA.– Después de ser legalizado en esta provincia, las autoridades de Uber respiran más tranquilas. Más allá de las complicaciones en Buenos Aires, donde, según argumentan, se registra un crecimiento sostenido de la plataforma, los objetivos están puestos ahora en lograr “marcos de colaboración” en otros distritos claves del país.
La resistencia de los taxistas parece no detener a los directivos de la compañía, que afirman que “con reglas claras no habrá conflictos”. Además, apuestan por incentivar a las mujeres para convertirse en choferes y desestiman los cuestionamientos de estudios de especialistas en transporte que indican que Uber genera más congestión en el tránsito de ciudades como Nueva York.
“Hay que eliminar el auto particular”, desafía Mariano Otero, CEO de la firma en el Cono Sur, en diálogo con la nacion, al referirse al cuestionamiento de uno de los reconocidos especialistas en la materia, el estadounidense Bruce Schaller. En un informe publicado en los últimos días por Business Insider y The Washington Post, el consultor concluye: “El crecimiento explosivo de Uber y Lyft [compañía de transporte on demand] ha creado un nuevo problema de tráfico para las principales ciudades de Estados Unidos. Y las opciones de viaje compartido como Uberpool y Lyftline están exacerbando el problema”.
“Son visiones subjetivas. Es más barato ir a trabajar en Uber que en auto propio. Todos compramos un auto porque tenemos ese mandato, pero el transporte no es un bien, es un servicio al que uno llama. Para nosotros, la congestión de la ciudad es más por el auto particular. Por eso, creemos que los reguladores tienen que plantearse cómo hacer para eliminarlo. No creo que quien toma Uber querría hacerlo caminando o en bicicleta”, plantea Otero.
“El balance de lo que pasó en Mendoza –explica– es extremadamente positivo. Vimos interés en establecer reglas claras. Había intenciones de reformar el sistema urbano. Por eso, rescatamos el consenso logrado, con apoyo multipartidario”. Ahora los ojos no solo están puestos en conseguir el respaldo legal en Buenos Aires, sino en Córdoba, Rosario, Neuquén y Misiones, donde la informalidad del sector parece seducir a los futuros choferes, ya que según Otero, podrán estar registrados y bancarizados.
En Mendoza, son más de 8000 los interesados en subir a sus autos y po- nerlos en “modo virtual”. Es más, para Otero, hay taxistas que también están interesados en sumarse a la compañía y cree que no habrá que lamentar episodios de violencia una vez que Uber desembarque aquí, que podría ser en septiembre.
“El apoyo de la empresa es absoluto para quienes se sumen. En cuanto a las protestas, creemos que cuando las reglas son claras no hay conflictos. No podemos hacer futurología, pero, para nosotros, la realidad es la historia positiva que se va a crear. Hay choferes profesionales de taxis y remises que quieren también tener Uber”, indica Otero, quien confirma que aquí abrirán en una oficina para el personal de la compañía y para que la atención de usuarios.
La firma está convencida de que la llegada a Mendoza producirá un cambio en la forma en que los choferes y los ciudadanos en general en- tienden el transporte. “Queremos llegar a aportar, creando nuevas oportunidades, con ingresos flexibles, para personas que quizá tienen tiempo libre, o para mucha gente que estaba fuera del mercado laboral”, agrega.
De ahí que uno de los focos principales de la compañía esté puestos en el desarrollo laboral de las mujeres. “Vemos que Uber es una muy buena fuente de ingresos para mujeres. La industria del transporte las relegó mucho en el manejo de camiones, taxis y remises. Hoy en Uber ya tenemos un 12% de mujeres y nos vamos a enfocar en alianzas con grupos que defienden sus derechos”, indica Otero, para quien la plataforma brinda más seguridad porque detrás hay un proceso de validación, un seguimiento con GPS y flexibilidad.
Para la compañía, en Buenos Aires, a pesar de las trabas legales, el crecimiento es sostenido, con un importante feedback de los más de 30.000 choferes. “Más del 90% de los conductores está contento”, indicó. “En Buenos Aires, vemos zonas relegadas donde llegan pocos colectivos, además las estaciones de trenes están espaciadas y no hay taxis ni remises. Con Uber, apretando un botón en el celular tenés un auto en 10 minutos”, grafica Otero, que también se refirió a la importancia de tener acceso inmediato al sistema en las zonas urbanas, donde suele comenzar a operar, para luego expandirse hacia el interior.