Conmociona a Tucumán el asesinato narco de una mujer
La víctima, de 27 años y madre de un menor de tres, estuvo cautiva varios días
El crimen de una mujer de 27 años conmociona a Tucumán por la derivación que tuvo el caso en las últimas horas: nueve integrantes de una banda de vendedores de drogas fueron atrapados como presuntos responsables del crimen. La víctima fue secuestrada y retenida durante varios días en una casa utilizada para facilitar el consumo de paco en el barrio Elena White. Las autoridades intentan establecer el móvil del rapto y homicidio de Priscila Paz.
La mujer desapareció el 22 del mes pasado cuando volvía a su casa desde el trabajo. Su familia reportó rápidamente la extraña ausencia de Paz, casada y con un hijo de tres años, por lo que se activó un operativo de búsqueda. Su cuerpo apareció nueve días después en una zona de cañaverales, cercana a su vivienda. Un lugar que había sido rastrillado por la policía tucumana antes de ser detectado el cadáver. Esa situación llamó la atención de los investigadores judiciales, que exploraron la posibilidad de que ese cuerpo fuese “plantado” allí para desviar la pesquisa. La autopsia dio más datos para sustentar esa idea.
El cuerpo presentó considerables lesiones faciales, por lo que se determinó que Paz fue asesinada a golpes con un hierro. Un detalle adicional impulsó la necesidad de iniciar una inspección más completa de la supuesta escena del crimen: las muñecas expusieron señales de haber sido amarradas por varios días.
El caso que era investigado como un homicidio vinculado con la violencia de género dio un vuelco a partir de un testimonio tomado por las autoridades judiciales, que aportó datos sobre lo sucedido con Priscila Paz. El informante apuntó a una banda de narcomenudeo que controla el barrio Elena White. En la principal hipótesis seguida por la fiscalía, la víctima fue interceptada y llevada por consumidores de paco a una de las viviendas utilizadas para facilitar su consumo. Allí habría sido retenida al menos durante cinco días, período que coincide con los signos encontrados en las muñecas de Paz, hasta que la presión social por su búsqueda generó intranquilidad en el grupo narco que maneja esos puestos de venta de drogas.
Un móvil desconocido
El jefe narco local habría decidido entonces eliminar a la mujer y abandonar el cadáver lejos de su territorio. incluso se buscó colocar el cuerpo en la zona de residencia de la víctima, posiblemente con la intención de desviar la investigación hacia un posible móvil relacionado con la violencia de género. Una coincidencia resulta llamativa: una amiga de Priscila Paz fue asesinada en noviembre pasado y la causa se sustentó en un caso de violencia de género, por lo que fue arrestado el novio de esa mujer. Al igual que Paz, su amiga fue asesinada a golpes luego de haber estado atada.
En algún momento de su cautiverio, Paz habría logrado mandar mensajes de textos a sus allegados advirtiendo que se encontraba privada de su libertad. El relato del testigo que expuso la responsabilidad de la banda narco en ese crimen permitió el avance más acelerado de las investigaciones. Los peritos pudieron encontrar rastros de sangre en el lugar donde supuestamente fue asesinada Paz. Ese procedimiento deberá completarse con el análisis de esas muestras para determinar si coinciden con el registro de ADN de la mujer de 27 años.
Más allá de las pruebas que empiezan a acorralar a los sospechosos, la investigación aún no logró definir el motivo del secuestro y la muerte de Priscila Paz a manos de un grupo narco.