Optimista
Fernando Marín ve un fútbol más organizado y evalúa con entusiasmo para el país la candidatura al Mundial de 2030
Encargado de la candidatura para el Mundial de 2030 y hombre de confianza de Mauricio Macri, defiende la llegada de las sociedades anónimas al deporte y su gestión en Racing de 2001 a 2006
Acumula en su vida tantos emprendimientos y apuntó en tantas direcciones, que se puede pensar que Fernando Marín vivió varias vidas. Es, sin embargo, una sola. El creador de Videoshow, exgerenciador de Racing, extitular de Fútbol Para Todos y ex tantas cosas tiene ahora, a sus 78 años, un proyecto entre ceja y ceja: traer el Mundial de fútbol de 2030 al Río de la Plata. De hecho, es el jefe del comité de candidatura de esa competencia, además de subsecretario de comunicación en la Secretaría de Deporte (con foco en las relaciones internacionales). Pero Marín tiene opinión sobre bastantes otros temas, desde la Asociación del Fútbol Argentino y el seleccionado nacional hasta la personalidad de Daniel Angelici, pasando por el fanatismo por el fútbol del presidente de la Nación, Mauricio Macri.
–¿Le gusta esta AFA?
–Me salgo un momento de la AFA para decir algo de lo que estoy convencido: el fútbol ya cambió, y cambió para bien. Es posible que aún no se note, porque estábamos en el quinto subsuelo y aún no llegamos a la planta baja. Pero en la AFA hubo elecciones democráticas y limpias. Ganó un candidato respaldado por el ascenso y algunos clubes de la primera A. Muchos se preguntan si es lógico que la AFA sea dirigida por gente del ascenso. Se podría pensar que no, que eso es algo casi romántico. La verdad es que eso no importa; lo importante es que en el balance final la gestión haya sido eficiente. Y hay que llegar a ese final, porque en este país a nadie le dejan terminar lo que empezó.
–¿Le gusta Tapia como presidente?
–Lo que me gustaría es que completara su mandato y después juzgar, analizar todo su período. De nuevo: hay que permitir que lo que empieza, termine. Pero vea la AFA de hoy. Tiene un CEO profesional (Gerardo León), una figura que nunca tuvo y que fue elegida por una consultora internacional. Los clubes que tienen deudas no pueden incorporar jugadores; eso es ya una mejora ostensible. La creación de la Superliga nos acerca a un modelo de fútbol europeo, y también en la Superliga hay un CEO profesional, Mariano Elizondo. A mí me molesta que la gente pida que los que dirigen la AFA se vayan... ¿Cómo es eso? Si a la directiva de la AFA la eligen aquellos que son elegidos para dirigir los clubes. Es decir, la gente.
–¿Quedó contento el presidente Mauricio Macri con la AFA tras el paso por el Mundial de Rusia?
–Soy un colaborador y amigo del presidente, lo conozco desde hace muchos años y sé que respeta a esta selección por todos los logros obtenidos: nada más ni nada menos que tres finales. El presidente habrá sentido, como hincha, la misma bronca que sentimos todos por el resultado en Rusia.
–La selección en Rusia fue, por momentos, un escándalo.
–Dicen muchas cosas, pero yo me pregunto algo: ¿es creíble que, teniendo al mejor jugador del mundo, contando con un verdadero genio, Lionel Messi, el director técnico no lo consulte a la hora de formar un equipo? No, no es creíble. ¡Claro que hay que pedirle opinión a Messi!
–¿Lo decepcionó Jorge Sampaoli?
–Cuando llegó a la selección, las referencias eran las de un director técnico ganador, y se lo eligió con gran consenso. Pero sus exteriorizaciones y gesticulaciones no transmitían que fuera una persona serena. No transmitía serenidad.
–¿Por qué el presidente Macri propone públicamente a Jorge Almirón como entrenador?
–No hablé de eso con él. Pero creo, escuchándolo, que manifestó algo con total transparencia, como un hincha de fútbol, sin crear ningún condicionamiento. Al final, los argentinos terminamos siendo críticos de la transparencia. –Conozco muy poco a Angelici; lo traté cuando era director de Fútbol Para Todos [FPT]. Al ser presidente de uno de los clubes más populares, sus opiniones trascienden mucho más que las de otros. En cuanto a su relación con el presidente de la Nación... Los dos son hinchas de Boca, creo que eso es lo que más tienen en común.
–¿Está bien manejado el fútbol en general?
–Tengo la sensación de que hay hombres muy valiosos que no están y deberían jugar un papel importante en la AFA. Me refiero a Rodolfo D’onofrio, Marcelo Tinelli y Matías Lammens. Los tres podrían aportar creatividad y experiencia siempre sobre la base de algo importante: al fútbol tiene que arreglarlo la gente del fútbol. A la AFA le falta un proyecto que vaya de abajo hacia arriba y tener la paciencia de esperar no menos de diez años para la refundación real. Hay que partir de los infantiles, seguir con los juveniles y llegar a los profesionales. Nombrar un manager general de prestigio; el director técnico ya vendrá después.
–¿Le gusta la dupla Pablo Aimar-lionel Scaloni para estar temporariamente al frente de la selección?
–Me gusta esa dupla, sí. Aunque mi sueño de director técnico para la selección es Diego Simeone.
–Usted es un defensor del modelo de sociedades anónimas, que es cuestionado por muchos. ¿Por qué conviene imponerlas?
–No es imponerlas, es transparentar la realidad del fútbol y estar a la par de otras ligas del mundo. No conozco ningún hincha en ningún club del mundo que haya cambiado de camiseta por el hecho de que su club se convirtiera en una sociedad comercial. Las sociedades anónimas no deberían ser obligatorias, pero sí deberían ser posibles. Son los propios socios de los clubes los que deben tener, en asamblea, la posibilidad de decidir. Y lo que no se puede permitir es que existan las sociedades
anónimas encubiertas.
–Usted divide opiniones en cuanto a su gestión en Racing.
–Lideré un equipo profesional que salvó a Racing de su extinción. Todos los esfuerzos previos habían fracasado estrepitosamente. Mi llegada, junto a mi familia política de entonces, proporcionó el dinero necesario para salvar al club. Pusimos una cifra importantísima que no solamente terminó con el primer título de campeón en 35 años, sino que además permitió la reconstrucción del club. Si Racing está hoy de pie, eso es gracias a lo que hicimos nosotros entonces.
–¿Recuperó ese dinero invertido?
–No, lo perdimos todos. La deuda era muy grande y estábamos en plena crisis de 2001.
–Usted es la cara visible de la intervención del gobierno en el fútbol, en la AFA...
–Yo diría otra cosa: lo que hizo este gobierno fue irse del fútbol. Heredamos del gobierno anterior un Fútbol Para Todos que era una plataforma impunemente política. Terminamos con eso y le ahorramos 11.000 millones de pesos al Estado.
–Eso ya es pasado. Usted ahora apunta al futuro como cabeza de la candidatura de Argentina, Uruguay y Paraguay para ser sede del Mundial de 2030. ¿Tiene sentido ese intento?
–El Mundial de fútbol es uno de los grandes eventos en el nivel global, pero, para nosotros, la posibilidad de organizarlo implica mucho más que eso. Es una buena excusa para emprender un proceso de unión y acciones conjuntas entre los tres países. Debe ser un punto de partida para fortalecernos como región, pero además para impulsar una industria muy propia y que tiene ociosa casi toda su capacidad: la gran industria del fútbol sudamericano. Ser sede del Mundial de 2030 es decisivo para que podamos desarrollar esa industria que combina pasión, crecimiento económico e impulso social, porque hay pocas cosas más beneficiosas que el deporte para la sociedad. Un Mundial en Argentina, Uruguay y Paraguay dejaría un enorme legado en educación, salud, desarrollos deportivos integrales, tecnología y conectividad. Impulsaría el planeamiento y la infraestructura urbana, el turismo.
–Muchos no lo ven así. Les parece imposible en las condiciones actuales.
–Es entendible que algunas personas se opongan a la candidatura. Son muchos los casos de países que intentaron organizar grandes eventos deportivos y han fracasado. Sufrieron pérdidas millonarias, construyeron infraestructura obsoleta, agravaron sus crisis o fueron víctimas de la corrupción. La herramienta necesaria para que esto no ocurra es la de tener planes concretos y previsibilidad. Debemos y podemos planificar a mediano y largo plazos. Estamos a tiempo. Tenemos 12 años por delante. Y una posibilidad de mirar a futuro. Somos una región de países emergentes, por eso estamos pidiendo a la FIFA que acelere su pronunciamiento respecto a la elección de nuestra candidatura, ya que el tiempo es sumamente valioso. No tenemos economías estables como los países del primer mundo, por eso debemos trabajar con más anticipación y creatividad para llegar a los mismos estándares de calidad. Tiempo para planificar, consensuar, controlar, ejecutar. Por eso queremos que la FIFA decida en 2020. E insisto: entiendo a los que se oponen, pero el país no podría proyectar nada a futuro si nos frenamos por una crisis momentánea, como la actual. Este es el Mundial del centenario, el Mundial de la tierra que vio nacer los mayores cracks de la historia del fútbol. Un gran Mundial. ¿Cómo no luchar por él?
–También Inglaterra lo quiere, y piensa asociarse con Escocia, Gales e Irlanda del Norte
–Hay que ver si se presentan. Si lo hacen, serán un competidor más.