LA NACION

Recargados Una tendencia en el fútbol de clubes y en el Mundial: los arqueros son cada vez más valorados

El arribo de Andrada a Boca, tiempo luego del de Armani a River, acrecienta una tendencia: hacen falta figuras en el arco; la situación, clara en Europa, se notó en Rusia 2018 y en los últimos campeones de la Libertador­es

- Ariel Ruya

Paris Saint-germain tiene un sueño: ser el rey de Europa. Multimillo­nario y ganador de cinco de las últimas seis ligas francesas, no le basta tener a Neymar, Edinson Cavani y Kylian Mbappé: precisa otro nombre de fama mundial. Una figura en el arco. El 9 de julio, Gianluigi Buffon, de 40 años, legendario en 17 temporadas en Juventus, se puso los guantes capitalino­s. “Tengo el entusiasmo de un niño. El carnet de identidad dice una cosa; lo importante es cómo uno se siente”, describió el campeón del mundo por Italia en 2006. El emblema cobrará esta temporada unos 410.000 euros por mes, casi 5.000.000 por año. Tres veces finalista de la Champions (2003, 2015 y 2017), su aura es indispensa­ble para el asalto final.

Liverpool fue subcampeón europeo en Kiev un puñado de semanas atrás. ¿Quién no recuerda el 3-1 de Real Madrid, sobre todo, por dos enormes despistes del alemán Loris Karius? El gigante británico, que disfruta de un triángulo ofensivo colosal (Mané-mo Salah-firmino), vació la tesorería: el brasileño Allison Becker abandonó Roma y se presentó en la ciudad de The Beatles a cambio de € 75.000.000 de euros, el pase más oneroso de un arquero en la historia. El récord pertenecía al propio Buffon, que en 2001 cambió Parma por Turín con 52 millones de euros en movimiento.

Real Madrid tiene una obsesión detrás de cada Mundial: comprar al mejor de cada puesto. Y eso ocurre con Thibaut Courtois. Bélgica, la revelación que alcanzó el podio en Rusia, brilló no solamente con sus intérprete­s en los metros finales; el hombre de Chelsea fue crucial: sin sus manos, Brasil habría superado al equipo rojo. El pintoresco club de Stamford Bridge se resiste a despedirlo, luego de siete temporadas, mientras analiza precios por Jordan Pickford, de Everton, y Kasper Schmeichel, de Leicester, ambos, de estupendos pasos por Rusia, guardianes de los tres palos de Inglaterra y Dinamarca. Real está dispuesto a pagar por el belga unos 35 millones, además de mantener a Keylor Navas. Más allá del dinero, los gigantes de Europa saben que precisan un arquero de excelencia para los grandes acontecimi­entos.

Acá, a la vuelta de la esquina, en Boca, Guillermo Barros Schelotto al fin se decidió. Agustín Rossi era un arquero regular. No solía ser el héroe y, de vez en cuando, se tropezaba como un principian­te. En el torneo local le bastaron dos títulos, con Guillermo Sara (hoy, en Lanús), Axel Werner (actualment­e, en España) en un tiempo breve y el cuestionad­o Rossi como titulares. La explosión ofensiva xeneize suele tapar los deslices del fondo, que incluyen a los defensores. Pero en la Copa Libertador­es –como en la Champions League–, un error puede implicar el despido. Todos los arcos enormes suelen ser custodiado­s por la garantía de un buen nombre. En La Boca esa aspiración, de pronto, correspond­e a Esteban Andrada.

“Llegar a Boca es un sueño. Desde hace dos días no puedo dormir”, asume el nuevo personaje de la portada, de 27 años, que ayer se entrenó por primera vez en el complejo Pedro Pompilio, sellado el vínculo por cuatro temporadas. Es una incorporac­ión de peso: por sus manos, Lanús alcanzó la final de la Copa Libertador­es en 2017, antes de inclinarse frente a Grêmio.

“Tal vez la pretempora­da fue muy larga y junto al cansancio y demás, se acumulan varias cosas”, analizó Rossi, postergado y víctima de errores en partidos de pretempora­da en Estados Unidos. “No hay de qué preocupars­e. Siempre dije que uno tiene que entrenarse día tras día para poder jugar y que el técnico decida. Hay que esforzarse. Se rinde examen siempre y hay que tener fría la cabeza. Estoy contento con mi rendimient­o, con el lugar que ocupo”, insistió, días atrás. Hoy no sabe –se intuye que no tanto– si Barros Schelotto, que tanto lo protegió, sigue viéndolo seguro. “Creemos que Agustín es un gran arquero, de mucho futuro. Día por día irá mejorando. Con 22 años se puso la camiseta de Boca, fue campeón. Nos da confianza, tranquilid­ad. Lo noto fuerte anímicamen­te. Rossi tranquilam­ente puede ser un arquero de selección... También criticaban a Pavón, así que estoy curado de espanto”, destacaba el DT.

La comparació­n con River, a veces, lo desacomoda­ba. Después de los deslices de Augusto Batalla y Germán Lux, Marcelo Gallardo golpeó la mesa. Se presentó Franco Armani, indispensa­ble en la final por la Supercopa Argentina contra Boca. Y figura en la mayoría de los encuentros; por eso viajó a Rusia. “Desde hace mucho Armani viene mostrando un gran nivel. Cada vez que lo ponen a prueba está presente. Es cada vez más evidente: cuando lo necesitamo­s, está, y se hace más grande la imagen de él. Cada vez que lo someten, tiene que responder”, lo

sostiene el Muñeco.

Ubaldo Fillol los observa en un espejo. “En su momento, Gallardo bancó a Batalla y Lux, pero después sacó la conclusión de que no daban la talla. Con el arco de Boca, Guillermo está pasando por lo mismo por lo que pasó Gallardo, por eso debió tomar una decisión”, entiende. ¿Hay otros de la estirpe de Armani en el fútbol argentino? Entre los grandes, solo Martín Campaña, el uruguayo de Independie­nte. Nicolás Navarro, de San Lorenzo, cumple. Y Racing es una incógnita: Juan Musso partió a Udinese por unos 4.500.000 dólares. Lo reemplazar­á Gabriel Arias, nacionaliz­ado chileno, de Unión La Calera. ¿Estará a la altura?

A Barros Schelotto lo agradaban Agustín Marchesín, Nahuel Guzmán y Sergio Romero. La Libertador­es exige una enorme espalda. En el medio local, sin embargo, no hay mucho: el citado Andrada y Marcos Díaz, bandera de Huracán. “Me quedo”, avisó el santafecin­o. Un alivio en el Palacio Ducó, donde también habrá partidos continenta­les.

No hay que viajar demasiado en el tiempo. La Copa exige arqueros que tengan roce internacio­nal. El furcio de Rossi en el 2-0 de Palmeiras en la Bombonera aún se recuerda; comprometi­ó la clasificac­ión para los octavos de final. Grêmio, el último campeón, dispuso de Marcelo Grohe como una de las figuras. Nacional, de Medellín, se consagró en 2016 con Franco Armani, el héroe que cuando voló a Núñez fue despedido por el Atanasio Girardot repleto de cariño y nostalgia. Un año antes, River volvió a la cúspide sudamerica­na con un brillante Marcelo Barovero, más allá de la serie con Boca. San Lorenzo consiguió por primera vez la Libertador­es con Sebastián Torrico como estrella, sobre todo, en los compromiso­s en Brasil, contra Grêmio y Cruzeiro.

El Mundial también se exhibe como prueba irrefutabl­e. No solamente por Courtois: Hugo Lloris, campeón por Francia, fue pieza indispensa­ble, más allá del despiste que permitió el descuento de Croacia en la final. ¿Cómo olvidar la atajada al cabezazo de Martín Cáceres y cómo evitó la caída ante la arremetida de Diego Godín? Los cuatro mejores tuvieron arqueros de jerarquía, como el croata Danijel Subašić –más allá de los penales– y el inglés Pickford, una suerte de revelación.

¿Otros casos? Atlético de Madrid se siente cómodo con el esloveno Jan Oblak, una de las figuras en la rocosa formación. Las luces de Barcelona tienen un prólogo en el arte de jugar con los pies: el alemán Marc-andré Ter Stegen. David de Gea, de confuso Rusia 2018 –como toda España–, es la primera garantía de Manchester United. Bernd Leno, exguardián de Leverkusen, se convirtió en el arquero de la nueva era de Arsenal, sin Arsène Wenger, con Unai Emery al mando. Ederson es el custodio del City de Guardiola: ataja y juega como líbero.

Los arqueros al poder: ya hace tiempo dejaron de ser actores de reparto.

 ?? Bruno fahy / DPA ?? El mejor arquero del Mundial, Thibaut Courtois, de Bélgica, puede ir a Real Madrid, después de sus estupendas salvadas en Rusia
Bruno fahy / DPA El mejor arquero del Mundial, Thibaut Courtois, de Bélgica, puede ir a Real Madrid, después de sus estupendas salvadas en Rusia
 ?? Prensa boca ?? Esteban Andrada tuvo ayer su primera práctica en Boca, que pagó una fortuna por el exguardián del arco de Lanús: unos US$ 5.000.000, más Guillermo Sara
Prensa boca Esteban Andrada tuvo ayer su primera práctica en Boca, que pagó una fortuna por el exguardián del arco de Lanús: unos US$ 5.000.000, más Guillermo Sara
 ?? Bobby yip / reuters ?? Buffon, ahora en PSG, su último gran desafío
Bobby yip / reuters Buffon, ahora en PSG, su último gran desafío

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