Dwayne Wade: una estrella de la NBA que ya deja su herencia
Participa del programa Junior de la liga estadounidense, que integra su hijo, Zaire; su opinión sobre Lebron James en LA Lakers
Todo perfectamente organizado. No hay espacio para confusiones. Todas las explicaciones sobre cómo manejarse. Una invitación irresistible y una charla que permite conocer a un tremendo personaje desde otro costado. Se escucha un saludo amable y una presentación que se ajusta a la formalidad del caso. Del otro lado de la línea Dwyane Wade . La NBA convocó a medios internacionales para dialogar con el dueño de tres anillos con Miami Heat, que como embajador del Jr. NBA World Championship, se permitió hablar de su relación con su hijo, del crecimiento del básquetbol a nivel mundial, de su futuro, de lo sucedido entre Kawhi Leonard y los Spurs y de su amigo Lebron James .
Suena humilde, divertido, serio y contundente vía teleconferencia, con Sports Illustrated, ESPN, la nacion, Tencent... Habla de su familia y se ilumina la voz: “Le dije a mi hijo desde el principio: ‘Oye, si vas a jugar este juego, la única forma en la que te voy a permitir hacerlo es si lo disfrutas. No quiero que sientas que deberías hacerlo debido a las presiones de tu padre. Cuando veo que mi hijo no disfruta del juego es cuando más le hablo. Es cuando estoy en su oído, porque jugamos este juego por una razón: por el placer de hacerlo. Y siempre le digo: ‘Eres Zaire Wade. No eres Dwyane Wade Jr. Tienes tu propio nombre. Tienes tu propio viaje. Tienes tus propios pasos para tomar en la vida’”.
La posibilidad de charlar con un jugador que fue 12 veces All Star deslumbra a los más pequeños, por eso la NBA lo eligió para participar de esta competencia que se desarrollará en Orlando. Para Wade es como reencontrarse con lo puro del deporte y sus valores. Y en sus palabras se advierte que a los 36 años sus objetivos están en transmitir todo lo que el básquetbol le dio: “Este deporte es trabajo en equipo, respeto, determinación, voluntad, comunidad. Y esos valores trascienden una cancha. Debés aprender a trabajar con otros y comunicarte con los demás. Es importante aprender a guiar a otros”.
Dwyane Wade, el dueño de tres anillos de la NBA, hace un pequeño silencio cuando escucha que llegan consultas sobre Lebron James. Quiere ser exacto en sus palabras y no deja espacios para las dudas. En especial cuando el interrogante apunta a las posibilidades que puede tener The King de llegar nuevamente a una final de la NBA, ya que la nueva aventura en el Oeste con en Los Ángeles Lakers parece de alto voltaje. “No importa el equipo en que juegue, nadie debe atreverse a descartar a Lebron de una final de la NBA. Él comprende que hay jóvenes a su alrededor que necesitan aprender, y con [Rajon] Rondo pueden ayudarlos en su proceso. Pero no creo que Lebron no esté pensando en ir la final de la NBA o ir a la final de la Conferencia Oeste”.
Luego, la consulta casi lógica, ya que muchos creen que no será fácil la convivencia entre jugadores del perfil de Lebron, Rondo, Michael Beasley y Lance Sthepenson: “No sé cómo puede resultar. Creo que van a disfrutar jugando juntos. Hemos visto equipos que se unieron, pensamos que no funcionarían y funcionaron, y viceversa”.
La explosión global de la NBA también genera un impacto en los jugadores y la mirada de Wade es interesante. Sus experiencias ponen en contexto cómo los protagonistas comprenden el fenómeno: “Creo que tomé real dimensión por primera vez cuando fui a los Juegos Olímpicos de Pekín en 2008. Lo que pasó con Kobe [Bryant] fue increíble. Pero no sabíamos cuán grande era el juego a nivel mundial hasta que tuvimos la oportunidad de ir allí y jugar en los Juegos Olímpicos. Luego, la NBA comenzó a enviarnos a diferentes lugares para jugar en la pretemporada y ahí ves el nivel del juego y lo grande que es en todas partes”.
Sonríe cuando vuelve sobre el talento de Zaire, su hijo, pero mucho más cuando debe hablar de los hijos de sus amigos, Lebron, Chris Paul y Carmelo Anthony, que compartieron un torneo en Las Vegas por la liga juvenil. “Es divertido ser parte de ellos, apoyarlos, entrenarlos. Y tener hijos de amigos haciendo esto. Es genial que todos podamos apoyarnos. Significa mucho cuando el padre del niño que está allí, un Carmelo o Lebron o CP [Chris Paul] o yo mismo, nos presentamos a los juegos de los otros niños. Ocurre que los sentimos como nuestros sobrinos. Una de las cosas que me motivaron a unirme y ser un embajador de Jr. NBA es que esta es la forma más pura del básquetbol”.