Eterna Rivadavia
Cuenta la leyenda que esta avenida ostenta el título de la más larga del mundo. He aquí un recorrido para ponerlo a prueba aprovechando los beneficios de Club
Que muchas calles cambien de nombre cuando la cruzan pareciera no ser una simple casualidad, sino un indicio de que nada es igual tras su paso. La avenida Rivadavia logra protagonizar muchas zonas, diciendo presente en ocho barrios porteños. Recorre más de 35 kilómetros entre la ciudad y la provincia, hay 83 líneas de colectivo que la atraviesan, tiene 106 cruces con semáforos y hasta una línea de subte (la A) que la alcanza bajo tierra en 11 de sus 16 estaciones. Sin duda, estamos frente a una avenida con mucha personalidad.
Esta arteria nace en Plaza de Mayo y muere después de una larga vida en Moreno, provincia de Buenos Aires. Atraviesa Congreso, Montserrat, San Nicolás, Once, Caballito y Flores, hasta llegar a Liniers. Debe su nombre moderno (antes pasó por varios otros) al primer presidente de la República Argentina, Bernardino Rivadavia. Al pasar la calle Paraná, junto a la Plaza del Congreso, se encuentra con el Teatro Liceo (Rivadavia 1495), el más antiguo existente en Buenos Aires. A pocos pasos se encuentra el cine Gaumont, espacio cultural del INCAA desde 2003.
Pero el camino que recorre Rivadavia es mucho más que entretenimiento. A sus alrededores se van erigiendo algunos de los edificios más emblemáticos de la ciudad, como la Catedral Metropolitana, la Casa Rosada y cafés notables como el Tortoni, Las Violetas y Los Angelitos, entre otros. Este último, frecuentado por Gardel, antes incluso se llamaba Rivadavia, pero se cuenta que un comisario decidió llamarlo así como una ironía por los que allí se reunían. Por estos días, su récord de longitud no está confirmado, pero sí su enorme oferta de entretenimiento y consumo
A sus atractivos, la avenida suma una propuesta de restaurantes y negocios de todo rubro. Cadenas de comida rápida conviven con supermercados, peluquerías, ópticas y vinerías.yesenlazonadeoncedonde esto encuentra su auge, repleta de locales y con muy buenos precios.
Hubo y habrá quienes pretendan derribar la idea de que Rivadavia es la avenida más larga del mundo. Dada su infinidad de propuestas de entretenimiento y consumo, hoy poco importa la precisión del dato. Muy representativa de Argentina, sigue siendo un hito que vale la pena recorrer de punta a punta.