El PT lanza a Lula como candidato
Lo aprobaron por aclamación en la convención partidaria.
RÍO DE JANEIRO.– En un abierto desafío a la legislación electoral, que no permite que una persona condenada en segunda instancia compita por un cargo público, el Partido de los Trabajadores (PT) presentó ayer oficialmente como candidato para los comicios de octubre al encarcelado Luiz Inacio Lula da Silva, que lidera las encuestas pese a su sentencia por corrupción y lavado.
Con caretas del rostro del popular expresidente (2003-2010), unos
2000 delegados que participaron de la convención del PT en San Pablo aprobaron por aclamación la candidatura de Lula, que debería ser impugnada por el Tribunal Superior Electoral (TSE) después del
15 de agosto, plazo para el registro de las fórmulas presidenciales. Podría incluso ser rechazada antes –la próxima semana– cuando el Supremo Tribunal Federal (STF) decida sobre un pedido de medida cautelar interpuesto por la defensa del máximo líder del PT para liberarlo y dejarlo participar de la campaña.
“¡Lula libre! ¡Elección sin Lula es fraude!”, gritaba la militancia, para quien la condena a 12 años de prisión en el marco del Lava Ja to fue la continuaciónjudicial delimp ea ch ment que destituyó a Dilma Rousseff en 2016, para mantener al PT fuera del poder.
De acuerdo a los sondeos, Lula contaría hoy con 30% de las preferencias para las elecciones del
7 de octubre, muy por delante del segundo, el diputado ultraderechista Jair Bolsonaro, del Partido Social Liberal (PSL), con 19%. Les siguen la ecologista Marina Silva, de la Red Solidaridad (Red), con
15%; el exgobernador de Ceará Ciro Gomes, del Partido Democrático Laborista (PDT), con 10%; y el exgobernador de San Pablo Geraldo Alckmin, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), con
7%. La cantidad de indecisos sigue muy alta, con un 33% del electorado. La cúpula del PT, ayer, en San Pablo
“No existe política en Brasil sin hablar de Lula y sin hablar del PT”, afirmó la presidenta del partido, la senadora Gleisi Hoffmann, para quien insistir con su candidatura “es la acción de máxima confrontación con este sistema podrido”.
Ene lacto, fue leí da una carta del u la, en la que advirtió :“Quieren inventaruna democracia sin pueblo. nuestra democracia está amenaza da ”.
Había mucha expectativa sobre la persona que el PT elegiría como compañero de fórmula de Lula, ya que el candidato a vice podría terminar por ocupar la titularidad una vez que llegue la impugnación electoral. Los nombres que más sonaban eran el de la propia Hoffmann, así como el del exalcalde de San Pablo Fernando Haddad, el exgobernador de Bahía Jaques Wagner, y la candidata presidencial del Partido Comunista Brasileño (PCDOB) Manuela D’avila. Pero en una reunión de último momento, anteayer, en su celda de la Superintendencia de la policía federal en Curitiba, Lula instruyó a los petistas a aguantar el anuncio hasta el 15 de agosto.
Se trata de otra movida riesgosa, ya que el TSE, al informar sobre el calendario electoral para este año, definió el 5 de agosto como plazo para la celebración de las convenciones partidarias y la definición de las fórmulas. La estrategia busca estirar al máximo la puesta en marcha del “Plan B”, con la idea de que la transferencia de votos de Lula a su reemplazante sería más efectiva a último momento.
No todos dentro del PT y sus aliados de izquierda comparten esta orientación, que llevó a serios choques con otros candidatos izquierdistas que podrían ser fuertes aliados, como Ciro Gomes, exministro de Lula, a quien el expresidente ha buscado aislar una y otra vez. Pese al desdén de Lula, Gomes continúa en la búsqueda de un acercamiento y aclaró que “el PT no es el enemigo”.
Ayer, en Brasilia, también realizaron sus convenciones la Red y el PSDB, ambos ya con sus fórmulas completas. Marina Silva eligió al líder del Partido Verde (PV) Eduardo Jorge como vice, con lo cual será una fórmula “pura sangre” ecologista, pero con pocas chances de hacer alianzas y sumar más votos.
En cambio, Alckmin presentó como compañera de fórmula a la senadora Ana Amelia Lemos, del Partido Progresista (PP), una de las cinco fuerzas que integran el llamado “centrão” o “blocão” con el que el PSDB tejió una sólida coalición que puede servirle de trampolín para asegurarse el pase a un ballottage, el 28 de octubre. Lemos es conocida por sus posturas de línea dura en seguridad, un elemento que podría ayudar al candidato socialdemócrata a quitarle apoyos a Bolsonaro.