Centeno reveló cómo era el mecanismo de retiro de fondos para cada ministerio
En su declaración ante la Justicia también complicó a Cristina Kirchner; dijo que la expresidenta estaba en Olivos cuando entregaban la recaudación ilegal
Oscar Centeno, el chofer de Roberto Baratta –mano derecha del exministro de Planificación Julio De Vido–, reveló que había un mecanismo semanal de retiro de fondos con un día asignado a cada ministerio y complicó en su declaración a Cristina Kirchner en el circuito de recaudación ilegal de dinero.
“Los jueves nos tocaba turno. Había un día para la recaudación de cada ministerio. El nuestro era el jueves; entre otros ministerios estaba el de Turismo”, dijo ante la Justicia el arrepentido y autor de los cuadernos de las coimas, que se dieron a conocer por una investigación exclusiva de la nacion.
En sintonía con lo declarado anteayer por Juan Manuel Abal Medina, explicó: “Muchas veces fuimos a la Casa Rosada cuando estaba Abal Medina, que era jefe de Gabinete en época de campaña cuando pedían aportes a las empresas, para hacer allí las entregas”.
La declaración judicial de Centeno ante el juez Claudio Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli a la que accedió la nacion se realizó en el marco de su acuerdo de cooperación con la Justicia. Si se comprueba que mintió, el chofer no solo debería volver a la cárcel, sino que será castigado por partida doble: una por cohecho y otra por mentir.
“En la época de Cristina Kirchner también llevábamos los bolsos con dinero. En estas ocasiones se la veía a ella en jogging, que desde la casa donde vivía se cruzaba hasta el chalet donde se dejaba el dinero”, explicó el remisero. Y agregó que la autorización del ingreso del dinero a la quinta de Olivos pasaba por el secretario de la expresidenta.
“Las veces que íbamos a Olivos, antes de ir para allá pedíamos por el teléfono las indicaciones para ir o no; entonces Rodríguez, secretario de Cristina Kirchner, daba el OK y nos íbamos del ministerio a Olivos o pasábamos por un lugar para retirar y de ahí íbamos a Olivos”, dijo Centeno.
Mencionó que “ya con Cristina presidenta íbamos una vez por semana a Olivos” y aseguró que fueron “7 u 8 veces” a ese destino.
También expresó que, al finalizar el mandato, Roberto Baratta y la expresidenta se enojaron: “A lo último se pelearon, ella lo puteaba”. Dijo que vio a Cristina Kirchner “en varias oportunidades”.
“Con Néstor Kirchner íbamos seguido, a veces por trabajo, muchas veces a entregar los bolsos con dinero, hasta tres veces por semana”, detalló, y mencionó que, tras su muerte, “las recaudaciones se hacían una vez por semana”.
Centeno, ante el juez, explicó lo que volcó en los cuadernos. Reiteró que las entregas en el departamento de Juncal y Uruguay de Cristina Kirchner las hacían directamente al secretario Daniel Muñoz.
Dijo que comenzó a ser más puntilloso en sus registros cuando fueron a Maipú 741, donde estaban las oficinas de Sioux, y vio “algo sospechoso”. “Concretamente, que fueron Baratta y Ezequiel García y salieron con dos valijas, y Baratta agarra el teléfono y dice 6 kilowatts, que es un código que quería decir dólares. Como sospeché que algo raro pasaba, ahí es que comencé a anotar con mayor detalle en los cuadernos”, afirmó.
Insistió en que los cuadernos son ocho y que no hay ninguno más.
Abundó en detalles que no dio en los manuscritos. Por ejemplo, dijo que Jorge “Corcho” Rodríguez, apuntado en la causa Odebrecht, tiene un lugar que funciona como boliche, con autos de alta gama, donde se hacían entregas de dinero.
Allegados de Rodríguez rechazaron esta versión: “Cuando el chofer escribe que visitó a Rodríguez, ese día estaba viajando, y al mencionar la oficina de Munro en realidad es en Florida y recién fue inaugurada en 2014. La entrada por Bernardo de Irigoyen que refiere no es el garaje, sino la entrada peatonal, y Centeno la conoce porque traía a grabar y ensayar al hijo de Julio De Vido, Facundo, porque ese edificio tiene estudio de grabación”.
Explicó Centeno ante el juez que tenía una relación cercana con Chelita, la madre de De Vido, y que el departamento donde vive su exmujer Hilda Horovitz, en la calle Catamarca, en realidad se lo compró Baratta cuando la señora empezó a extorsionarlo mandándole fotos de bolsos. “Baratta la hizo entrar a trabajar en el ministerio. A través mío le dijo que eligiera un departamento de hasta 60.000 dólares y se lo compró”.
Más allá de completar la información de los ocho cuadernos y tratar de restar entidad a las acusaciones sobre su enriquecimiento, Centeno respondió las dos preguntas claves que le formuló Stornelli: –¿Reconoce los cuadernos como suyos? –Sí. –¿Reconoce las fotografías y los videos como suyos? –Sí.
Con esas certezas se dio por terminado el acto. Al día siguiente Bonadio homologó su acuerdo como arrepentido.
Durante 10 años registró en cuadernos los recorridos recaudatorios de la mano derecha de Julio De Vido, que empezaban en empresas y terminaban en el domicilio de los Kirchner o la Casa Rosada