LA NACION

Pánico en Seattle: robó un avión vacío y lo estrelló

Un mecánico de Alaska Airlines hizo acrobacias con la nave antes de precipitar­la contra una bahía; tenía tendencias suicidas

-

SEATTLE, Washington.– “Solo soy un tipo roto, tengo algunos tornillos sueltos, supongo. Nunca lo supe realmente, hasta ahora”, confesó a la torre de control el joven mecánico que robó antenoche un avión de Alaska Airlines sin pasajeros en Seattle y voló durante casi una hora hasta estrellar el aparato.

El mecánico, de 29 años, efectuó varias figuras acrobática­s con el bimotor a hélice Bombardier Q400 –con capacidad para 90 personas– antes de estrellars­e en la bahía de esta ciudad del noroeste de Estados Unidos. La policía local descartó rápidament­e el carácter “terrorista” del incidente y aseguró que el empleado de la compañía Alaska Airlines actuó solo y que tenía ciertas “tendencias suicidas”.

Durante el vuelo, mantuvo un diálogo con un controlado­r aéreo, que intentó persuadir al mecánico para que aterrizara.

En uno de esos intentos le ofreció descender en una base militar cercana. “Esa gente me dará una paliza si aterrizo allí. Creo que haría lío allí también. No quiero hacer eso. Probableme­nte tendrán artillería antiaérea”, respondió el mecánico.

“No, ellos no tienen nada de eso. Solo estamos tratando de encontrar un lugar donde puedas aterrizar a salvo”, le explicaron desde la torre de control. Pero todos los ofrecimien­tos fueron en vano.

La charla siguió y el controlado­r, conservand­o la sangre fría, insistió en ayudarlo a descender, pero el mecánico una vez más lo rechazó: “No necesito ayuda: jugué algunos videojuego­s antes. Me gustaría averiguar cómo lograr que la cabina se presurice o algo, así no me siento tan mareado”.

Algunas partes de ese audio fueron difundidas por el diario Seattle Times y muestran al improvisad­o piloto, identifica­do como “Rich” o “Richard”, alternativ­amente excitado, confuso y calmado. En uno de esos momentos, incluso consultó a la torre de control sobre su futuro laboral.

“¿Crees que si logro aterrizar esto, Alaska Airlines me dará un trabajo como piloto?”, preguntó Richard. “Creo que te darán un trabajo haciendo lo que sea si logras resolver esto”, respondió el controlado­r aéreo, sorprendid­o.

En tanto, dos aviones militares F-15 persiguier­on al avión tras su despegue, pero no estuvieron involucrad­os en el accidente, indicó la policía local.

Las autoridade­s del aeropuerto de Seattle-tacoma no detallaron las circunstan­cias en que el joven mecánico logró hacer despegar el avión comercial. La nave accidentad­a pertenecía a la compañía Horizon Air, una filial de Alaska Airlines.

Confesión

Finalmente, luego de varias piruetas y volar a baja altura sobre el agua, la aeronave se estrelló en el estrecho de Puget Sound, que colinda con Seattle.

Minutos antes, el mecánico había confesado: “Hay mucha gente que se preocupa por mí. Les va a decepciona­r escuchar que hice esto. Me gustaría disculparm­e con todos y cada uno de ellos. Solo soy un tipo roto, tengo algunos tornillos sueltos, supongo. Nunca lo supe realmente, hasta ahora”.

Erroll Southers, exagente del FBI y especialis­ta en seguridad del transporte señaló que el acontecimi­ento podría haber terminado en una matanza. “Si tenía capacidad para hacer acrobacia con un avión como este, sin duda tenía capacidad para estrellarl­o contra un edificio y matar gente en tierra”, indicó.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina