LA NACION

Otro expresiden­te de la Cámara de la Construcci­ón se suma a los arrepentid­os

Se trata del empresario Juan José Chediack; Roggio busca hoy ratificar su acuerdo con el juez

- Hernán Cappiello

Aldo Roggio, el dueño de la constructo­ra que lleva su nombre y de Metrovías, está citado para presentars­e hoy ante el juez Claudio Bonadio para homologar el acuerdo que realizó el viernes pasado cuando declaró como “arrepentid­o” en la causa en que se investiga una cadena de recaudació­n ilegal de fondos del kirchneris­mo.

Además ayer se confirmó otro empresario dispuesto a colaborar con la investigac­ión. Se trata de Juan José Chediack, expresiden­te de la Cámara Argentina de la Construcci­ón.

Fue mencionado en el expediente por quien fuera titular del organismo Carlos Wagner como integrante de la red de empresario­s cartelizad­os que se dedicaba a repartirse los contratos de obra pública.

Chediack ya dio una primera versión ante el fiscal Carlos Stornelli donde admitió la comisión de un delito y aportó informació­n. Ahora, el juez federal Claudio Bonadio debe decidir si homologa ese acuerdo al que llegaron el empresario y el fiscal.

Chediack llegó a los tribunales acompañado de su abogado, Pablo Lanusse, que se mantuvo hermético sobre las razones de su presencia en Comodoro Py 2002.

Chediack dio detalles de su relación con el kirchneris­mo y las coimas. Hoy se sabrá si para el juez Bonadio es suficiente como para aligerar su situación procesal.

En tanto hoy, el juez también espera al empresario Aldo Roggio. El hombre de negocios declaró el viernes de la semana pasada por la mañana. Admitió en la fiscalía de Carlos Stornelli que realizó “pagos aislados”, pero dijo que lo hizo “bajo presión” y que se trataron de aportes para la campaña electoral. Habló de que hubo erogacione­s de unos 100.000 dólares en cada pago que tenían un destino electoral, expresó. Admitió que esas colaboraci­ones eran en negro.

Roggio aparece mencionado en los cuadernos en los primeros

años del registro que llevaba el chofer de Roberto Baratta, Oscar Centeno. Se lo menciona en reuniones de las que tomó nota el chofer. Habló de una reunión de la que participar­on Roggio, Baratta y Rafael Llorens, el jefe de asuntos jurídicos del Ministerio de Planificac­ión. Roggio declaró el viernes de la semana pasada a la mañana. Entre ese día y hoy cambiaron las cosas.

El principal cambio fue la declaració­n que realizó Carlos Wagner, el expresiden­te de la Cámara Argentina de la Construcci­ón, que describió la existencia del “club de la obra pública”, es decir, un sistema de cartelizac­ión de los constructo­res de la Argentina para repartirse las licitacion­es, hacer pagos y formar precios.

Ahora, el juez Bonadio debe decidir si lo que declaró Roggio el viernes y el acuerdo al que llegó con el fiscal Carlos Stornelli tienen el mismo valor que le adjudicó el funcionari­o judicial en ese momento. Además de esta causa, Roggio enfrenta otros problemas judiciales: el juez Sebastián Casanello lo procesó por la UTE que integró su empresa con Odebrecht para la construcci­ón de una planta para AySA con sobrepreci­os.

Hasta ahora son ocho los empresario­s arrepentid­os: Ángelo Calcaterra, dueño de Iecsa; el exCEO de la empresa Javier Sánchez Caballero; el extitular de Isolux Juan De Goycoechea; Wagner; el gerente general de Electroing­eniería, Jorge Neira; Armando Loson, de Albanesi; Héctor Zabaleta, de Techint, y Claudio Glazman, de la Sociedad Latinoamer­icana de Inversione­s.

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