En Suecia, un manual para promover la diplomacia feminista
El país busca impulsar los principios de su política exterior
ESTOCOLMO (AFP).– Suecia presentó ayer un “Manual de diplomacia feminista” para promocionar entre las ONG y el resto de los gobiernos los principios de su política exterior focalizada desde 2014 en la defensa de los derechos de las mujeres.
Luego de las elecciones legislativas de septiembre de 2014, el gobierno socialdemócrata, el primero en este país en lograr la paridad entre hombres y mujeres, impulsó una diplomacia feminista, cuyos objetivos son “promover la igualdad de género” y “garantizar a todas las mujeres y chicas sus derechos fundamentales”.
“Los derechos de las mujeres son derechos humanos”, repite habitualmente la ministra de Exteriores sueca, Margot Wallstrom, haciendo referencia a un lema del movimiento feminista, también utilizado por Hillary Clinton.
Emancipación económica, lucha contra las agresiones sexuales, influencia en los procesos de paz, mejora de la participación política... La diplomacia sueca utiliza todos sus mecanismos para hacer progresar el feminismo en todo el planeta. Estas acciones políticas fueron resumidas ahora en un libro de unas 100 páginas.
Algunas de las medidas defendidas en este manual son garantizar el mismo número de hombres y mujeres en las conferencias; utilizar más recursos humanos y financieros a favor de los derechos de las mujeres, e invertir en las redes sociales.
En 2016, un 40% de los embajadores suecos eran mujeres, mientras que hace 20 años el 90% de los embajadores suecos eran hombres, según un gráfico del manual que refleja el peso creciente de las mujeres en la diplomacia sueca.
“Cuando impulsamos la diplomacia feminista hace cuatro años, las reacciones fueron poco entusiastas. Algunos se burlaron durante los primeros días”, explica a la AFP Wallstrom, que el año pasado recibió el Premio Agente para el Cambio de la ONU por su trabajo en defensa de los derechos de las mujeres.
No obstante, los resultados concretos de la diplomacia feminista resultan difíciles de determinar. Según sus impulsores, su objetivo es cambiar de paradigma y esto requiere tiempo.
“Solo es el principio, queda tanto por hacer”, reconoció Wallstrom.