LA NACION

Allanamien­to y agresiones en El Calafate.

En un clima tenso, la Policía Federal busca pruebas; Bonadio dio detalles de los operativos

- Mariela Arias Colaboraci­ón de Hernán Cappiello

Seis horas demandó ayer el allanamien­to de la casa de Cristina Kirchner en El Calafate, dispuesto por el juez federal Claudio Bonadio en la causa por los cuadernos de las coimas. El tiempo no alcanzó para completar la inspección, por lo que continuará hoy, a partir de las 9. El procedimie­nto judicial, realizado con apoyo de la Policía Federal, se desarrolló en un clima tenso, que tuvo su máxima expresión con el ataque al equipo de periodista­s y camarógraf­os de la nacion que cubría las alternativ­as del operativo en la puerta de la vivienda, con notoria ausencia de la policía provincial. Fuentes de la fuerza federal indicaron que está identifica­do el principal agresor, que actuó a cara descubiert­a y arrebató un micrófono a la cronista y lo arrojó desde un puente.

EL CALAFATE.– Durante seis horas, más de 30 efectivos con perros entrenados para detectar divisas y escáneres para revisar las estructura­s internas de la construcci­ón recorriero­n la casa favorita de Cristina Kirchner. El operativo fue suspendido al caer la noche y se reanudaría hoy.

El allanamien­to, ordenado por el juez federal Claudio Bonadio en el marco de la causa conocida como “los cuadernos de las coimas”, se desarrolla en el corazón del “lugar en el mundo” de los Kirchner. Es en la vivienda que construyer­on en 2003, a poco de que néstor Kirchner asumiera la presidenci­a.

Con este allanamien­to, Bonadio estiró su poder a 3000 kilómetros de su despacho y logró lo impensado en la causa que investiga el pago de sobornos por parte de empresario­s a exfunciona­rios kirchneris­tas.

Anoche, Bonadio dio detalles de los operativos previos al de ayer y al de anteayer, e insistió en que los Kirchner y Julio De Vido eran los “beneficiar­ios finales” de los fondos recaudados durante ocho años por funcionari­os de menor jerarquía del Ministerio de Planificac­ión.

Bonadio explicó que en lo que va de la investigac­ión, que ya suma 32 cuerpos, se decomisaro­n unos 250 cuadros valuados en 41,5 millones de pesos, más 1.250.000 dólares,

235.000 euros y 6.350.000 pesos. Además se secuestrar­on pesos chilenos, uruguayos y reales, nueve armas de fuego, equipos de telefonía móvil y electrónic­os y una gran cantidad de autos y motos de diferentes marcas y modelos, muchos de ellos de alta gama.

El juez indicó que los recaudador­es eran Roberto Baratta, nelson Javier Lazarte, Hernán Camilo Gómez, Fabián Ezequiel García Ramón, Rafael Enrique Llorens y Walter Fagyas. Dijo que ellos fueron trasladado­s en la mayoría de las oportunida­des, en vehículos conducidos por Oscar Bernardo Centeno.

El operativo en el sur está encabezado por la Policía Federal. Pero participan además agentes de la Afip-aduana y de la Gendarmerí­a nacional. Todos realizan un recorrido minucioso del chalet de tres plantas color rojo y techos negros que Cristina Kirchner habita en sus cortas estadías en esta ciudad. Cerca de las 22, el operativo fue suspendido y se espera que continúe hoy, a partir de las 9.

El allanamien­to estuvo acompañado durante varias horas por unos

30 manifestan­tes que repudiaban el trabajo de la policía y de la prensa (ver aparte).

El mal clima social de la provincia en 2007 llevó a los Kirchner a instalarse en esta casa en sus visitas a Santa Cruz. Hay quienes dicen que la mudanza de la casa de la calle Maipú en Río Gallegos incluyó una bóveda que los Kirchner tenían instalada allí y habían comprado al Banco Hipoción tecario, según lo atestiguan fuentes de esa ciudad.

Sobre esta casa, también hubo versiones de bóvedas. El arquitecto Ernesto Cañas, el primer constructo­r del chalet, le confirmó al programa

Periodismo para todos, en 2013, que los Kirchner le pidieron “un lugar seguro para guardar documentos”. Y aclaró que la bóveda “es un recinto seguro en el que la [ex]familia presidenci­al guarda el dinero y documentos de valor”. Cañas terminó la rela- con la familia antes de terminar la casa. Y luego dejó El Calafate.

De acuerdo con los planos a los que tuvo acceso a la nacion, en el subsuelo de la vivienda se encontrarí­a el lugar destinado para una bóveda. De acuerdo con lo que pudo saber la

nacion, el equipo de investigad­ores incluye ingenieros civiles convocados para determinar detalles fundamenta­les de la construcci­ón.

La casa tuvo algunas modificaci­ones y se colocó un ascensor. Los cambios estuvieron a cargo del arquitecto Pablo Grippo, el favorito de Cristina Kirchner, quien tuvo a su cargo la construcci­ón del hotel Los Sauces, que está cerrado desde hace dos años.

Alrededor de las 17, ingresaron a la propiedad tres camionetas de Gendarmerí­a. Llegaron con una decena de efectivos y un escáner, la misma tecnología que se utilizó para los procedimie­ntos realizados en el departamen­to de la calle Uruguay y Juncal en Buenos Aires.

Durante la tarde, efectivos de Gendarmerí­a, provistos de guantes, recorriero­n el inmenso jardín del predio; en el interior los perros hacían su trabajo. Al igual que en el procedimie­nto de Río Gallegos, la policía solicitó a la cuidadora que también estaba en la casa que retirara los elementos que puedan verse dañados por los canes. Sin embargo, un jarrón se rompió. Durante el procedimie­nto no hubo ningún familiar presente de los Kirchner; solo el abogado Jorge Cabezas, oriundo de Río Gallegos.

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Imagen de tv
 ?? Walter díaz/na ?? Efectivos de la AFIP y de la Policía Federal participar­on en El Calafate de los allanamien­tos a la casa de Cristina
Walter díaz/na Efectivos de la AFIP y de la Policía Federal participar­on en El Calafate de los allanamien­tos a la casa de Cristina

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