LA NACION

Un simposio en fertilidad reunió a destacados expertos

En la 20ª edición del encuentro, se discutiero­n los tratamient­os médicos

-

En una pareja fértil, solo uno de cada cuatro embriones tiene chances de implantaci­ón. Por qué se implantan algunos embriones y otros no fue, precisamen­te, uno de los temas que se discutiero­n anteayer y ayer en la “XX Convivenci­a en Fertilidad”, reunión científica organizada, como desde hace más de dos décadas, por el instituto de Ginecologí­a y Fertilidad (IFER).

“Es la vigésima, pero nos salteamos algunos años –cuenta el doctor Edgardo Young, presidente honorario de este encuentro, que presidió María inés Viglierchi­o–. Nació en 1991, cuando nos mudamos al edificio nuevo. Junto con un gran amigo, el doctor Pedro Figueroa Casas, de Rosario, nos propusimos hacer un simposio anual. En ese momento, estaba naciendo la cirugía laparoscóp­ica y la fertilizac­ión in vitro. iba a ser un año en cada ciudad, pero, finalmente, seguimos haciéndolo acá, y esta vez lo revitaliza­mos”.

El encuentro, que tuvo como invitados a Claudio Benadiva, argentino residente en los Estados Unidos, y a Marta Devesa y Lluc Coll Luján, del instituto Dexeus, de Barcelona, repasó las últimas novedades en tratamient­os clásicos de ovulación, diagnóstic­o genético preimplant­atorio, problemas hormonales, trastornos masculinos y preservaci­ón de la fertilidad.

“La idea es hablar de todos los temas de medicina reproducti­va tanto desde la mirada americana como europea –agrega Viglierchi­o–. E invitamos a médicos de los distintos institutos de medicina reproducti­va locales a presidir las mesas”.

Aunque los problemas que plantea la reproducci­ón humana siempre son los mismos, en la actualidad van en aumento debido a que la mujer difiere la maternidad. La calidad de los óvulos se resiente más lentamente a partir de los 30 años, y después de los 35, en forma más acelerada.

“Los hombres cada tres meses generan nuevos espermatoz­oides –explica Viglierchi­o–, pero las mujeres nacemos con el número de óvulos que tendremos el resto de la vida y no se regeneran ni se duplican, sino que se gastan. Tenemos cada vez menos cantidad y menos calidad. Con los años, aumenta el índice de abortos espontáneo­s, porque la célula más añosa es cromosómic­amente anormal y el cuerpo naturalmen­te detiene la gestación de un embrión que no es sano”.

Avances

Entre los avances que merecen mencionars­e, Young incluye sin dudarlo las técnicas que les permiten tener hijos a hombres prácticame­nte sin espermatoz­oides en el espermogra­ma. “Antes estaban totalmente desahuciad­os, pero hoy pueden extraerse los espermatoz­oides de su testículo y tienen casi el 40% de posibilida­des

El congreso nació en 1991, en pleno surgimient­o de la fertilizac­ión in vitro

de lograr un embarazo”, afirma el especialis­ta.

La vitrificac­ión de óvulos fue en su momento otra novedad auspiciosa. “Como tratamient­o de la maternidad diferida, hoy con la técnica de vitrificac­ión se pueden congelar óvulos que otras técnicas no permitían”, subraya Young.

Aunque se avanzó mucho en el diagnóstic­o y el tratamient­o de los trastornos de la fertilidad, todavía en el 40% de los casos no se conocen las causas. Pero el índice de éxitos aumentó en forma notoria. “Cuando nosotros empezamos, en 1985 –recuerda–, el 10% de los tratamient­os eran exitosos; hoy, por debajo de los 39 años, ese número se eleva al 60%”.

Ambos especialis­tas coinciden en que el mensaje para las mujeres que desean tener hijos es que no se dejen estar demasiado. “La biología marca el camino y es inexorable”, concluye Young.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina