Más de 20 años como magistrado polémico
César Melazo, el exjuez de la ciudad de La Plata, fue detenido ayer tras una investigación que habría detectado sus robustos vínculos con una banda mixta integrada por policías y barras. Melazo, quien ingresó al Poder Judicial bonaerense a sus 18 años, siempre mantuvo importantes conexiones políticas y tuvo una carrera repleta de suspicacias. El sumario del exmagistrado acumuló al menos tres causas frente al Consejo de la Magistratura bonaerense que forzaron su renuncia el año pasado.
En sus 57 años pasó 38 caminando los tribunales de la provincia de Buenos Aires, desde que se recibió de abogado el 28 de diciembre de 1987. En 1992 ya había sido nombrado fiscal y tres años después fue designado juez. Allí accedió al Juzgado de Garantías N° 2 de La Plata.
La causa que puso por primera vez su nombre en los medios sucedió entre 1997 y 1998, en una investigación sobre el juego clandestino en la provincia. En esa pesquisa, Melazo buceó, con el visto bueno del entonces gobernador Eduardo Duhalde, en las conexiones entre los capitalistas del juego y miembros del sistema político y policial. Hasta llegó a plasmar todo lo descubierto en un libro titulado La mordida. Esa fue su hora de gloria, aunque todos los implicados fueron sospechosamente sobreseídos. Desde ese momento tuvo en sus manos causas de fuerte impacto en Buenos Aires.
Sin embargo, siempre avanzó envuelto en polémicas. El 13 de junio de 2003, el empresario del juego Roberto Laffont, alias el “Lujanero”, lo acusó de haberle pedido dinero a cambio de su libertad en 1997. Melazo se defendió de la acusación y el tema no avanzó. Con los años, Melazo supo tejer una red de conexiones políticas, judiciales y policiales, sin embargo las posibles protecciones empezaron a resquebrajarse con el final del kirchnerismo. Se aceleraron expedientes en su contra, frenadas en otro momento. Fue investigado por recibir coimas en una causa de cuatrerismo en 2002. También, la jueza de Garantías platense, Marcela Garmendia, lo acusó de haber intervenido en un expediente, mientras ella estaba de vacaciones, para sobreseer a un sindicalista.
Melazo quedó acorralado con denuncias y el 8 de junio de 2017 renunció para evitar el juicio político que avanzaba sobre él.