La clave es saber elegir
Argentina atraviesa otra crisis y el Real Estate no es una isla. Muchas operaciones se han suspendido, especialmente las atadas a un crédito. En lugar de ajustar por precio, el mercado se ajusta por volumen y al no haber acuerdo entre compradores y vendedores, se realizan menos operaciones. El propietario que puede, espera, y el que no, cede en sus pretensiones. Esto ocurrió con la suba de precios en 2015, con la baja de los precios que siguió al Cepo a partir del 2011, y con la recuperación y suba sostenida entre 2003 y 2011. La excepción se dio en la crisis de 2001, en la que se cerraban operaciones 3 y 4 veces más bajos, por la desesperación. El principal factor que empujó a la baja a los inmuebles en 2002 fue el default. Hoy este panorama no existe. No hay una paridad de tipo de cambio, y el default es todavía lejano, especialmente después del acuerdo con el FMI. Los depósitos bancarios no sufrieron bajas. Nadie puede prever el futuro, pero vemos un panorama recesivo, de estanflación, con un dólar caro, beneficioso para algunos sectores. Para las unidades a construir podría venir una depuración, ya que hay muchos lanzamientos que hoy ya no resultan tan competitivos. El escenario actual se presenta ideal para el fly to quality que implica resguardar valor en las mejores zonas (cordón norte de CABA y GBA). La enorme volatilidad de bonos y acciones en contraposición a las propiedades hace que la inversión en ladrillos sea una alternativa sólida y confiable a largo plazo como refugio de valor para los inversores ya que la crisis terminará y las propiedades bien ubicadas y de calidad son irremplazables y retomarán el sendero alcista. Especialmente las torres, ya que en CABA, producto del nuevo Código de Edificación, no es probable que se repitan proyectos de ese tipo. La situación actual es complicada en muchos sentidos, pero para nada carente de oportunidades. La clave es saber elegir y posicionarse en activos con mayor potencial de apreciación. •