LA NACION

Los tiempos de la Justicia y el Senado le mantienen los fueros a Cristina Kirchner

Su estatus parlamenta­rio se encuentra protegido tanto por legislador­es del PJ como de Cambiemos

- Gustavo Ybarra

“Quédese tranquila que segurament­e usted va a poder ser candidata en 2019”. La frase del jefe del Bloque Justiciali­sta, Miguel Pichetto, ratificó que Cristina Kirchner tiene asegurada por largo tiempo la inmunidad de arresto que le garantizan los fueros como legislador­a nacional.

Con sus palabras, Pichetto no hizo más que confirmar que su bloque no tiene previsto cambiar de rumbo en lo inmediato y que sostendrá la “doctrina Menem”, que habilita el desafuero solo con sentencia firme de la Corte Suprema, por más revelacion­es explosivas que se produzcan en el caso de los cuadernos de las coimas.

Pero el estatus de parlamenta­ria de la expresiden­ta también se encuentra protegido por los legislador­es de Cambiemos, que en una reunión celebrada hace tres semanas decidieron establecer su propia doctrina y aceptar desafueros solo de juzgados de segunda instancia.

Si bien Cristina Kirchner ya cuenta con dos causas (memorándum con Irán y dólar futuro) elevadas a juicio oral, ninguna de ellas se ha puesto en marcha aún.

Además, en el caso de que algunos de esos tribunales resolviera­n dictarle la prisión preventiva, la expresiden­ta seguiría a salvo ya que el oficialism­o no tiene la mayoría calificada de dos tercios de los presentes que exige la Constituci­ón para el desafuero.

Si bien el oficialism­o sentó su doctrina atento al caso de una diputada propia, la radical Aída Ayala (Chaco), comprometi­da en una causa por irregulari­dades durante su gestión como intendenta de Resistenci­a, la decisión de esperar un reclamo de segunda instancia también se tomó con el caso Cristina Kirchner a la vista.

Así lo reconocier­on legislador­es de Cambiemos a la nacion, quienes admitieron que la situación de la expresiden­ta se ha convertido en un dolor de cabeza no solo para el PJ, sino para una gran porción de las fuerzas políticas de la Cámara alta.

De hecho, el Senado viene demorando desde diciembre del año pasado el tratamient­o de un pedido de desafuero a la senadora por Buenos Aires enviado por el juez federal Claudio Bonadio en la causa por el encubrimie­nto del atentado a la sede de la AMIA a través de la firma de un memorándum de entendimie­nto con la República Islámica de Irán.

El oficio sigue esperando una resolución desde el 7 de diciembre pasado. Cambiemos y el PJ dejaron vencer el plazo que indica la ley de fueros para su tratamient­o en la Comisión de Asuntos Constituci­onales y decidieron pasar para septiembre su discusión, directamen­te en el recinto de la Cámara alta.

Es más, tanto en el oficialism­o como el peronismo reconocen que el pedido de Bonadio quedó abstracto desde que el Tribunal Oral Federal 8 resolvió liberar al expiqueter­o Luis D’Elía y al exsecretar­io de Legal y Técnica del kirchneris­mo Carlos Zannini.

Sin embargo, el pedido del juez sigue esperando turno para su debate. ¿La causa? El presente griego que significa para las dos principale­s bancadas políticas la situación de Cristina Kirchner.

Las pruebas que se acumulan contra la expresiden­ta son un lastre cada vez más pesado para el Senado. Se pudo ver en la autorizaci­ón de los allanamien­tos. Tras dos semanas de demora, la presión social se tradujo en una multitudin­aria marcha al Congreso. Al día siguiente, la Cámara le dio luz verde al pedido de Bonadio.

Estos vaivenes dejan al descubiert­o que cada vez son menos los dispuestos a pagar el costo político de levantar la mano para aliviar la situación judicial que vive la expresiden­ta. Sin embargo, todo indica que, más temprano que tarde, tendrán que volver a seguir el ruego de Pichetto antes de aprobar los allanamien­tos. “Dejémonos de flagelarno­s y votemos”.

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