Piden perpetua para la mujer que arrolló y mató a su novio
El fiscal Guzzo pidió acusar a Julieta Silva por homicidio calificado por el vínculo; la defensa insiste en que fue un accidente
MENDOZA.– Se vuelve a complicar el futuro judicial de Julieta Silva, la mendocina de 30 años acusada de haber arrollado con su auto y dado muerte a su novio, el rugbier Genaro Fortunato, de 25, a la salida de un boliche de San Rafael, en septiembre del año pasado.
Ayer, en la última audiencia del juicio oral y público, el Ministerio Público Fiscal decidió solicitar un cambio en la calificación del delito que se le imputa a la acusada, en virtud de que existía una relación de pareja entre ella y la víctima.
El fiscal Fernando Guzzo reclamó al tribunal que acepte la nueva figura: homicidio agravado por el vínculo, que dispone una pena de prisión perpetua. Los jueces, al final de la tarde, hicieron lugar a ese pedido, con el que empezarán los alegatos, pasado mañana. La sentencia sería el viernes o el lunes próximos.
La solicitud del fiscal, acompañada por la querella, fue un duro golpe para la defensa, en manos del experimentado abogado y funcionario del gobierno mendocino durante el kirchnerismo Alejandro Cazabán, quien había logrado, antes del juicio, un cambio de calificación en beneficio de su defendida, que llegó al debate bajo la acusación alternativa, algo inédito en este tipo de casos: homicidio culposo u homicidio simple con dolo eventual.
La fiscal que instruyó el caso, Andrea Rossi, había imputado a Silva con el agravante del vínculo, por lo que Guzzo ahora insistirá en ese mismo sentido. Cazabán opinó que se trata de un reclamo “improcedente e inaplicable”.
Así, el fiscal sorprendió durante el debate al pedir el cambio de calificación al tribunal integrado por los magistrados Rodolfo Luque, Julio Bittar y María Eugenia Laigle. El representante del Ministerio Público afirmó que había quedado demostrada la relación entre ambos jóvenes, sobre todo por las declaraciones testimoniales que se conocieron durante el juicio.
Además, el fiscal puso como prueba los más de 4000 mensajes de WhatsApp y las 100 llamadas que intercambiaron durante tres meses Silva y Fortunato, quienes hablaban de irse a vivir juntos, de casarse y de formar una familia, según indicaron fuentes judiciales.
En caso de que la postura del fiscal sea la que se imponga al término del debate, la defensa adelantó que apelará tal decisión –que implicará que Silva deba cumplir 35 años de prisión efectiva– hasta la Corte local o incluso la nacional. Aspira a que la mujer sea sentenciada a una pena de entre 2 y 5 años por homicidio culposo, bajo el argumento de que se trató de un “hecho accidental” en el que confluyeron el mal tiempo (era noche cerrada y llovía copiosamente) y el hecho de que Silva no llevaba puestos los anteojos que le habían sido prescriptos.
“Entendemos que, más allá de conducir sin lentes y con un astigmatismo de grado 3, Julieta Silva vio a Genaro Fortunato tirado sobre el asfalto y actuó con la intención deliberada de causarle daño. Tenían un proyecto de vida conjunto; siempre sostuvimos el agravante por la relación de pareja”, indicaron, en cambio, desde la querella.
Hipótesis
Silva tiene dos hijos y estaba separada al momento del hecho. Cumple prisión domiciliaria y enfrenta una expectativa de pena que va de tres a seis años de prisión, en caso de homicidio culposo; de 8 a 25, en caso de que se lo considere un homicidio simple con dolo eventual, y de 35 años, tiempo de cárcel efectivo para la perpetua por homicidio agravado por el vínculo.
La hipótesis principal de la acusación es que a las 5 de la mañana del 9 de septiembre pasado Julieta y Genaro salieron del bar La Mona discutiendo y alcoholizados. Ella subió a su Fiat Idea, arrancó y no dejó que él subiera; cuando aceleró, el joven cayó al piso. Segundos después, la mujer giró en U y, sin cambiar el rumbo, pasó con el auto por encima del cuerpo de su novio, que fue arrastrado unos metros.
La acusada no llevaba puestos los anteojos que le habían sido recetados, por lo que afirma que no vio lo que ocurría; dijo que en ese momento pensó que había pasado sobre un pozo. Por eso, la defensa sostiene que se trató de un hecho eventual con un daño involuntario.