Por qué sube el dólar y qué medidas piden los analistas
Reclaman más transparencia, liquidez y contundencia por parte del BCRA
Para los expertos privados que siguen día a día la volatilidad del mercado cambiario, la única solución para frenar la marcha alcista del dólar es recuperar la confianza. Y, en ese camino, las opciones no son muchas: conseguir en el exterior los dólares que le faltan a la economía, más transparencia oficial con los números de la deuda, una depreciación mayor de la moneda estadounidense o, para los menos ortodoxos, frenar la inflación con un acuerdo entre empresarios y sindicatos tras un cambio del equipo económico.
Los analistas creen que el dato más preocupante, sin embargo, es el riesgo país, aunque todos los consultados por la nacion estiman que es muy difícil que la Argentina no honre sus obligaciones.
“La volatilidad pasa por dos lados importantes: uno es el tipo de cambio, que se lleva la mayor parte de los titulares, y el otro es el riesgo país, que es más preocupante”, estimó Miguel Kiguel, director de Econviews. “El tipo de cambio se mueve por la dinámica asociada a una debilidad de la economía argentina desde principios de año por el déficit de cuenta corriente”, explicó.
“Hay una sensación de ‘huyamos al dólar’ que no es del todo racional, pero que está pasando. Claro que estuvieron los efectos de Turquía y Brasil. Lo que vivimos ahora es un clásico overshooting. En algún momento termina. No creo que le quede mucho más recorrido”, afirmó Kiguel, y agregó: “Claro que esto va a depender de las señales que vengan de afuera y de la tranquilidad que pueda dar el Gobierno”.
Kiguel coincidió con el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, en que hay una sobrerreacción del mercado. “El Gobierno está presentando su plan financiero. Lo hizo en Nueva York y acá, aunque tardó demasiado en dar explicaciones sobre este. Igualmente, para que haya un problema con la deuda tiene que haber un desastre a nivel universal”, ironizó.
“Esta es una época del año en la que hay pocos dólares”, analizó Daniel Artana, director de FIEL. “La economía está corta de dólares. O depreciás un poco más o lográs financiamiento adicional. No me preocupa la depreciación del dólar. La clave es bajar el riesgo para poder colocar un poco más de deuda y tranquilizar la economía en general”, agregó.
“Hoy no podés vender muchas reservas para parar el tipo de cambio porque el acuerdo con el Fondo no te lo permite, pero además no hay tantas reservas. Si vendés, te quedás sin reservas para una eventualidad. No me parece prudente la intervención”, afirmó.
“Lo que puede tranquilizarte antes en el devenir de los tiempos es que llegue más financiamiento. Eso daría la sensación de que la economía no está tan corta de dólares”, dijo. “Hoy hay una depreciación en una economía en la que el tipo de cambio flota. Si no tenés los dólares, intervenir me parece imprudente”, analizó Artana.
“Hay una crisis de confianza”, estimó Luis Palma Cané, director de Fimades. “El Gobierno tendría que comunicar claramente cuál es el programa financiero 2018-2019 con una planilla básica de origen y aplicaciones de fondos en una conferencia de prensa”, agregó. “Al escenario más negativo hay que sumarle qué van a hacer frente a esos vencimientos: un acuerdo de swap con China, el Banco de Basilea, organismos internacionales o bancos argentinos –dijo–. Por último, es necesaria una fuerte demostración de poder del BCRA”.
“Lo primero es clarificar el programa financiero. Hay mucha confusión”, coincidió Daniel Marx, director de Quantum Finanzas. “Segundo, hay que mostrar cómo piensan manejar, sobre todo, el tema de las LETE en dólares, aunque pienso que eso es manejable. Y, por último, hay que dar señales de estabilidad política con consensos básicos que incluyan un programa de inversiones para generar crecimiento. No es solo un presupuesto”, cuestionó el economista. Marx pidió además lanzar algún instrumento que compita con el dólar a mediano plazo.
“El equipo actual tendría que terminar su ciclo”, cuestionó Aldo Pignanelli, expresidente del BCRA. “Este es el típico estrangulamiento externo, en el que se te termina el crédito y no hay demanda de pesos –señaló–. Lo positivo es que hay un apoyo político de EE.UU. Hay que aprovechar esa situación. Además, lo que el Gobierno tendría que hacer es convocar a un acuerdo de precios y salarios a todos los sectores, pero con otro equipo, para devolver la confianza. Hoy los inversores no les creen”.