Documentales literarios. La intimidad y la obra de dos escritoras argentinas, al cine
La narradora Alejandra Laurencich y la poeta Inés Aráoz fueron objeto de películas que las retratan; una de ellas se filmó en Eslovenia y se estrena allí pasado mañana
Dos nuevos documentales ponen el foco sobre la obra y la vida de dos escritoras argentinas contemporáneas: la poeta Inés Aráoz (San Miguel de Tucumán, 1945) y la narradora y editora Alejandra Laurencich (Buenos Aires, 1963). En ambos, las trayectorias personales de las autoras se fusionan con la historia, el paisaje propio, el amor por la literatura y la trascendencia que tienen las oportunidades que brinda la educación pública argentina en el desarrollo personal y social.
Laurencich, autora de Vete de mí, novela de 2009 por la que su trabajo se hizo popular en Eslovenia, viaja en estos días rumbo a Europa. El motivo es el estreno, en Maribor y en otras ciudades europeas, del documental Alejandra, de Vid Hajnšek. “Todavía no lo vi; lo veré cuando llegue, en una función privada antes de la primera proyección, que será en Maribor el 1º de septiembre”, cuenta la escritora. Maribor fue la ciudad donde se originó el proyecto fílmico. Klemen Brvar trabajaba en la biblioteca pública de esa ciudad de Eslovenia cercana a Austria, donde hay mucha actividad cultural, cuando leyó en 2011 Vete de mí, traducida al esloveno por la editorial Študentska Založba como Pusti me pre miru (“Déjame en paz”). Entusiasmado, Brvar quiso conocer a la escritora argentina e impulsar la filmación del documental sobre ella, su historia familiar y los escenarios donde está ambientada la novela: la Patagonia, la ciudad de Buenos Aires y barrios de la zona norte del Gran Buenos Aires. En 2012, una vez que Brvar reunió al equipo para llevar a cabo el proyecto, se comunicó con la escritora.
“Estoy asombrada. Y me siento bien, a pesar del grado de exposición que implica este proyecto, porque de alguna manera es una reivindicación para mi familia, lo que puede lograr una familia cuando un país le abre los brazos, le da un sitio donde trabajar y estudiar. Mis tres hermanos fueron a la universidad pública, yo estudié en dos Escuelas Nacionales de Bellas Artes, todo eso fue lo que la Argentina le posibilitó a mi familia, y así crecimos”. Ahora, ella vuelve al punto de partida, reconocida como escritora. “Todo comenzó con un libro, ¡y después dicen que la literatura no cambia a nadie!”, agrega. El film está incluido en la programación oficial del Festival Nacional de Cine esloveno y se proyectará el 11 de septiembre en Portoroz. A la Argentina, llegará en 2019.
Imágenes de autora huidiza
Inés Aráoz, la poeta de las imágenes del agua y la solidez porosa de los árboles, la burladora de las musas y creadora de un registro sensual del paisaje, protagoniza un documental escrito y dirigido por otro escritor tucumano. Entre marzo y junio de 2013, Fabián Soberón y el equipo conformado por Carlos Isas (director de fotografía), Puny Beltrán (guionista y productor), Lucas García (a cargo de cámara y edición) y Máximo Mena (guionista e investigador) filmaron Luna en llamas. En 2018, Leandro Herrera y Soberón dieron el corte final del documental, con música de Agustín Espinosa. En la película, que fue estrenada en Tucumán y se exhibió hace pocas semanas en Buenos Aires, la poeta aparece como una figura elusiva.
“Cuando conocí a Inés, era una persona huidiza, tímida, que solía rechazar las entrevistas y las exposiciones públicas. Su poesía circulaba más allá de su posición personal. Precisamente por ese misterio que la rodeaba quise bucear en el proceso de creación, en su modo de pensar la poesía”, cuenta Soberón. El documental asume la forma de un thriller. “‘La única respuesta a un enigma es otro enigma’, dijo Severo Sarduy. La película rodea el mito de autor y plasma un perfil posible, utópico de Aráoz”, concluye el director. Sin embargo, la escritora que aparece en Luna en llamas es la que conocen los lectores de su obra poética, una mujer risueña, irreverente y alejada de cualquier especie de hermetismo. El título del documental proviene de un poema de Aráoz, “Ache Efe”, dedicado al escritor tucumano Hugo Foguet, que fue pareja de la poeta.
Aráoz vive en una casa barco en la calle Italia, rodeada de objetos rescatados por ella y en compañía de seis galgos bautizados con nombres rusos. La autora de “La ecuación y la gracia”, “Pero la piedra es piedra” y “Agüita”, por mencionar tres títulos de su luminosa poesía, intenta acortar la distancia infranqueable que existe entre palabras y cosas. “Entiéndanse por intersticiales la hendedura entre un mundo y otro, los huecos del sentido, los espacios que median entre una y otra letra en la palabra, entre dos palabras, entre textos; los silencios de Beethoven, lo que cabe en la sinapsis, pero mucho más simplemente el exceso de luz que filtran los desgarrones y tisaduras del toldo precisamente frente a mi mirada ya cansada de curiosear los disparates de las nubes que a veces pasan por esta sala, mientras se espera”, escribió Aráoz en 1986.
Luna en llamas indaga las relaciones posibles entre poesía y cine. “La complejidad de la poesía de Aráoz, con sus sucesivas etapas, no puede ser desplegada en las imágenes cinematográficas. Poesía y cine implican dos modos de concebir el tiempo y Luna en llamas procura resolver la tensión entre instante y despliegue narrativo a través de una historia que estructura la pieza audiovisual. Se trata de la búsqueda de un personaje mítico: la poeta Inés Aráoz. En un documental, la poesía no está en el verso, sino que puede estar en un plano, en una imagen lograda”, resume el director.
En pocas semanas, la Editorial de la Universidad Nacional de Tucumán publicará la obra reunida de Aráoz, incluso las traducciones de poemas de Anna Ajmátova y Marina Tsvietáieva dadas a conocer en Rojo torrente de fresas.
Consultada sobre el documental, Aráoz hace honor a su fama de persona reservada. “Me es difícil opinar sobre algo en lo que estoy involucrada, más allá de que hasta ahora su proyección haya sido siempre ocasión de alegría, empezando por su estreno durante las VII Jornadas de la Red Interuniversitaria de Estudios de las Literaturas de la Argentina, en mi querida Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Tucumán, donde fui testigo del caluroso aplauso de la audiencia en un salón colmado”.
“Todo comenzó con un libro, ¡y después dicen que la literatura no cambia a nadie!” (Laurencich)
Aráoz vive en una casa barco rodeada de objetos rescatados