Acertada decisión de la Corte sobre Jones Huala
La Corte Suprema de Justicia confirmó la extradición del dirigente mapuche Jones Huala a Chile para que allí sea juzgado por los delitos de incendio en lugar habitado y tenencia ilegal de armas de fuego de fabricación artesanal.
A Huala, líder de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), se le imputa haber prendido fuego en 2013 una propiedad próxima a Valdivia, en Chile, como parte de las violentas acciones libradas contra compañías madereras e hidroeléctricas en memoria de un joven mapuche asesinado en 2008.
Para ordenar su extradición, la Corte rechazó previamente y con plena razón el argumento de la defensa del dirigente, que sostenía que si se accedía al pedido de la Justicia chilena existiría “riesgo de persecución por raza y nacionalidad”. Así, le dio la razón al juez federal subrogante en Bariloche, Gustavo Villanueva, quien había declarado procedente la extradición, medida que en su momento provocó injustificables incidentes promovidos por activistas.
En 2015, Huala, nacido en Bariloche, había ingresado en nuestro país junto con seis familias de la comunidad mapuche, y ocupó un predio de la familia Benetton, en el noroeste de Chubut. Tras la ocupación de las tierras comenzaron las acciones judiciales.
A diferencia de la mayoría de los mapuches, que no integran la RAM y son trabajadores pacíficos, esta agrupación y su líder aspiran, como lo definió Huala ante la nacion, al “control territorial, expulsando los latifundios y a las transnacionales”, y oponiéndose “a que se instalen empresas mineras, petroleras e hidroeléctricas”, al tiempo que propician “la recuperación de tierras productivas y sagradas en manos de latifundistas”.
Se trata de conceptos anacrónicos y falaces, y como tales quedarían archivados si no hubieran mediado acciones violentas. La presencia de esta rama absolutamente minoritaria y politizada de los mapuches cobró notoriedad nacional el año pasado por el caso de Santiago Maldonado. Mientras un grupo de miembros de la resistencia mapuche reclamaba la excarcelación de Huala y se llevaba a cabo un corte de la ruta nacional 40, una orden de desalojo realizada por la Gendarmería enfrentó a estos efectivos con los manifestantes y debido a ello, mientras intentaba escapar, Maldonado murió ahogado en el río Chubut.
Como ya expresamos en esta columna, los hechos por los que se lo acusa en el país vecino justifican la extradición. No se trata de un “perseguido político”, calificativo que vienen utilizando sin fundamentos desde sindicalistas detenidos hasta la expresidenta Cristina Kirchner.