Una mañana que desnudó las diferencias internas
Los principales referentes del Gobierno expusieron en el Consejo de las Américas
Mitad en la Casa Rosada, mitad en el Hotel Alvear por la reunión del Consejo de las Américas, el gobierno de Mauricio Macri vivió con tensión y nervios apenas contenidos una mañana en la que el precio del dólar pareció incontrolable, mientras crecían de manera exponencial los rumores de cambios, que no se agotaron con las palabras y los gestos de ministros y funcionarios.
Las primeras espadas del Gobierno que estuvieron en el hotel de Recoleta también dejaron en claro, aunque de manera sutil, las diferencias de criterio que hay en el seno de Cambiemos en torno a las puertas de salida que proponen para un laberinto intrincado.
Un rato antes de la reunión de coordinación encabezada por el Presidente en la Casa Rosada, de la que participó Emilio Monzó como invitado especial, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, llegaron, por separado y muy puntuales, al Hotel Alvear, en el que un auditorio de empresarios nacionales y norteamericanos esperaba, ansioso y algo pesimista, sus interpretaciones sobre el vendaval económico y sus recetas para salir de la crisis.
Sin dar entidad a los insistentes rumores sobre cambios de nombres, Peña y Rodríguez Larreta, se mostraron cohesionados y respaldaron con énfasis “el rumbo elegido” por el Gobierno en la reunión anual del Consejo de las Américas y la Cámara Argentina de Comercios y Servicios.
Casualidad o no, ambos recordaron los problemas que tuvo la gestión de Mauricio Macri en sus inicios en la ciudad, y destacaron su rol como “capitán del barco” en aquellas tormentas porteñas y en las actuales. Cerca del mediodía, y luego del paso a otros tres ministros (Andrés Ibarra, Javier Iguacel y Dante Sica), fue el titular de Interior, Rogelio Frigerio, quien habló de los “marineros” de ese barco, a los que calificó de “prescindibles, al igual que los instrumentos”, con lo que dejó abierta la puerta para los cambios de nombres que reclaman muchos empresarios y buena parte de la alianza gobernante.
Enfático como pocas veces, Peña defendió una vez más el rumbo elegido en sus quince minutos de discurso, aunque luego de la conferencia tuvo que negar, otra vez, eventuales cambios en el gabinete nacional. Al rato, el dólar superaba los 40 pesos por unidad.
“Somos el país que más veces ha engañado y mentido al resto del mundo, y que demostraba una y otra vez que no está dispuesto a cumplir con el equilibrio fiscal”, dijo Peña, y elogió el acuerdo con el FMI. “No gobernamos negando la realidad, y vamos a hacer todo lo que haga falta para salir con más democracia”, enfatizó el jefe de Gabinete y “cerebro” del Gobierno.
En los pasillos, los funcionarios de segunda línea que acompañaban a los ministros se mostraban preocupados. “¿El dólar a 40 pesos? Preguntale a Dujovne”, se desentendía un funcionario cercano a un ministro importante, en relación con el titular de Hacienda. En la noche del miércoles, Dujovne le había planteado un escenario optimista a la dirigencia del Consejo de las Américas en una reunión privada. Mientras el gobernador de Salta, el peronista Juan Manuel Urtubey, hablaba en los pasillos de un “plan económico a largo plazo, acordado y responsable”, en la Casa Rosada se buscaba un punto de equilibrio. “Tenemos que esperar, está todo muy volátil, vamos a ver cómo termina”, dijo a la nacion un alto funcionario antes de cortar la comunicación.
Casi a mediodía, Frigerio llegó al Alvear a plantear una visión alineada con la de Peña, pero con matices bien diferenciados. “Es tiempo de transmitir templanza (…) tenemos la responsabilidad de hablarle a la gente, más que a los mercados”, dijo el ministro del Interior. “Atravesamos un río embravecido, pero tenemos un capitán que maneja el barco y un equipo que puede cambiar, los marineros son prescindibles (…) Eso sí, no volvemos a un país aislado del mundo, y hay una idea parecida en una parte de la oposición”, dijo Frigerio. Desde el Gobierno repetían que “el problema no es Peña o Dujovne, sino la confianza”, afirmaron cerca de Macri.
“Macri quiere construir un capitalismo serio, hay que apoyarlo”, dijo el radical mendocino Alfredo Cornejo, que estuvo con Urtubey en la última mesa de debate. Nadie quiso anticipar qué ocurriría si hoy el dólar volviera a subir.