Frente al aumento de los precios, surgen nuevos hábitos de consumo
Los consumidores asumieron una actitud más cuidadosa al comprar; elegir segundas marcas, viajar menos y dar de baja servicios son algunas pautas
Por la inflación y la incertidumbre en el plano económico, los consumidores modificaron este año algunos de sus hábitos, según señalan los especialistas. Los cambios están orientados por una actitud más cuidada hacia el uso del dinero, que derivó en compras menores al momento de ir al supermercado, recortes en el uso de servicios, la selección de marcas mirando el precio y el acortamiento de los viajes.
“En 2018 hay dos años distintos: uno antes de abril y otro después. En el primer trimestre el consumo privado creció. Pero la suba del tipo de cambio genera cautela y hay que esperar a que se acomoden los precios relativos”, analizó Matías Boils Wilson, economista jefe de la Cámara Argentina de Comercio.
También planteó que existe una contradicción entre la suba en las ventas de supermercados y la baja de la actividad económica. Según el Indec, la actividad económica tuvo su mayor caída del año en junio, con una contracción interanual del 6,7%. Pero en el caso de la actividad en los centros de compras, se produjo en el mismo lapso una suba del 7,3% en las ventas a precios constantes. En este sentido, los especialistas enumeraron distintas tendencias que parecen convertirse en nuevas costumbres.
Bienes durables
Bolis Wilson explicó que una de las tendencias que se observaron a lo largo de este año, principalmente desde la corrida cambiaria de abril, es la compra de bienes durables. “Es una forma de protegerse contra la inflación. Por ejemplo, comprar autos o heladeras. Se adelanta el consumo porque sabés que dura años, y ante la incertidumbre no sabés cuánto va a costar en un par de meses”, dijo.
Precios “inteligentes”
Según los especialistas, se presta mayor atención al precio, incluso antes de ir a comprar. “La búsqueda se hace primero online, que permite ver el costo antes y no requiere ir al lugar”, contó Bolis Wilson.
El presidente de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), Juan Vasco Martínez, dijo que hay un consumidor más inteligente que sigue “la ruta de las promociones. “Pero depende de la estructura social. En la base de la pirámide hay más tendencia a usar el efectivo”, ejemplificó.
Segundas marcas
Fernando Moiguer, experto en estrategia de negocios, sostuvo que las marcas que más atraen a los consumidores son aquellas que logran cercanía por promociones o descuentos en días y horarios determinados y fomentan los productos propios. “Las compañías han desarrollado marketing de las segundas marcas y la brecha con las primeras se achica”, dijo.
Para Vasco Martínez, este año es atípico. “Los primeros meses hubo un incremento en el volumen de marcas de bajo precio, que representan en el total del consumo un 20%”, aclaró. Sin embargo, destacó que “el consumidor argentino toma decisiones con relación a las marcas. Antes daba vergüenza llevar una marca del supermercado por una presunción de menor calidad. Eso se superó, aunque todavía no es una explosión”.
Fernando Moiguer dijo que los consumidores entraron en “modo restricción”, lo cual no significa limitar el consumo a cero. “La gente tiene una velocidad de adecuación muy fuerte a estos contextos. Pero ahora las marcas deben dar más condiciones para que la gente compre”, afirmó.
Moiguer sostuvo que, si bien es más cuidado el consumo, se deja lugar a lo que él llama “la pequeña indulgencia”, es decir, bienes que pasaron a ser “premios”, como es el caso de los vinos.
Prepagas, celulares y TV
“La intención de disminuir el ticket promedio acelera la racionalización de los precios, es decir, cuánto se usa y cuánto se paga por los bienes y servicios. Así, lo prescindible se quita y lo imprescindible se evalúa con algún sustituto mejor y más barato”, manifestó Damian Di Pace, director de Focus Market.
“En una primera etapa del año, se percibió un incremento del costo de servicios que no tienen sustitutos; sin embargo, en el consumidor hay algunos comportamientos distintos”, contó Di Pace. Por ejemplo, la baja en los planes de telefonía celular o prepagas hacia opciones más accesibles. Igual que con Netflix y el acceso a Internet, los servicios de cable se volvieron “prescindibles”.
Más turismo local
El turismo es otro sector que percibió el cambio de tendencia. Ya no se ven las fotos de grandes compras en los shoppings chilenos, sino que las vacaciones o escapadas se hacen dentro del país.
Según el Observatorio Económico de Agencias de Viajes de Argentina, entre enero y mayo de 2017 y el mismo período de 2018 los pasajeros transportados en vuelos de cabotaje aumentaron 7% interanual, mientras que los vuelos internacionales cayeron 4%. “La baja en la cantidad de pasajeros de vuelos internacionales en junio más el aumento del tipo de cambio constituyen indicios de una caída en la cantidad de argentinos viajando al exterior”, informaron.
De hecho, los centros de esquí y la conectividad aérea local fueron los ganadores de esta temporada de invierno, aunque los costos para vacacionar en la Argentina aumentaron entre 20% y 25% en relación con el año anterior, producto de la inflación y la devaluación, según un relevamiento que la Cámara Argentina de Turismo hizo con la federación de cámaras provinciales.
De la premium a la súper
En lo que va del año, el combustible aumentó en ocho ocasiones. La nafta súper tuvo una variación acumulada del 25%, mientras que el segmento premium subió alrededor del 30%.
Las subas vienen de la mano de un cambio de consumo hacia opciones más accesibles. Según la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos (Cecha), la venta total de combustibles líquidos al público arrojó un aumento en el consumo general del 2,13% entre mayo y junio de este año, pero se observó una retracción del 2,95% en las ventas de nafta premium.