Discriminación y prejuicios: los casos de Cornet y Serena
Polémica en Nueva York por supuestos casos de “sexismo” y “machismo”; pedido de disculpas de la uSTA a la francesa advertida
NUEVA YORK.– Posiblemente el umpire Christian Rask no pudo dimensionar en ese momento, durante una tarde de intenso calor, la repercusión que tendría el ‘warning’ (advertencia) que le impuso a la francesa Alize Cornet, que se dio cuenta de que tenía la remera al revés antes de reanudar su partido ante la sueca Johanna Larsson, se la quitó unos segundos y se la colocó de la manera correcta. “Lo que hiciste no está bien, no te podés quitar la remera así nomás. Tengo que apercibirte”, le dijo Rask a la tenista gala. “Pero tenía la remera al revés”, se excusó Cornet. “No importa, no podés”, insistió el juez de silla. La situación se viralizó, y fue una de las noticias más trascendentes del US Open en medio de estas jornadas de temperaturas infernales.
Se habló de “sexismo”, “machismo” y “discriminación de género”. Con razones concretas. Cornet tenía puesto un corpiño y su cambio de remera duró unos pocos segundos; sus colegas del lado masculino, como Novak Djokovic, Roger Federer y varios más, también se cambiaron remeras, pero permanecieron más tiempo con el torso desnudo… y no hubo apercibimientos al respecto. La situación resultó llamativa en un torneo de Grand Slam con una mentalidad abierta: el complejo en el que se juega el US Open lleva el nombre de Billie Jean King, la leyenda que batalló como jugadora por los derechos de las tenistas, para que recibieran el mismo trato y premios que los hombres, y luego por una sociedad más inclusiva. King, presente en todo momento durante el US Open, fue contundente: “Esa regla (de vestimenta) es obsoleta e impracticable. Aquí estamos para cambiar eso”.
Horas después, la federación estadounidense –USTA–, como organizadora del torneo, emitió un comunicado en el que explicaba: “Todos los jugadores pueden cambiarse la remera mientras están en el banco de descanso, eso no representa una violación del código (de indumentaria). Lamentamos que se le haya impuesto una advertencia a la señora Cornet. Hemos clarificado la regla para que esta situación no se repita. Por fortuna, solo fue una advertencia, y no habrá otra penalidad ni multa. Las jugadoras, si lo desean, pueden cambiarse sus remeras en un lugar más discreto cerca de la cancha, si hay disponibilidad”.
Cornet aceptó las disculpas de la USTA: “Aprecio esa actitud. La verdad, estoy sorprendida con la dimensión que tomó este tema. Porque en la cancha, sólo pareció un error del umpire y nada más, yo lo tomé así en ese momento. Tampoco es algo que me haya pasado muchas veces… porque suelo ponerme la remera del modo correcto”.
La tenista francesa le quitó trascendencia a un tema que la tuvo como protagonista, no dudó en expresar que en el tenis hay bastante igualdad de género, pero también recordó con tono crítico lo sucedido días atrás, cuando el presidente de la Federación de tenis de su país, Bernard Giudicelli, señaló que Roland Garros tendrá un código de vestimenta para que no sea permitido el ‘cat suit’ (traje enterizo) de post parto que Serena Williams empleó este año en el abierto francés. “Hay que respetar el deporte y el lugar”, señaló el dirigente.
“El tenis suele estar en el camino correcto en este tema de la equidad entre varones y mujeres. Pero a veces hay gente como el presidente de mi federación, que vive en otra época, y hace esta clase de comentarios. Lo que dijo Giudicelli sobre el traje de Serena fue 10.000 veces peor de lo que me pasó a mí en la cancha, porque él es el presidente de una federación y no puede decir lo que dijo”, disparó Cornet. Acaso el dirigente no estaba al tanto de que Serena utilizó ese traje enterizo al estilo Black Panther no por una cuestión de moda, sino porque le ayudaba a mejorar la circulación e impedía la formación de coágulos sanguíneos como los que sufrió después de dar a luz a su hija Alexis Olympia.
En este US Open, Serena cambió y se presentó con un vestido negro con tutú. La exnúmero 1 del mundo eligió soslayar los dichos de Giudicelli. “Cuando se trata de moda, no quieres repetir los modelos”, bromeó. En la tercera rueda, hoy se enfrentará con Venus, su hermana mayor, en otro capítulo del mayor clásico del tenis femenino en las últimas dos décadas. Un partido que aquí es largamente esperado, e incluso varios jugadores fueron consultados al respecto, entre ellos Juan Martín del Potro. Cuestiones de moda al margen, la menor de las Williams fijó su posición con una inscripción en sus zapatillas: “Queen Serena” (Reina Serena).