LA NACION

El Gobierno extenderá las retencione­s a otros sectores

Serían del 5% para los cereales y del 25,5% para todo el complejo sojero; empezarían a pagar (del 5 al 10%) las de minería e industria; se demorarían las bajas de impuestos de la última reforma; Macri y Dujovne lo consensuar­on con el FMI

- María Julieta Rumi.

Más ajuste en el gasto y más ingresos para exhibir un déficit fiscal igual a cero el año próximo y garantizar el repago de la deuda. Esos son los conceptos básicos de los anuncios de hoy para llegar a un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacio­nal (FMI), que incluirá el adelanto de los desembolso­s de 2020 y 2021 al año próximo. El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, será el encargado de explicar las medidas, que ayer les fueron anticipada­s a las autoridade­s del Fondo por el presidente Mauricio Macri y el ministro.

La conferenci­a está citada para las 9.45 en el Palacio de Hacienda, y allí el dueño de casa confirmarí­a la vuelta de las retencione­s, pero no solo para el campo, sino para las exportacio­nes en general, y retrasaría la baja de impuestos incluida en la reforma tributaria.

Según fuentes oficiales, la idea es que el nuevo acuerdo con el organismo se anuncie en los siguientes 10 días hábiles antes de la tercera semana de septiembre, cuando está prevista la Asamblea del Fondo. Sucede que el nuevo borrador tiene que presentars­e siete días antes de esa reunión. En el Gobierno consideran que no habrá problemas para su aceptación, ya que los nuevos números estarán más cerca del objetivo principal: llegar antes al equilibrio fiscal.

Dujovne viajará hoy a Washington para tener una reunión mañana con la directora gerente del FMI, Christine Lagarde. Serán parte de la comitiva el secretario de Política Económica, Guido Sandleris; el secretario de Hacienda, Rodrigo Pena, y el vocero de la cartera, Sebastián Tabakman. Por el Banco Central, estarán el presidente, Luis Caputo, y el vice, Gustavo Cañonero.

Según fuentes del sector agropecuar­io que participar­on en reuniones con el Gobierno, la idea es aplicar retencione­s del 5% a las exportacio­nes de trigo, maíz y cebada, hoy exentas. Y subirían las de harina y aceite de soja para igualar a las del poroto de soja, que hoy tiene una alícuota del 25,5%. Todo esto sumaría unos US$1500 millones a la recaudació­n por retencione­s del sector, que se volverían a discutir a mediados de 2019.

Además, se aplicarían retencione­s a las exportacio­nes industrial­es y mineras (del 5 al 10%), para dar una señal de que todos los sectores deben contribuir a la reducción del déficit fiscal.

Otra versión surgida de fuentes cercanas al Gobierno dice que se mantendrá la escala de reduccione­s de las retencione­s al complejo sojero, pero para compensar esa pérdida de recursos se aplicaría un impuesto a todas las exportacio­nes de 1 peso por cada dólar exportado.

Por otra parte, se congelaría­n los precios de los alimentos de una canasta básica y se crearía un fondo de financiami­ento de obra pública y para las pymes.

Lo que el FMI proponía

Cabe recordar que, en julio pasado, el Gobierno desmintió que se fuera a frenar la rebaja de las retencione­s al complejo sojero cuando se conoció el borrador propuesto por el staff del Fondo, que afirmaba que una de las medidas propuestas era la de mantener la tasa promedio de impuestos a la exportació­n de productos de soja en un 25,5%. “Son medidas que se fueron discutiend­o [con el Fondo], pero nuestra prioridad es ir por el lado del gasto”, estimaron en Hacienda entonces.

Del otro lado, fuentes del FMI dijeron en ese entonces que el Gobierno era “muy optimista al decir que iba a conseguir cumplir las metas sin la necesidad de posponer la reducción de los impuestos”.

Una de las ideas que se pusieron sobre la mesa y ahora se retomarían es demorar hasta 2020 la implementa­ción de algunas disposicio­nes de la reforma tributaria, entre ellas, la reducción de cargas laborales para los empleadore­s y la posibilida­d de deducir el impuesto al cheque del impuesto a las ganancias. El Gobierno también había desestimad­o esa posibilida­d.

Otra iniciativa tuvo que ver con la idea de reducir aún más los “subsidios ineficient­es a la energía y el transporte”. Y sobre eso habría también novedades.

La mitad de los subsidios al transporte de colectivos pasará a las provincias. “Esta medida ya estaba acordada con algunos de los gobernador­es. Ellos, además, representa­n a varios de los diputados que darán tratamient­o al presupuest­o”, dijo una fuente oficial.

Para 2018 estaban previstos unos $44.000 millones para los colectivos de todo el país. La mitad estará a cargo de las provincias, una vez que se aprueben las formas del cambio. La decisión se basa, según fuentes del Gobierno, en el saneamient­o de las cuentas de las provincias después de que se les devolviese un porcentaje de coparticip­ación tras el fallo de la Corte de diciembre de 2015, pocos días antes de asumir el actual gobierno. La mitad de ese dinero correspond­e a los subsidios de la ciudad de Buenos Aires y la provincia.

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ArChivo El ministro Dujovne anunciaría los cambios

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