Campaña agitada en Brasil
Los sectores más pragmáticos quieren lanzar ya la postulación de Haddad, pero desde el entorno del expresidente quieren esperar el resultado de una apelación; hoy hay una reunión clave en la cárcel
La impugnación de Lula divide al PT.
RÍO DE JANEIRO.– El Partido de los Trabajadores (PT) está dividido.
Tras la impugnación de la candidatura del encarcelado expresidente Luiz Inacio Lula da Silva para las elecciones del 7 de octubre, sectores pragmáticos petistas exhortan a que sea lanzada cuanto antes la postulación de su previsto reemplazante, el exalcalde de San Pablo Fernando Haddad, hasta ahora aspirante a vice. Pero el equipo de defensa del exmandatario logró convencer a algunos líderes de la agrupación de esperar el resultado de una apelación que se realizará ante la Corte Suprema.
La postura que finalmente adoptará el PT por los restantes 33 días de campaña será definida hoy, en una visita que Haddad y la presidenta del partido, Gleisi Hoffmann, harán a Lula en su celda de la Superintendencia de la Policía Federal, en Curitiba.
“Pediríamos una medida cautelar para que Lula permanezca como candidato hasta, por lo menos, el análisis de los embargos de declaración”, explicó el abogado Luiz Fernando Casagrande Pereira en un mensaje de WhatsApp enviado a varios miembros del partido, al que tuvo acceso el diario Estado de S. Paulo.
Se refería a los recursos presentados ya ante el Tribunal Superior Electoral (TSE), que en la madrugada del sábado, tras una extensa sesión, juzgó “inelegible” a Lula por estar preso desde abril, en cumplimiento de una sentencia a 12 años de cárcel por corrupción vinculada a la operación Lava Jato.
Según la legislación electoral vigente –la ya famosa ley de ficha limpia, sancionada por el propio Lula al finalizar su segundo mandato, en 2010–, ninguna persona condenada en segunda instancia por un órgano colegiado puede competir para un cargo electivo.
El año pasado, el juez federal Sergio Moro, en Curitiba, halló a Lula culpable de haber recibido de la constructora OAS un departamento tríplex como “soborno en especie” a cambio de garantizar a la compañía jugosos contratos con la estatal Petrobras durante su gobierno (2003-2010). En enero de este año, el Tribunal Federal de la 4ª región, en Porto Alegre, no solo ratificó el fallo de Moro, sino que aumentó la pena original de nueve años de reclusión a 12 años y un mes.
Para el equipo de defensa del expresidente, el hecho de que la impugnación de la candidatura de Lula en el TSE haya sido aprobada por seis votos a favor y uno en contra permitiría todavía mantener cierta esperanza de un triunfo judicial ante el Supremo Tribunal Federal (STF). De los once miembros de la Corte, tres forman parte del TSE: Rosa Weber y Luis Roberto Barroso, que votaron por la impugnación, y Edson Fachin, que fue el único disidente.
Por el protocolo del STF, ninguno de ellos tres ni la presidenta de la Corte, Carmen Lucía Antunes Rocha, podrían quedar a cargo de analizar una eventual pedido de medida cautelar de los abogados de Lula. Con esa limitación, la responsabilidad quedaría en mano de alguno de los otros siete magistrados, de los cuales hay tres que tienen un historial de decisiones favorables al PT (Gilmar Mendes, Ricardo Lewandowski y José Antonio Dias Toffoli). Se trata de una apuesta arriesgada, pero que podría tener éxito, según los abogados.
Mientras tanto, el PT podría sacar provecho de la “ambigüedad” del TSE, que aunque vetó la candidatura de Lula, le dio al partido 10 días para nombrar un reemplazante y prohibió que el expresidente aparezca como “candidato” en los anuncios petistas del horario gratuito de propaganda en radio y televisión, le permitió al partido que Lula sea presentado como un “soporte” o “simpatizante” del postulante definitivo, con la limitación de que su presencia no supere el 25% del tiempo de los spots.
El PT ha explotado al máximo esta concesión para que la imagen y voz de Lula (grabadas antes de que fuera preso, el 7 de abril) sirva de apoyo a Haddad, aunque el exalcalde y exministro de Educación lulista nunca es presentado en los avisos como candidato ni a vice ni a presidente.
Los spots se han vuelto básicamente un instrumento de denuncia petista en los que se acusa de “fraude” a la Justicia Electoral y se promete luchar hasta el final por la liberación de su máximo líder.
La estrategia del PT es acentuar una narrativa de victimización de Lula que luego haga más fácil una identificación de Lula con Haddad, para que la transferencia de votos lulistas sea más fuerte.
Varios de los otros candidatos a la presidencia ya han criticado con dureza lo que consideran un “abuso” por parte del PT.
“Lo que estamos viendo ahí en la TV es un engaño del PT, un engaño vergonzoso”, se quejó el aspirante del Partido de la SocialDemocracia Brasileña (PSDB), el exgobernador de San Pablo Geraldo Alckmin.
“Están escondiendo al candidato que efectivamente va a ser candidato. No se engaña al pueblo; la primera condición de la vida pública es la verdad”, resaltó.