Lopetegui y Quintana, del centro a la periferia
Los vicejefes de Gabinete serán desplazados a un lugar secundario
Manejaron el tablero del Gobierno desde el bajo perfil. Llegaron a tener el control de los 21 ministerios de la administración de Mauricio Macri y fuerte poder de decisión en materia económica y de obra pública, siempre a la sombra de Marcos Peña. Tras casi 34 meses de gestión, Gustavo Lopetegui y Mario Quintana dejarán sus cargos como vicejefes de Gabinete.
Ambos venían de la actividad privada. Quintana como CEO del fondo de inversiones Pegasus, que controla a la cadena Farmacity. Por su parte, Lopetegui fue el creador de la cadena de supermercados de segundas marcas Eki Discount, tarea en la que tuvo colaboración de su compañero de tareas en la Jefatura de Gabinete.
Se conocieron en los años 90 en la consultora internacional McKinsey, en la que se forjaron como hombres de negocios. De los dos, el más polémico siempre fue Quintana. Desde que se conoció su designación en el Gobierno, fue blanco de las críticas de la oposición por su participación en Pegasus. Si bien había renunciado a su cargo como CEO tuvo que vender, recién este año, su tenencia de acciones en el fondo.
En el ínterin fue cuestionado por el kirchnerismo por la supuesta influencia a favor del laboratorio Northia, también administrado por Pegasus, en la compra de medicamentos por parte de la Anses.
Ayer, Elisa Carrió fue la única voz pública que se alzó a favor del dúo de funcionarios, planteando su duda sobre si la salida de la dupla del Gobierno obedecía a la presión de los laboratorios medicinales por la reducción en los precios de los medicamentos comprados por el Gobierno.
Por su parte, Lopetegui siempre pudo mantener el bajo perfil, un reflejo de su metódica personalidad.
En el reparto de funciones, Lopetegui se centró en la obra pública, de la que llevaba un pormenorizado detalle en planillas de Excel cuya precisión era motivo de comentario en el mundo de la política.
Cuando lo nombraron en el Gobierno era CEO de Lan Argentina, lo que le valió críticas tras la salida de Isela Costantini de Aerolíneas Argentinas y por la política de incentivo a las low cost. En 2004 fue ministro de Producción bonaerense durante la gestión de Felipe Solá.