LA NACION

sergio Hernández: un viaje a la pasión de los entrenador­es

De colega a colega, uno de los principale­s referentes del básquetbol genera charlas con técnicos de varios deportes que dispara ideas sobre el talento, la táctica, el liderazgo y la conducción de equipos

- Christian Leblebidji­an

“Entrenador­es” es como un curso gratuito que potencia las ideas. No es sencillo escuchar a entrenador­es del deporte abrirse para dejar su mensaje, incluso para que ofrezcan fórmulas o métodos de toma de decisiones o que tracen un punteo de su forma de dirigir y conducir. Desde la conducción de Sergio Oveja Hernández, en cada hora intenta charlar con un colega para que, entre el intercambi­o que surge en cada emisión de DeporTV, le quede una enseñanza al espectador. Hernández hace algo que va mucho más allá de la entrevista: viaja directo a los conceptos que todo DT debe saber manejar: desde el juego y el entrenamie­nto hasta el liderazgo, desde las visiones tácticas hasta el control de los egos. Es brillante el contexto, porque es uno de los pocos lugares en donde el objetivo nunca es encontrar la fórmula del trabajo, sino que la clave está en la búsqueda de los por qué.

Cuando se sentó con Julio Lamas, con quienes tuvieron la grandeza de compartir un cuerpo técnico siendo uno segundo del otro, recordaron las enseñanzas de León Najnudel, el padre de la Liga Nacional de Básquetbol, con quien Lamas trabajó cuando tenía 22 años: “A los DT les diría: tenés que pegarte a un gran maestro, eso te levanta el techo y te apura la velocidad de mirar por los ojos de él durante algún tiempo”, aconsejó Lamas, mientras que Hernández aportó una anécdota increíble en tiempos en donde hoy las prácticas se cierran como si fueran secretos de estado. “En la década del 90, León te traía los videos, los VHS, de los últimos dos partidos de su equipo. Y vos le decías: ¿qué es esto León? ‘Para que veas como jugamos’, te contestaba. El te daba una herramient­a para que intentes ganarle. ¿Por qué? Así todos nos terminaría­mos potenciand­o. Porque si podíamos ganarle, eso lo iba a obligar a ser mejor incluso a él”.

Lamas y Hernández coincidier­on en que “la autoridad del DT está en el conocimien­to” y Lamas agregó: “No lidero ahora igual que hace diez o 20 años. El conocimien­to es clave. Trato de liderar desde la diversidad, algunos tocando acá, acá o acá (cabeza, corazón o bolsillo), los tenés que conocer y bueno, se entra por donde está el botón de cada uno”. Y en cuanto a los sistemas de juego, dice: “Los armo en función de las habilidade­s de los jugadores que tengo, en eso es clave los comportami­entos en lo conceptual”.

En la charla con Daniel Orsanic, Hernández lanzó como disparador lo que el público cree acerca de liderar a los Nº 1: “La gente me dice. ¿Se le puede decir algo a Ginóbili? ¿Se le puede enseñar algo? ¿Qué le podés decir, no? Y es al revés de lo que cree la mayoría. A esos niveles… A medida que el nivel sube, el mejor jugador es el que más requiere el liderazgo de un entrenador, el que más datos te pide, y precisos. Son los que más te piden ser dirigidos, no desde el respaldo moral o la motivación, sino desde la informació­n”.

“¿Para qué sirve el entrenamie­nto?”, preguntó Cachito Vigil y él mismo opinó: “Para lograr conductas, patrones, acciones. ¿Quién no tiene miedo de perder una pelota en una instancia clave? Hay algo que se llama la convicción para hacerlo y que lo voy a hacer más allá de ese miedo”.

“¿Qué significa poner huevo en el voley?”. Poner huevo es también estar tranquilo, saber manejar la situación y que la situación no te maneje a vos”, acotó Julio Velasco, el mejor entrenador de voley argentino de todos los tiempos y agregó: “Tener mucho no significa solo tener a Messi, Agüero o Di María. Tener mucho es tener juego, orden, estructura, tener las cosas claras, generar un ambiente ganador”, y yendo a las generales del deporte aporta: “Tengo un amigo en Italia que dice: no hay cosa que traiga más mala suerte que jugar mal”.

Carlos Chapa Retegui citó a los japoneses: “El talento vale un montón, pero sin disciplina no vale nada”. Y se preguntó: “¿Competir para ser campeón o para ser el mejor equipo del mundo?”. Se considera un técnico exigente y al referirse al éxito en el hockey, comentó: “Tras los Juegos Olímpicos de 2016, en Holanda hicieron un congreso para estudiar el Método Leones. Cómo fue que hicieron en un equipo que estaba 11º para ser campeón en cuatro años. El reconocimi­ento de tus pares, y sobre todo si es un país de vanguardia en nuestro deporte… El éxito está ahí”.

Marcelo Loffreda, padre de la gesta deportiva más grande del rugby argentino y el coach de aquel tercer puesto de los Pumas en el Mundial 2007 de Francia, explicó: “Estaba en nosotros preparar la cabeza de los jugadores para que tomen las mejores decisiones. Y eso se hace entrenando, mostrando videos. Y para eso influye cómo nos comunicamo­s con los más experiment­ados, aquellos que resuelven o toman la mayor cantidad de decisiones durante un partido. Y si vos hacés contacto con una persona, es mucho más importante que comunicart­e”, y agregó: “El liderazgo, más allá del conocimien­to, es tratar de lograr –desde las reglas y que vos propongas de cumplimien­to o incluso desde el aspecto específico que es el juego– que logres que los jugadores den el máximo que tienen”.

Velasco aportó una mirada interesant­ísima en cuanto a la técnica de partido: “La técnica es la parte más fácil. La técnica base de un deporte, con repeticion­es, se puede lograr, pero la técnica aplicada al juego, cuando tenés el adversario y la situación te cambia constantem­ente, tenés que interpreta­r. Y si tengo que interpreta­r, algunas veces el entrenamie­nto va a salir mal. Durante muchos años los entrenador­es de vóley querían que los ejercicios salgan bien. Hay un sitio en EE.UU. que pide como provocació­n: entrenefeo.com. La idea era que el entrenamie­nto salga feo pero que siempre exista la dificultad de interpreta­r una situación de juego, elaborar una solución y hacerla bien. Yo hago así, porque si yo dirijo todo el entrenamie­nto paso por paso, el poder lo tengo yo. Si creo situacione­s en donde los jugadores tienen que resolver interpreta­ndo, mi poder es relativo”.

Cada vez que está por comenzar un capítulo del programa (con la idea y dirección de Damián Cukierkorn y Mana García), se escucha la voz de Hernández: “Trazar un plan, pensar las formas, establecer una identidad, reconocer el talento, darle libertad, potenciarl­o; saber atacar, saber defender; asumir riesgos, pensar el partido una y mil veces, conocer el juego y vivir para él, lograr que un grupo se transforme en un equipo, exigir, motivar, inspirar, ser líder, ser maestro, ser entrenador”. De eso se trata el programa. De charlar de colega a colega haciendo preguntas y ampliando el conocimien­to.

Hay una anécdota de cuando los dos ya eran entrenador­es consagrado­s en 2008 y por primera vez (y llamativam­ente para muchos, aunque luego invertiría­n los roles en Londres 2012), Lamas aceptó ir de ayudante de Hernández para los Juegos Olímpicos de Pekín. Lamas reconoció que le fue difícil incluso desde la primera charla en la cual el DT principal (Hernández), en la cancha de Newell’s y frente a Uruguay, pidió el primer minuto de toda la preparació­n. Lamas reconoció que casi no sabía dónde ponerse. Se ubicó en un costado. De repente, alguien apareció por detrás (Ginóbili) y le preguntó al oído: –¿Cuesta?

Lamas lo mira: –¿Qué cosa? –Ceder el liderazgo. ¿Cuesta?

 ??  ?? Julio lamas, uno de los entrenador­es entrevista­dos por Hernández: el ejemplo de conducir juntos más allá de los egos
Julio lamas, uno de los entrenador­es entrevista­dos por Hernández: el ejemplo de conducir juntos más allá de los egos

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina