El impacto de la macro
El mercado de oficinas fue uno de los más activos de los últimos años. De hecho, hace pocos meses, se festejaban los primeros guiños de inversión y confianza en el país cuando Equity International (EI), Goldman Sachs Merchant Banking Division (GS MBD) y Centaurus Capital (CP), junto a Grupo Pegasus, anunciaron la conformación de ARG Realty Group (ARG), una compañía de real estate basada en Buenos Aires con un plan de inversión de US$300 millones principalmente en proyectos de oficinas y centros comerciales. Atraídos por la ocupación full, los inversores pusieron la mira en este negocio. Por eso y pese al complejo escenario macro, el mercado de pisos premium mostró indicadores saludables. Por caso, al cierre del primer semestre la producción de nueva superficie incrementó el inventario en 40.200 m2, cifra que iguala a la producción total alcanzada en 2017. Ahora bien, el cimbronazo cambiario podría cambiar algunos números. Ya se está hablando de una potencial baja de los valores de alquiler que hoy promedian los US$28 por metro cuadrado. Paradójicamente, el mercado de venta mantiene su actividad. “Los compradores quieren acelerar el proceso, cerrar la compra. La sensación es que la propiedad les da una seguridad mayor que el billete”, resume Herman Faigenbaum, director general de Cushman & Wakefield. Postales de una coyuntura que pone a prueba, una vez más, a los argentinos.