LA NACION

Faltante de vacunas

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Los faltantes de vacunas en nuestro país son un claro retroceso en materia sanitaria. Oportuno es recordar al doctor Ramón Carrillo, nuestro primer ministro de Salud, neurociruj­ano y sanitarist­a eminente, que creó más de 500 hospitales públicos y establecim­ientos sanitarios, participan­do personalme­nte en campañas masivas de vacunación antivariól­ica y antidiftér­ica, por las epidemias de fiebre amarilla, por las enfermedad­es venéreas y el paludismo. Durante el periodo de Cristina Kirchner hubo claros avances en materia de salud, con su programa Sumar, de vacunas, Salud Materno Infantil y Plan Estratégic­o 2011-2016 del Programa Nacional de Chagas. Cuba, con su programa nacional de inmunizaci­ón, es líder en la región. Las enfermedad­es transmisib­les dejaron de ser la principal causa de muerte en ese país. Cuba ha eliminado seis enfermedad­es: poliomelit­is, difteria, sarampión, parotiditi­s, rubéola y tos ferina. La medicina sanitaria debe enfrentar el problema de la subaliment­ación, la pobreza , el hambre, que generan enfermedad­es: un tercio de la población que no come lo suficiente, para vivir en estado de salud. Es un problema médico- social y al mismo tiempo económico, de distribuci­ón de los alimentos. Hay una mala distribuci­ón de nuestra riqueza alimentici­a, lo decía Carrillo en 1949 en “Política sanitaria argentina”.

Los derechos sociales deben ser progresivo­s, sin duda estamos retrocedie­ndo, es hora de encender las alarmas. El derecho a la salud es un derecho humano fundamenta­l (artículo 75, inciso 22 de la Constituci­ón).

María Angélica Coma

DNI 10.224.688

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