Ventas en negro
En la ciudad de Buenos Aires y en las áreas del micro y macrocentro coexisten innumerables comercios, de todo tipo y tamaño, que ofrecen y venden al público mercadería de la más variada especie. Desde siempre la práctica es comprar al mejor precio posible y vender con la mayor ganancia posible. Si para ello hay que eludir las obligaciones fiscales en vigor, se eluden. En todo caso, se da una factura o comprobante de caja (obviamente no fiscal) para que la persona pueda registrar la compra. Evade el que compra, evade el que vende y los organismos de fiscalización evaden su cometido y responsabilidad. Situación que se propaga en el resto del país. Pero la rueda no cierra allí. Como la venta en negro no genera recursos fiscales para mantener los millones de desocupados que no encuentran –y no buscan– trabajo formal, el erario público debe sostenerlos con subsidios y planes que se mantienen con otros impuestos que pagan los que compran y los que venden; sustitución de los eludidos en las operaciones comerciales. Es el perro mordiéndose la cola.
Este es uno de los problemas y no el único. Se da en toda la escala del espectro socioeconómico de la Argentina. No genera trabajo ni riqueza y fomenta la corrupción. No es, entonces, un dato menor.
Jorge Lo Valvo
DNI 5.999.493