Impulsan zonas poco desarrolladas
El nuevo Código de Edificación para la ciudad ha generado controversias entre los desarrollistas, más allá de lo que pueda indicar toda lógica entendida para un crecimiento sostenible de las urbes modernas focalizada en la densificación y concentración edilicia para el mejor aprovechamiento y maximización de la infraestructura preexistente. La realidad es que este concepto no es viable si las ciudades no cuentan previamente con la infraestructura e inversión adecuada, lo que puede generar colapsos a nivel de la provisión de los servicios básicos como dicotomías en términos de arquitectura. Por otro lado, el código vigente, a esta altura obsoleto, más las transgresiones, especulaciones y en algunos casos hasta cierta falta de creatividad para generar edificios a gran escala que sean respetuosos del entorno, han generado situaciones aberrantes en detrimento de una saludable convivencia edilicia, sobre todo, en aquellos barrios menos densamente poblados alterando su escala. También y como contrapunto, no se puede desconocer que algunos desarrollos inmobiliarios terminan aportando en última instancia impulso a la zona y consiguiente revalorización. Dicho esto, es bueno y también bienvenido para una gran mayoría de consenso, un Código que sea más respetuoso de la idiosincrasia barrial, impulsando un completamiento y compensación por alturas más adecuado para la clásica manzana conforme a necesidad en cada sector, procurando así alturas más uniformes y propiciando a futuro un perfil edilicio más homogéneo; limitando sólo a las grandes avenidas las alturas más altas que no superarán los 38 metros de altura y solo a ciertos sectores de la ciudad las torres más elevadas. Esto también devendrá en un mayor incentivo para los pequeños y medianos desarrollistas para insertarse más decididamente en una mayor diversidad de áreas dentro de la ciudad que se verán favorecidas por el nuevo código como consecuencia de un derrame lógico de las más tradicionales y demandadas, ya muy densificadas; aportando además, un mejoramiento en la calidad de vida pero con respeto a la escala preexistente. •