test drive adn italiano, mecánica potente y look deportivo para el alfa romeo veloce tct.
El Alfa Romeo Giulietta Veloce Quadrifoglio conserva su estética deportiva cautivante, pero agrega más potencia a su motor 1.8 L con turbo: ahora ofrece 240 CV y mucha diversión
Antes que todo hay que hacer una aclaración: la denominación Veloce identifica a los autos deportivos pero no extremos de Alfa Romeo, ya que para ésos está reservado el nombre Quadrifoglio y son los únicos que pueden lucir el trébol de cuatro hojas dentro del triángulo blanco. ¿Por qué esta explicación? Porque en el caso de este Giulietta Veloce Quadrifoglio estamos ante la versión que en todo el mundo se conoce como Veloce a secas, pero sucede que en nuestro país y por una cuestión de costumbre de identificar a los tope de gama de Alfa como Quadrifoglio, se lo denomina de esta manera. Hecha la aclaración, no queda más que decir que este Veloce es un hot hatch bien picante y que es de la última generación, que recibió un leverestyling respecto de la lanzada en 2011. Y afortunadamente, sigue manteniendo esas líneas tan sensuales y encantadoras como modernas que le son características.
Como se dijo, los cambios son mínimos: en el exterior la parrilla en forma de corazón es un poco más aguzada y por debajo está rematada con una toma de aire generosa con bordes rojos; los faros ahora son full LED. Esta unidad estaba pintada de un gris mate denominado Grigio Racer (opcional a US$720) que realmente le queda muy bien y que sin duda acentúa la deportividad.
El interior tampoco muestra demasiadas novedades y siguen abundando los cromados y los detalles en rojo en los materiales de excelente calidad. Las butacas son bien deportivas y el espacio en las plazas traseras es el justo y necesario para que viajen dos adultos cómodos.
El equipamiento ofrece pantalla multimedia touch de 5” (sin cámara de retroceso ni GPS), techo corredizo eléctrico, climatizador bizona y control de velocidad crucero, a lo que suma un completo pack de elementos de seguridad que incluye frenos con ABS y EBD, controles de tracción (ASR) y estabilidad (VDC), 6 airbags, sensor de estacionamiento trasero y monitoreo de presión de neumáticos.
El cuore de este Giulietta es el conocido motor TB Multiair 1.8 L con turbo que fue mejorado para agregarle unos 10 CV y llevarlo a 240 CV (a 5250 rpm), al tiempo que también se le aumentó el par de 34,4 a 35,6 kgm desde las 1900 rpm; éste se acopla a la caja automática TCT de doble embrague y 6 marchas con levas al volante (un poco chicas y de plástico…), y la tracción es delantera con el autoblocante Q2.
Además, y como todos los modelos de la marca, cuenta con el sistema DNA de selección de manejo, que adapta el coche al estilo de conducción y que permite optar entre: Dynamic
(estira las vueltas, el acelerador es más rápido y la dirección se endurece) para quienes buscan un manejo deportivo; Natural, que baja el consumo, y All-weather, para condiciones de baja adherencia.
El conjunto mecánico funciona de maravillas y con una gran versatilidad. Por ejemplo, en el modo D muestra todo su potencial desde bien abajo y a medida que sube en el tacómetro sigue dando respuestas y ofreciendo siempre un poquito más. Así, alcanza una velocidad máxima de 244 km/h, acelera de 0 a 100 km/h en 6,2 s y recupera de 80 a
120 km/h en 5 s. Eso sí: los consumos ahí se disparan, ya que, por caso, a 130 km/h el régimen está en las 3200 rpm y los consumos promedian casi
10 L/100 km, por lo que si lo que se busca es una conducción más relajada y económica conviene llevarlo siempre en N (el gasto en ruta a 120 km/h baja a 7,5 L/100 km).
Este Veloce calza neumáticos de 17” de talón bajo y pese a esto el confort de marcha es muy alto: no se siente en la espalda y la maniobrabilidad es superior. Pero eso sí: hay que tener un poco de cuidado en los lomos de burro y en las calles muy poceadas ya que es bastante bajito y suele tocar. Por supuesto, el comportamiento dinámico es excepcional y digno de un deportivo: aplomado y estable, marcha bien agarrado, y cuando es necesario, como en curvas rápidas, transmite muchísima seguridad sin movimientos nocivos (en esto colaboran la dirección bien firme y precisa, el VDC y ASR y los frenos Brembo de competición. En definitiva, un sport que encanta no solo por su fisonomía sino también por sus prestaciones. •