La búsqueda del ARA San Juan Zarpó el buque noruego desde Comodoro Rivadavia.

El Seabed Constructor partió de Comodoro Rivadavia; Aguad rescató el carácter científico de la misión y dijo que el país necesita submarinos

COMODORO RIVADAVIA.– El buque Seabed Constructor zarpó ayer por la tarde del puerto de esta ciudad, rumbo al área donde, según supone la expedición, podría encontrarse hundido el submarino ARA San Juan, a 300 millas náuticas de esta ciudad. Minutos antes de la partida, el ministro de Defensa, Oscar Aguad, aseguró que la nueva búsqueda será “científica” y se hará con “un barco inteligente, con mucha tecnología”. Confió que el Gobierno tiene “muchas expectativas de poder encontrarlo, al igual que el capitán del barco y el CEO de la empresa Ocean Infinity”.

El área de búsqueda, en la primera etapa de la misión, está a 300 millas náuticas en línea recta, desde Comodoro Rivadavia. Allí se explorarán tres puntos con los cinco vehículos remotos AUV, que a juicio del ministro son “los teledirigidos más modernos que hay en el mundo”. En diez días barrerá una superficie de 3200 kilómetros cuadrados.

Antes de que el barco noruego zarpara, Aguad reveló que “por primera vez le dije al capitán que espero poder pagarles, porque será señal de que encontramos al submarino”. Consideró que con el nuevo operativo, cuyos primeros rastrillajes en el fondo marino se realizarán en tres áreas ubicadas en el radio donde se registró la implosión, “llegamos a una instancia definitiva, después de haber probado con otra tecnología en una búsqueda operativa. Ahora es una búsqueda científica”.

Pasados diez meses de la desaparición del ARA San Juan, Aguad dijo que la reparación y compra de submarinos para el resguardo del litoral marítimo argentino son parte de la agenda de Mauricio Macri. Admitió que el país “necesita, por lo menos dos submarinos, para proteger su litoral Atlántico. Está en carpeta tomar una decisión definitiva. Tenemos en el astillero Storni un submarino en vías de construcción, igual al San Juan. Y otro, el Santa Cruz, en la reparación de media vida”.

No obstante, sostuvo: “Tenemos que decidir si seguiremos con ese proyecto o los vamos a descartar, porque es difícil conseguir repuestos. Pero hay que tener en cuenta la situación económica argentina. Son muy caros, pero el Presidente es consciente de la necesidad. Me dijo que teníamos que tener un par de submarinos más. Veremos los tiempos, qué compramos o si reparamos estos dos submarinos”, dijo. Aclaró que “estas compras no son de un día para el otro”, al advertir que habrá que esperar dos o tres años. La misión

Aguad llegó por la mañana a esta ciudad y realizó una recorrida por el buque que estará al frente de la nueva misión. Allí tomó contacto con el capitán, algunos tripulantes y los cuatro familiares veedores: Silvina Krawczyc, Luis Tagliapietra, José Luis Castillo y Fernando Arjona (ver aparte).

El Seabed Constructor llegó a Comodoro Rivadavia tras navegar durante 21 días el Atlántico Sur, desde Ciudad del Cabo. La empresa Ocean Infinity fue contratada por el Poder Ejecutivo Nacional para continuar con las tareas de búsqueda del submarino y solo cobrará los US$7,5 millones si logra encontrarlo.

Aguad aseguró que el tiempo de espera para retomar la búsqueda fue parte de un proceso. “Los familiares, con su tristeza y el desgarro de la pérdida, tienen otros tiempos pero estuvimos cinco meses, hasta abril, con una tecnología que trajeron las mejores Armadas del mundo para encontrarlo y no lo encontramos. La férrea voluntad del Presidente permitió avanzar en la contratación y acá estamos”.

El jefe de la Armada, José Luis Villán, reveló que Ocean Infinity pidió “un área de protección para evitar obstáculos con los pesqueros”. Se trata de una zona de 15 millas alrededor del área de búsqueda. “Es un problema de seguridad de los AUV, que tienen capacidad para discriminar piedras y metales, pero no las redes, lo que generaría dificultades”, dijo. Será una especie de zona de exclusión.

El pliego de condiciones prevé un plazo mínimo de 60 días netos de búsqueda y un máximo de 120 días. “Ellos tomaron nuestra información, pero no son los únicos datos con los que cuentan. La empresa tiene el objetivo de encontrarlos y utilizará todas las herramientas para ello”.