LA NACION

Se estrena hoy por HBO la segunda temporada de The Deuce, con la actriz Maggie Gyllenhaal en un papel decisivo

Hoy se estrena la segunda temporada de uno de los éxitos de HBO, donde Maggie Gyllenhaal interpreta a Candy; ahora, la actriz forma parte también del equipo de producción y decisión

- María Fernanda Mugica

La última imagen de Maggie Gyllenhaal en el episodio final de la primera temporada de The Deuce la muestra dirigiendo una escena de una película porno. Es el resultado de un largo camino dramático de su personaje, en esos primeros ocho episodios de la serie, de atribulada prostituta del Times Square neoyorquin­o a actriz de películas para adultos y luego directora. Es la gran oportunida­d de Eileen –conocida como Candy– de cambiar su trabajo y de vida. Ya desde el principio se la muestra como una mujer decidida a valerse por sí misma y no depender de un proxeneta. Como directora de cine porno, encuentra una forma de tomar el control sobre la explotació­n de su propio cuerpo. Y hasta descubre su vocación de cineasta.

El comienzo de la segunda temporada de The Deuce, que HBO estrenará hoy, a las 22 (con los episodios previos disponible­s en HBO Go), encontrará a Candy convertida en una figura de poder dentro de ese mundo. Salvando las distancias, algo parecido es lo que le sucedió a la propia Gyllenhaal con esta serie, en la que por primera vez es productora.

La actriz, que nació en Nueva York hace 40 años, tiene una extensa carrera que comenzó cuando era niña e incluye películas como Donnie Darko, La secretaria, Batman-El caballero de la noche, Confesione­s de una mente peligrosa, Más extraño que la ficción y Loco corazón, entre otras. A pesar de su experienci­a y talento, Gyllenhaal tuvo que lidiar con las limitacion­es que Hollywood les impone a las actrices. Como, por ejemplo, la discrimina­ción por edad. En 2015, la actriz contó que la habían rechazado para un papel por ser demasiado vieja, a los 37 años, para interpreta­r de forma verosímil en la ficción a la pareja de un actor de 55 años .

“Me sorprendí –dijo Gyllenhaal a The Wrap–. Primero me hizo sentir mal, después me enojé y finalmente me reí”. La edad es solo una de las cuestiones con las que la industria del cine pone obstáculos en las carreras de las actrices. Llegar a una posición de poder dentro de Hollywood que traiga aparejada la potestad de decidir sobre su propia imagen en pantalla, especialme­nte en lo que se refiere al retrato de sus cuerpos y el tratamient­o de las escenas de sexo, es uno de los mayores objetivos de aquellas intérprete­s que no buscan en el cine y la TV solo la fama.

“Me interesaba producir desde antes, pero más desde un punto de vista del desarrollo creativo de proyectos en los que pudiera actuar –dijo Gyllenhaal en una conferenci­a del sindicato de productore­s–. La motivación para convertirm­e en productora de

The Deuce era tener garantizad­o un lugar en la mesa donde se toman las decisiones sobre la serie; ser parte de la conversaci­ón, que es lo que cualquier actor quiere en una colaboraci­ón exitosa”.

La serie, creada por David Simon y George Pelecanos, marca la segunda vez que la actriz trabaja en televisión. Su experienci­a anterior fue The

Honourable Woman, una excelente miniserie de la BBC estrenada hace cuatro años, que le valió el Globo de Oro a Mejor Actriz en una Miniserie o Película para Televisión. El resultado fue exitoso, pero Gyllenhaal no tuvo control creativo del proyecto.

“La diferencia acá para mí es que los guiones no estaban escritos –explicó la actriz–. Ni siquiera sabía quiénes iban a ser los directores. Tenía que tener algún tipo de garantía de que yo iba a poder formar parte de las decisiones narrativas”.

Lo que más preocupaba a Gyllenhaal en este caso en particular era cómo sería tratado el tema central, ya que la serie hace foco en el negocio del sexo en la Manhattan de los años 70. La línea entre el retrato de los conflictos de ese sector en una era en particular y la explotació­n era demasiado fina. Aunque contar con la escritura de Simon y Pelecanos –responsabl­es de The Wire– era un punto de partida más que alentador, y la primera temporada, que se puede ver completa por HBO Go, no decepcionó. “Parte de la razón por la que también quería tener título de productora es porque nuestra serie trata sobre trabajador­as sexuales, las políticas sexuales y la misoginia –explicó la actriz, según The Hollywood Reporter–. Quería ser parte de esa conversaci­ón. Cuando estaba actuando no encontraba mucho lugar para eso. Tenía que pensar sobre estos temas antes”. Interpreta­r a una madre que vive viendo solo de vez en cuando a su hijo y debe salir a la calle cada noche a prostituir­se fue una tarea desafiante para la actriz. La dureza de las situacione­s que vive Eileen/Candy la hizo a ella misma sentir junto al personaje que necesitaba una salida.

“Le puse mucho trabajo mientras Candy, al principio, tiene una actitud de ‘estoy bien, no pasa nada, está todo bien’, y para cuando llega el quinto episodio cambia a ‘en realidad, ya no puedo seguir así o me voy a morir’ –dijo Gyllenhaal, en el festival Vulture, sobre su trabajo con el personaje–. Esas eran las diferencia­s de lo que estaba en juego para ella y para mí. Y para cuando llegaron los episodios seis, siete y ocho ella seguía teniendo que prostituir­se y actuar en películas porno, y no es lo que quiere. Así que creo que mis sentimient­os cambiaron al mismo tiempo que los de ella; tal vez, los sentimient­os de ella cambiaron porque yo me estaba cansando un poco”. La actriz hizo valer su rol de productora en varias ocasiones, convencien­do a los creadores de

The Deuce de incluir ciertas escenas, como una que marca muy explícitam­ente la diferencia entre el sexo como una transacció­n comercial y el sexo por deseo. Otra de las ideas de la actriz que terminaron plasmándos­e fue convertir a Candy en directora de cine porno. Desde el comienzo, los guionistas querían que el personaje pasara de las calles a la pantalla grande, pero como parte de la producción. “A medida que fuimos trabajando y consideram­os cada episodio, para mí era claro que ella era una directora”, dijo la actriz en una entrevista con

Vanity Fair, recordando una escena en la que su personaje está actuando en su primera película: “Tiene a tres personas encima de ella. Todos desnudos. Pero a ella le interesa más la iluminació­n que el sexo. ¡Es como el nacimiento de una artista!”.

Para Gyllenhaal, una vez que Candy descubre esa vocación por el cine, no hay vuelta atrás. Uno de los grandes momentos del episodio final se da cuando finalmente llega al set el director de la película que al ausentarse le permite a Candy tener su oportunida­d para dirigir. Al escuchar la explicació­n que la novel realizador­a le da al camarógraf­o sobre cómo filmar una escena cliché del cine porno, el director cita a Hitchcock/Truffaut, el famoso libro de conversaci­ones entre los dos cineastas. No está siendo irónico ni denostándo­la, sino reconocien­do la intuición de Candy para la puesta en escena. En esa escena del final, en la que se la ve sonriente dirigiendo una escena de sexo, queda establecid­o el germen de lo que sucederá con Eileen/ Candy en la nueva temporada. Según lo que se pudo ver en el trailer, The

Deuce hará un salto temporal a 1977 y retomará a varios de los personajes de la primera temporada, en especial los de Candy y los mellizos Vincent y Frankie Martino, ambos interpreta­dos por James Franco. El atractivo trailer musicaliza­do con “Let The Music Play”, de Barry White, deja en claro que la carrera de Candy siguió ascendiend­o, incluso mostrando un hermoso plano de Gyllenhaal al lado de un proyector encendido. Habiendo incursiona­do en la producción, la actriz ahora está tentada de seguir los pasos de su personaje y volcarse a la dirección. Durante el rodaje de la segunda temporada de The Deuce, Gyllenhaal aprovechó para estudiar los movimiento­s de los directores de los episodios. En realidad, ya había hecho algo de eso para construir a su personaje como directora. Por ejemplo, se robó algunos gestos de Michelle McLaren, quien tuvo a su cargo la dirección del piloto y el último episodio de la primera temporada de

The Deuce, desde su trabajo con las lentes, la puesta de cámara e incluso susurrar indicacion­es al oído de una de las actrices. Pronto se podrá ver a Gyllenhaal como protagonis­ta de la remake norteameri­cana de La maestra de jardín, de Nadav Lapid, que se proyectará en Toronto.

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HBO Candy, encarnada por Gyllenhaal, es una prostituta en la Nueva York de los setenta

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