Carlos Garaycochea
adiós al maestro del humor gráfico
Hace solo unos meses, en la antesala de sus nueve décadas, traía a una entrevista una gran carpeta llena de nuevos chistes. “Nunca pude dejar de dibujar”, confesaba. Allí guardaba sus caricaturas, siempre absurdas, marcadas por sus líneas, con su cara definida por la nariz. Decía que “los chistes complicados, cuando no parecen serlo, son los mejores”. Tenía cientos de páginas inéditas, nada mecánicas, todas sentidas, atentas a la calle. Es que mantuvo la fuerza de la naturaleza creativa hasta sus últimos días.
El humorista, dibujante y guionista Carlos Garaycochea murió a los 90 años. Había nacido el 1° de junio de 1928 en Casbas, provincia de Buenos Aires. Conocido como “el vasco” y adorador del básquet como pocos (se quejaba hasta hace poco de que no podía jugar debido a una operación de cadera), fue uno de esos humoristas gráficos que definieron una forma de hacer historietas: con un sentido del humor que entendía de forma milimétrica el día a día, lo exponía con elegancia. Recorrió diversos rincones de la historieta local, de esos que hacen a la importancia del medio. Esto incluye, para su orgullo y la vitalidad del medio, su escuela de dibujo, clave en el surgimiento de nuevos nombres en el cómic desde hace décadas y que lo enorgullecía como pocas de sus obras. “Si un día ustedes llegan a vivir del dibujo, aunque les paguen 500 pesos por mes, son millonarios”, afirmó en 2013.
Pisó con fuerza revistas y diarios como la nacion, Billiken, TV Guía, Crónica, El Cronista Comercial, Gente, Hoy, Democracia, Rico Tipo, Tía Vicenta, Semana Gráfica, Satiricón, Tiempo Argentino, Patoruzú, Avivato, entre muchas otras. Egresó en 1949 de la Escuela Nacional de Bellas Artes (lo echaron de una institución anterior por dibujar), fue actor y guionista de televisión en ciclos como Humor redondo, Los hijos de López, La tuerca; Buenas tardes, mucho gusto y Desayuno, el ciclo matutino donde se hizo famoso por sus adivinanzas gráficas. En radio debutó en Municipal, además de ser parte de Rapidísimo y de La gallina verde. Protagonizó obras de teatro como Masters, junto a Juan Verdaguer y Mario Clavell. “¿Viste que dibujo en el escenario? Un día me lo sugirió Antonio Gasalla: ‘Sos un dibujante, usá tu lenguaje’”, recordaba. Como actor de cine hizo Este loco amor loco, de Eva Landeck; Sálvese quién pueda, de Enrique Carreras, y el corto Una historia de tango.
El creador de “Don Gregorio” y “Catalina” poseía una faceta como artista plástico, que mostró más de una vez en público (tanto en la Alianza Francesa como en el Palais de Glace) en muestras como “Los dos Garaycochea”. Su mesa de trabajo lucía un precioso dibujo de Alberto Breccia y decía ser fanático de Saul Steinberg (afirmaba que Todo en líneas era el libro que lo volcó al humor). Adoraba a Picasso.
Defensor de la historieta argentina, siempre mencionaba a otros dibujantes, como Carlos Nine; compañeros de generación y de recorrido, como Mordillo, Quino, Hermenegildo Sábat, Sendra y Caloi (compañero de básquet), con mucho afecto.
En 2012, su exposición “Humor en colores” inauguró el Museo del Humor de Buenos Aires (MuHu). El mismo año fue distinguido ciudadano ilustre de la ciudad. Entre otros reconocimientos, recibió el Gran Premio de Honor en Radio y la Mención de Honor Senador Domingo Faustino Sarmiento.
Con referencia al humor decía que ahora funcionaban mucho “las barbaridades”. “Desde el humor se da la mejor forma de ver el mundo”, definía aquella vez. Con sus clases, sus trabajos, sus colaboraciones, sus creencias, su recorrido, Garaycochea deja una obra fundamental, un legado perfectamente cálido que demuestra una visión clara, precisa, poderosa sobre el poder del humor absurdo que todo lo ve y que todo lo expone.
El entierro se realizará hoy, a las 15, en Memorial Pilar.
Hermenegildo Sábat humorista gráfico “Era un humorista que además se expresó como dibujante y actor. Era de una modestia colosal. realmente notable. muy sencillo y despojado de todo tipo de vanidad. se le va a extrañar mucho”. Liniers ilustrador E historietista “fue El maestro del humor gráfico argentino. generaciones de dibujantes pasaron por su escuela. siempre tan generoso y amigable conmigo, su ausencia se sentirá mucho. ¡gracias infinitas!”