Fake news. Combatir la información engañosa en las redes, un nuevo desafío
Desde la renuncia de Macri a otro corralito, las noticias falsas crecen y obligan a diseñar una estrategia; el Gobierno señala al kirchnerismo
La situación económica incorporó un protagonista inesperado: las noticias falsas. Tomaron más relevancia durante las últimas semanas, cuando se difundieron en las redes sociales a la par de la profundización de la crisis cambiaria. Fueron “noticias” que dieron por ciertos desde una renuncia inminente del presidente Mauricio Macri hasta el regreso del corralito y del cepo al dólar.
El macrismo sigue de cerca el avance de las fake news, apunta al kirchnerismo como impulsor de la mayoría de las que circulan por estas horas en la red y admite que a medida que se instale la campaña electoral del año que viene el fenómeno se intensificará.
Sin embargo, Pro no desarrollará una respuesta específica, al menos a través de los canales oficiales, que haga de contrapeso a la difusión de información falsa. En su lugar, afirman en el equipo digital del partido que lidera Macri, el espacio no reaccionará ante cada una de las noticias falsas y se apegará a la estrategia ya establecida para impulsar su propia agenda de mensajes por segmentación (distribuidos de acuerdo con la demografía y comportamiento digital de los usuarios).
“Lo mejor es esperar, dejar que difundan lo que quieran y después decir que es mentira. El efecto de la desmentida es devastador para el que difundió la noticia falsa”, sostuvo en diálogo con la nacion un hombre de Pro conocedor al detalle del manejo digital de la comunicación del macrismo.
Al momento de contestar la pregunta, la misma fuente mencionó con cierta indignación una de las últimas fake news difundidas en las redes y que estaba generando un alto número de reproducciones: un video de dos minutos sobre los silencios que hizo Macri durante el extenso discurso que brindó desde la Casa Rosada el lunes pasado. Quienes lo compartían aseguraban que las imágenes pertenecían a un supuesto ensayo del Presidente antes de grabar su mensaje para mostrarse compungido y preocupado, cuando en realidad se trató de una edición del discurso completo, del que se extrajeron y compaginaron los silencios de la versión original en un mismo video.
“No es un tema al que le estemos poniendo un foco especial por ahora, pero sabemos que está y lo miramos. Nosotros vamos a seguir con el contacto directo con la gente y lo que le importa, que no son estas discusiones en estos momentos”, agregaron en Pro.
Ese video editado del Presidente se sumó a otras expresiones como la difundida por el dirigente piquetero Luis D’Elía y el periodista Diego Brancatelli , entre otros, quienes casi con las mismas palabras escribieron en Twitter que una fuente en un banco les había asegurado que no se iban a poder retirar los depósitos, como ocurrió durante la crisis de 2001.
La similitud en la redacción de ambos mensajes fue señalada por numerosos usuarios de la red social, donde el contenido fue finalmente ridiculizado.
Por su parte, la exdiputada nacional Juliana Di Tullio (Frente para la Victoria) también tuvo su rol, al compartir una supuesta mala interpretación de un comunicado del Ministerio de Hacienda en el que la cartera anunciaba la discontinuación de la subasta diaria de divisas. “Hola, no podés comprar dólares”, escribió Di Tullio en su cuenta, recordando el cuestionado cepo al dólar impuesto durante el gobierno de Cristina Kirchner, su jefa política. El mensaje se compartió casi 1300 veces y fue tendencia en la red social.
Un número similar de reproducciones tuvo, por su parte, el mensaje de D’Elía que aseguraba que el Gobierno había iniciado conversaciones con la oposición porque Macri renunciaría en “60 días”.
Sin embargo, los mensajes contra el macrismo no son los únicos que se difunden en las redes. También se conoció un supuesto recibo de sueldo del diputado nacional Máximo Kirchner en el que se detallaban ingresos por $552.000. La imagen era falsa.
En este último caso, los groseros errores de ortografía en la imagen atentaron contra la veracidad de la información, pero el chequeo de los datos difundidos no siempre es sencillo, más aún cuando decenas de usuarios kirchneristas y macristas difunden como una verdad absoluta la información que creen beneficiosa.
Un esfuerzo por más control
El fenómeno de las fake news tuvo su mayor exposición durante la campaña presidencial de Estados Unidos en 2016, que erigió como ganador a Donald Trump frente a Hillary Clinton. La ola de artículos con información imprecisa durante la carrera electoral tomó por sorpresa a políticos, académicos y empresarios, que hasta llegaron a calificar de “arma” el flujo de información destinado a distraer la atención.
Así lo indicó el miércoles último el director general de Twitter, Jack Dorsey, quien, junto a autoridades de Facebook, se comprometió ante el Senado norteamericano a redoblar los esfuerzos en sus plataformas para evitar la proliferación de cuentas apócrifas y la desinformación, particularmente en las próximas semanas, que serán la previa de las elecciones de medio término de noviembre.
“No estamos orgullosos de cómo se ha usado como arma el intercambio libre y abierto y se ha utilizado para distraer y dividir a las personas y a nuestra nación. Nos hemos encontrado sin preparación”, dijo Dorsey ante la Comisión de Inteligencia, durante una nueva audiencia sobre la influencia extranjera en internet y las noticias falsas.
Por su parte, Sheryl Sandberg, la segunda de Mark Zuckerberg en Facebook, aseguró que la plataforma está abocada a minimizar el nivel de difusión de noticias falsas a través de equipos tercerizados dedicados a constatar la información.