Los 12 jurados fueron víctimas de algún robo
En las primeras horas de ayer, los tribunales de Campana estuvieron convulsionados. Cruzaron por su puerta 35 ciudadanos que habían sido seleccionados por un sorteo sobre el padrón bonaerense para conformar el juzgado popular que resolverá el caso contra Daniel Oyarzún. Los seleccionados fueron al primer piso, donde el personal del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N °2 les entregó un formulario para completar. Con eso, las partes, tras analizar cada perfil y después de tres horas, eligieron a las 12 personas (seis hombres y seis mujeres) que determinarán si el carnicero es culpable o no culpable del asesinato de Brian González. Fuentes judiciales dijeron a la nacion que el perfil de los seleccionados es variado. “Van desde docentes, albañiles, operarios, comerciantes, ingenieros, jubilados, un chofer, un agente de vigilancia privada, amas de casa. De todo. Vemos que es un jurado con gente con capacidad de análisis, que es lo que más buscamos”, explicaron. Solo fueron recusados dos candidatos por causa de sus opiniones. Finalmente, quedaron los 12 titulares y seis suplentes, siempre preservando la igualdad numérica en cuanto al género. En la audiencia se dio una situación singular que, por otra parte, pinta a pleno la situación de la inseguridad en el país: en determinado momento se preguntó si alguien había sufrido alguna vez un robo. En el jurado, los 12 levantaron la mano.