LA NACION

“Si me condenan voy a ir preso con la frente en alto”, afirmó el carnicero que mató a un ladrón

Dos años después del hecho ocurrido en Zárate, Daniel Oyarzún enfrenta un juicio por jurados; dijo que a los delincuent­es “hay que meterlos a todos en una bolsa de basura”

- Leonardo Scannone

“A los ladrones hay que meterlos a todos en una bolsa de basura. No sirven para nada. Si me condenan voy a ir a preso con la frente en alto. Como un trabajador”.

Así, Daniel “Billy” Oyarzún, el carnicero que hace dos años persiguió a Brian González, el ladrón que le había robado en su local de Zárate, lo atropelló con el auto y lo mató, aplastado contra un poste de luz, terminó su declaració­n, nervioso y en llanto, ante el jurado popular que pasado mañana decidirá su suerte en los tribunales de Campana.

Fue tal el estado emocional que lo embargó –“yo no tendría que estar acá, tendría que estar trabajando– que las partes acordaron posponer hasta hoy el interrogat­orio al acusado. Oyarzún está siendo juzgado por un jurado popular integrado por 12 ciudadanos elegidos según el padrón bonaerense.

Oyarzún llegó al Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 2 de Campana bien temprano junto a su abogado, Ricardo Izquierdo, quien se mostró confiado por el resultado del juicio. Antes de que el carnicero se sentara en el banquillo de los acusados, el tribunal seleccionó a los 12 miembros del jurado popular.

La única jueza letrada, Liliana Miriam Dalsaso, les leyó la instrucció­n constituci­onal para que todos estuviesen al tanto de cuál iba a ser su labor. Después, las partes adelantaro­n sus posturas. La querella, a cargo del abogado Ernesto Gómez, dejó entrever que reclamará una condena por homicidio simple; el fiscal, José Luis Castaño, una por exceso en la legítima defensa (que tiene la misma pena que el homicidio culposo), e Izquierdo, la absolución de Oyarzún, de quien sostiene que actuó en legítima defensa, lo que basta para exculparlo del crimen.

Consta en la causa que el 13 de septiembre de 2016, un hombre ingresó en la carnicería de Oyarzún para robar, mientras que otro esperaba afuera en una moto. Luego de disparar varias veces dentro del local el delincuent­e se llevó 5000 pesos. Según surgió en la investigac­ión, el carnicero persiguió a los ladrones con su Peugeot 306; en su huida el conductor de la moto (Brian González) perdió el control; él y su acompañant­e cayeron. Oyarzún, que les pisaba los talones, atropelló la moto y aplastó el rodado y al conductor contra un poste. Días después, González falleció en el hospital.

Ayer, la primera en comparecer fue la hermana de Brian González, Paola, que es oficial de la policía bonaerense. Insistió con que su hermano no era un ladrón, sino un trabajador que no tenía la necesidad de salir a robar; luego se mostraron dos videos en los que se ve al carnicero segundos después de haber atropellad­o a González, al que insulta y golpea (con patadas e incluso con un palo).

Las filmacione­s fueron presentada­s como una prueba documental que aportó la hermana de la víctima. Izquierdo cuestionó los videos. Luego de verlos, indagó a la hermano de González y le preguntó si ella podía asegurar que la voz que se escuchaba en las filmacione­s diciendo “no me importa ir preso” era la de Oyarzún. Ella lo afirmó.

Izquierdo ahondó en el tema. “¿Qué dice González, lo puede es- cuchar?” “¿Si no lo puede escuchar cómo sabe también si esa voz es de Oyarzún?”, preguntaba. El clima de la audiencia se encendía. “¿Qué dice González? ¿Escucha?” Paola no contestaba. Hasta que desde el público se escuchó un grito: “¡Que le sacara el auto de encima, dijo! ¡Eso dijo!”

Dalsaso frenó la audiencia y preguntó quién había gritado. “Soy la hermana de Brian”, se oyó. “Entiendo la respuesta, pero, por favor, necesitamo­s silencio”, dijo la jueza, dando por terminado el hecho. El jurado observó todo con atención.

Izquierdo insistió sobre el vínculo de la víctima con Marcos Altaño, condenado por el robo a la carnicería de Oyarzún. La hermana de González reiteró, ahogada en llanto, que no conocía esa amistad de Brian. También le preguntó si estaba al tanto de que su hermano contara con antecedent­es –se espera que hoy presente una prueba en ese sentido–. Paola González le respondió que Brian no los tenía. Según fuentes judiciales, Oyarzún también contaría con antecedent­es, que constan en el expediente.

Al final de la audiencia llegó el turno del carnicero. Primero contó su versión de lo que pasó el día del hecho. En ese momento la familia de González, que estaba entre público, se levantó y se fue. La declaració­n del carnicero fue subiendo de tono a medida que se introducía cada vez más en el punto cúlmine de su relato. Hasta que se quebró.

“Ahora tengo un muerto encima y no me lo puedo sacar, y estos ladrones salen a hacernos daño a todos. Tenemos que estar escondidos para trabajar y a ellos nos les importa nada. Yo no tendría que estar acá”, dijo, mientras su voz trastabill­aba. El abogado Izquierdo lo observaba, sin poder evitar gestos que parecían de contraried­ad, y la familia de Oyarzún, que lo acompañó en la audiencia, lloraba entre el público.

Hoy será el tiempo de la presentaci­ón de pruebas y de las declaracio­nes de los testigos y los peritos. Los jurados tendrán que prestar máxima atención para poder arribar, con todos esos elementos analizados, a una conclusión razonada sobre las acusacione­s que pesan sobre el carnicero. Se requiere el acuerdo de 10 de 12 para arribar a un veredicto válido.

 ?? silvana colombo ?? Daniel Oyarzún, en la sede de los tribunales de Andrés del Pino al 800, en Campana, antes de la audiencia
silvana colombo Daniel Oyarzún, en la sede de los tribunales de Andrés del Pino al 800, en Campana, antes de la audiencia

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