Barras armaron su cartel de drogas con apoyo colombiano
Fueron detenidos grupos de Laferrère y Argentinos Juniors
Se movían con naturalidad en las filas de las barras bravas de Deportivo Laferrère y de Argentinos Juniors. Su negocio era la venta de cocaína, que presuntamente traían de Colombia. Comercializaban esa droga al menudeo en las tribunas y las inmediaciones de los estadios. Esa organización, conocida como “el cartel de los barras”, sufrió un duro golpe ayer, cuando la policía bonaerense detuvo a nueve sospechosos.
Así lo informaron a la nacion fuentes judiciales. Entre los detenidos hay un ciudadano colombiano que sería el eslabón superior de la banda y quien se habría encargado de ingresar la droga en la Argentina.
También fue apresado en la villa La Carbonilla, en el barrio porteño de Paternal, un barrabrava identificado por los voceros consultado como Gustavo Vallejos, más conocido como “el Gordo”.
Los sospechosos detenidos serán indagados hoy por el juez federal de Morón Néstor Barral, magistrado a cargo del expediente judicial.
“Esta organización tenía un contacto que viajaba a Colombia, Perú y Ecuador, donde conseguía droga en consignación, algo raro, porque los estupefacientes se pagan antes, pero gracias al vínculo a través del fútbol, lograron esto. La droga se vendía en distintos barrios de La Matanza por medio de punteros, porque la barra había pasado a ser una banda que cometía ilícitos”, sostuvo el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, en una conferencia de prensa en la que presentó los detalles de la investigación.
Ritondo estuvo acompañado por el secretario ejecutivo de la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (Aprevide), Juan Manuel Lugones, y el jefe de la policía bonaerense, comisario general Fabián Perroni.
Conexión mundial
“Los barras detenidos fueron controlados por la Aprevide cuando viajaron al Mundial de Rusia, ya que eran parte de esta investigación desde hacía tiempo. Durante la Copa del Mundo se encontraron con hinchas colombianos”, agregó Ritondo.
Según fuentes judiciales, además de los nueve detenidos que fueron imputados por el comercio de estupefacientes se apresó a dos sospechosos por tenencia ilegal de armas.
“Haber podido detener al ciudadano colombiano Sebastián Jaramillo fue un bonus track. Como viajaba seguido, pensábamos que ya no estaba en el país”, afirmó un detective judicial.
La sospecha de los investigadores es que la droga era ingresada en el país por medio de un tráfico “hormiga”.
Según las fuentes consultadas, el ciudadano colombiano fue detenido en la casa de Sergio Vallejos, conocido por su apodo de Pelado e hijo del Gordo Vallejos, en La Matanza.
El Pelado Vallejos logró escaparse por los techos cuando llegó el grupo elite Halcón, de la policía bonaerense. Jaramillo no pudo huir.
“Vendían al menudeo en todo momento. Aprovechaban los partidos del ascenso y de primera división”, agregó un informante.
Se realizaron 28 allanamientos, en los cuales se secuestraron 1400 dosis de paco, 1100 de cocaína, más de un kilo y medio de marihuana, nueve armas de fuego de distintos calibres, municiones, y alrededor de $100.000.