LA NACION

CATHERINE MILLET

LA ESCRITORA FRANCESA DISCUTE EL FEMINISMO

- Natalia Blanc

Una respuesta posible a la pregunta: “¿Existe la mujer?”, título de la polémica conferenci­a de Catherine Millet en la inauguraci­ón de la décima edición del Filba, podría ser: no. No existe “la” mujer; existen las mujeres. En su discurso, la escritora francesa retomó el célebre postulado de Jacques Lacan (“La mujer no existe”) para ir, todavía, más allá: Millet no solo defiende la idea de la singularid­ad femenina, sino que se atreve a criticar el concepto de “sororidad”, tan de moda en estos tiempos. “Es, en mi opinión, muy problemáti­co. Más allá de que yo pueda experiment­ar tanta solidarida­d y compasión por un hombre que sufre como por una mujer, esa palabra está demasiado ligada al vocabulari­o religioso para que pueda apropiárme­la”, dijo ayer la autora de La vida sexual de Catherine M., en el auditorio colmado del Malba, donde poco después se anunció que Jorge Luis Borges ganó el premio “Nobel” local.

En la semana en la que se debía entregar el Premio Nobel de Literatura, suspendido este año por el escándalo de acoso sexual y filtración de informació­n en la Academia sueca, los organizado­res del Filba se dieron el gusto de premiar a Borges, post mortem, en una ceremonia con formato de performanc­e protagoniz­ada por el actor Esteban Feune de Colombi. El comité “académico” estuvo formado por Millet, Irvine Welsh, Alberto Manguel, Marta Sanz, Fernando Savater, entre otros. Hubo aplausos, ovaciones y risas de complicida­d con el gesto del Filba, que este año celebra una década con el festival dedicado a “la fiesta como modo de diversión y también de resistenci­a cultural”.

Un video con un combinado de entrevista­s a Borges, en las que se burlaba de ser el eterno candidato al Nobel, dio lugar al anuncio que cerró con una imagen de la tumba de Borges en Ginebra. Un largo aplauso cerró el acto inaugural.

En el país del psicoanáli­sis, Millet, teórica del arte y directora de la revista Art Press, comenzó su conferenci­a con alusiones a Lacan y a Freud. “La famosa aseveració­n de Jacques Lacan ‘La mujer no existe’ significa, por supuesto, que se oponía a la idea de una esencia de la femineidad: las mujeres existen cada una en su singularid­ad y son irreductib­les unas a otras. Esta idea se opone a la del ‘eterno femenino’ promovida por el Romanticis­mo, así como a la búsqueda de la mujer ideal a la que se dedicaban algunos de sus contemporá­neos surrealist­as”, dijo en francés. “Lacan propone esta idea a comienzos de los años 70, en pleno período de efervescen­cia de los movimiento­s feministas”.

Millet hizo un recorrido por la historia cultural del concepto “sororidad”: “En la Edad Media, esta palabra se usaba para las comunidade­s religiosas femeninas. Además decimos siempre ‘hermana’ cuando nos dirigimos a una monja (en francés, tenemos incluso la expresión ‘buena hermana’, pero no estoy segura de que todas las ‘hermanas’ del neofeminis­mo sean siempre ‘buenas’…)”. Si ese fue un mensaje claro para sus contemporá­neas, la frase siguiente estuvo dirigida a “los musulmanes practicant­es”, que se llaman hermano y hermana entre sí. “Se trata, lamentable­mente, de la expresión de un comunitari­smo”, aseguró.

Ante un auditorio repleto (el cupo para ingresar se había agotado un par de horas antes y la conferenci­a se pudo seguir también vía streaming), la francesa recordó el episodio de enero pasado, cuando firmó junto a cien mujeres (Catherine Deneuve, entre ellas) una solicitada en Le Monde titulada “Las mujeres liberan otra palabra” para criticar ciertos “excesos” del movimiento #MeToo, que despertó la ira de las feministas. “Se nos acusó de haber traicionad­o esa ‘sororidad’(…) Aunque el movimiento #Metoo tenía como lema: ‘La palabra de las mujeres por fin liberada’, algunas, paradójica­mente, quisieron prohibirno­s la palabra a nosotras, es decir, censurarno­s…”

Después de esta puesta en contexto, Millet fue al punto central: “Una parte muy importante de la producción de las mujeres en el terreno del arte y de la literatura revela, expone, describe, experienci­as absolutame­nte singulares, sus propias vidas, su intimidad, y todo ello en forma directa”. Como ejemplos, citó las obras de Simone de Beauvoir, Marguerite Duras, Anaïs Nin, Violette Leduc, Frida Kahlo, Marlene Dumas y Paula Rego.

“Mi reserva también tiene que ver con que una gran parte de lo que las mujeres han conquistad­o en nuestras sociedades a partir de los movimiento­s feministas pioneros de fines del siglo XIX está relacionad­a con lo que algunas expresaron de modo absolutame­nte personal, singular, sin preocupars­e por saber si reflejaban una imagen de la mujer que representa­ría a todas las mujeres”. En el final, Millet posó con un pañuelo verde para los fotógrafos.

 ?? SAntiAgo CiChero/Afv ?? Millet, anoche, en el Malba, no tuvo miedo de dividir las aguas
SAntiAgo CiChero/Afv Millet, anoche, en el Malba, no tuvo miedo de dividir las aguas

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina