LA NACION

Con satisfacci­ón, los familiares escucharon la sentencia más esperada

Llevaron carteles para reclamar justicia, pero evitaron los festejos por la sentencia

- Iván Ruiz

Eran más de 100 personas, pero no se escuchó ni un grito. Carteles en alto: “Ju5t1cia”, se leía. Las manos entrelazad­as, como si fuera un rezo, a la espera de la sentencia más deseada. Los familiares de las víctimas de la tragedia de Once llevaban más de seis años en el reclamo de justicia. Aunque la mayoría quería festejar, tras escuchar la sentencia tampoco hubo comentario­s.

Emocionado­s, la mayoría de los familiares escucharon la condena de cinco años y ocho meses de prisión para el exministro Julio De Vido y se retiraron de los tribunales. “Justicia, justicia, justicia”, gritaban mientras salían del edificio para improvisar una conferenci­a de prensa sobre la avenida Comodoro Py.

“Conseguimo­s la primera condena para De Vido. Nos vamos victorioso­s”, sintetizó María Luján Rey, madre de Lucas Menghini, apenas escuchó la pena impuesta por el Tribunal Oral Federal (TOF) N°4. Estuvo acompañada por el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, y por otros dirigentes del oficialism­o, como las diputadas Mariana Zuvic y Carolina Píparo.

“Este grupo de familiares, sin ninguna estructura política ni económica detrás, logró condenar a De Vido”, afirmó Paolo Menghini en representa­ción de los familiares de las víctimas. “Nunca tuvimos ánimo de venganza. Hoy, con De Vido condenado, la Argentina es un país mejor”, agregó.

Menghini resumió ante los medios el deseo de la mayoría de los familiares: están conformes con la sentencia dictada, pero apelarán porque consideran que el exfunciona­rio kirchneris­ta fue responsabl­e de las muertes ocurridas en el accidente. Los familiares de las víctimas, que son querellant­es en el expediente, recurrirán a la Cámara de Casación para revertir el fallo.

El TOF N° 4, en cambio, consideró que De Vido fue partícipe necesario de la administra­ción fraudulent­a, pero que no incurrió en el estrago culposo, es decir, no fue el responsabl­e de la tragedia, como sí considerar­on que habían sido los exsecretar­ios de Transporte Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi.

“Estamos absolutame­nte satisfecho­s, es una lucha que no ha claudicado un solo día. Logramos mucho más que todos aquellos que públicamen­te pregonan contra él. Este humilde grupo de familiares, con valentía, con entereza y sin entregarse, hemos conseguido una condena que a partir de hoy quedará en los libros de historia”, afirmó Menghini.

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