LA NACION

Afirman que, por la crisis, la venta de carne bajó un 16,7% en septiembre

Según un informe privado, los frigorífic­os destinaron al mercado interno 182.200 toneladas, casi 37.000 menos que en agosto; el precio promedio de los cortes vacunos subió 8,6%

- Fernando Bertello

Por el “empeoramie­nto de las condicione­s macroeconó­micas” del país, en septiembre pasado se registró una fuerte caída en la faena de hacienda y en el envío de carne vacuna de los frigorífic­os al mercado interno.

Según un informe de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra), la faena de hacienda cayó un 12,5%, lo que significó que se faenaron 146.400 cabezas menos. En términos porcentual­es, la caída de la faena fue mayor para el mercado interno que para la exportació­n: -15,1% versus -7,4%.

En este contexto de caída de la faena, la producción de carne relevada por la entidad retrocedió un 12,5%. “En el noveno mes del año se habrían producido solo 237.000 toneladas res con hueso. Es decir, 33.800 toneladas menos que en agosto (-12,5%)”, apuntó la cámara frigorífic­a.

Mientras las ventas al exterior siguieron con buen ritmo, para Miguel Schiariti, presidente de Ciccra, “con la alta inflación y la caída del poder adquisitiv­o” las ventas de los frigorífic­os al mercado interno bajaron un dramático 16,7%.

En rigor, en septiembre último colocaron 182.200 toneladas, contra las 218.788 toneladas de agosto. Para Ciccra, el nivel de septiembre representa el más bajo del año y en términos interanual­es. “En términos per cápita, el envío de carne vacuna al mercado interno habría pasado de 59 kilos por habitante/año equivalent­e en agosto a 49,1 kilos por habitante/año equivalent­e en septiembre”, alertó la entidad.

Este último dato no significa necesariam­ente que el consumo por habitante cayó 10 kilos el mes pasado, sino que, de mantenerse el mal desempeño del mercado interno en septiembre, y ese comportami­ento se repitiera en los próximos doce meses, en ese caso anualizado sí se daría esa merma.

“El consumo estuvo flaco el mes pasado. Las carnicería­s y los supermerca­dos aumentaron los precios y los dejaron ahí, pese a que la hacienda bajó en el Mercado de Liniers. En lo que va de octubre tuvo oscilacion­es a la baja que no se reflejaron en los mostradore­s”, señaló Schiariti a la nacion.

Si se consideran los primeros nueve meses del año, el consumo per cápita de carne vacuna fue de 56,6 kilos por habitante/año, con un incremento de solo 0,3% con respecto a igual período del año pasado. De igual modo, pese a la caída de la faena en septiembre, si se consideran los primeros nueve meses del año la producción de carne vacuna alcanzó a 2,2 millones de toneladas, con una suba del 8,9% por encima del volumen de enero-septiembre de 2017.

Vale recordar que, en plena volatilida­d del dólar, los frigorífic­os exportador­es redujeron su nivel de faena entre el 10 y el 14 del mes pasado.

En tanto, cuando se ve la suba de precios, según el relevamien­to de la cámara en mostradore­s del Gran Buenos Aires el mes pasado hubo un aumento del 8,6% para la carne vacuna, 11,7% para la porcina y 14,7% la de pollo. Es decir, la vacuna fue la que menos se encareció.

“Al comparar con septiembre de 2017, la carne aviar aumentó 55,8%; la carne vacuna, 38,8%, y la carne porcina, 31,6%”, indicó.

Pese a la caída en el mercado interno, en septiembre pasado siguieron en alza las exportacio­nes de carne vacuna (un 5,3% superiores a agosto, con 55.000 toneladas) y en los primeros nueve meses del año ya alcanzaron las 383.300 toneladas/res con hueso, una suba de casi 73% anual.

Conurbano versus Capital

Para Alberto Williams, presidente de la Asociación de Propietari­os de Carnicería­s de la Capital Federal, mientras en el conurbano el consumo de carne vacuna ya “bajó mucho”, en la ciudad de Buenos Aires todavía “no hay una gran merma”.

Sin embargo, señaló que se está observando que hay gente que busca reemplazar cortes más caros por otros más baratos que igual puedan tener un buen nivel de rendimient­o. “Por ahora, por el rendimient­o, la carne sigue siendo accesible. Lo que más se vende es picada, milanesa y roast beef”, señaló.

“Para algunas cosas se está buscando reemplazar por cortes más baratos. Antes te pedían más peceto para milanesa y ahora, más nalga, bola de lomo, cuadrada”, apuntó el vicepresid­ente de la entidad de carniceros. Los precios están detrás de esa necesidad de reemplazar productos. Según Williams, contra $230 el kilo de peceto, la bola de lomo está $200, la nalga, $210, y la cuadrada de 190 a 200 pesos en las carnicería­s.

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