Condenan a Barreda a pagar $26.500 por los impuestos de la casa de la masacre
Una jueza resolvió que deberá abonar las deudas inmobiliarias por la vivienda de La Plata donde mató a su familia
LA PLATA.– Ricardo Barreda, condenado por asesinar a su mujer, su suegra y sus dos hijas, deberá pagar $26.500 más intereses por impuestos que debe del petit hotel en el que cometió la masacre.
El fisco de la provincia de Buenos Aires inició y ganó una querella contra el múltiple homicida en concepto de impuestos impagos de la casa donde el odontólogo mató a su familia, hace casi 26 años.
La casona situada en la calle 48 entre 11 y 12 permanece cerrada desde el 15 de noviembre de 1992, cuando ocurrió el cuádruple homicidio. La sentencia de la jueza en lo contencioso administrativo platense María Ventura Martínez corresponde a las deudas del período 2012-2017. Pero Barreda tiene, además, un departamento en Mar del Plata, que compartía con su esposa, y dos automóviles. Por todos estos bienes el fisco le reclamó $200.000 por impuestos que no se pagaron.
Se trata de tres expedientes separados que ya están en etapa prejudicial y judicial, según informaron fuentes de la Agencia de Recaudación de Buenos Aires.
A partir de 2015 este organismo de recaudación provincial aceleró las ejecuciones a titulares inmobiliarios morosos; pasaron de 30.000 a 100.000 sentencias en toda la provincia.
Barreda solo es titular del 50% de las propiedades. Fue declarado indigno de heredar el otro 50% que correspondía a su mujer. El expediente por la sucesión de Gladys McDonald quedó radicado en el fuero civil y comercial de esta capital.
Aunque todavía la Justicia no concluyó con el proceso de sucesión, la casa podría ser objeto de expropiación, debido a que la Legislatura bonaerense sancionó una ley para transformar el inmueble de dos plantas en un centro de contención y lucha contra la violencia de género.
La norma nunca entró en vigor y la propiedad sigue en poder del odontólogo. Barreda fue condenado a prisión perpetua por el cuádruple homicidio de McDonald, de 57 años; de su suegra, Elena Arreche, de 86, y de sus hijas Cecilia, de 26, y Adriana, de 24. Pero, en mayo de 2016, el juez de ejecución penal Raúl Dalto decretó el agotamiento de la pena y Barreda recuperó la libertad.
Antes que la Justicia decretara el agotamiento de la pena, Barreda había logrado salir de la cárcel. Berta André, una maestra jubilada que le escribía cuando estaba detenido, aceptó ser garante y aportó su casa, en Belgrano, para que obtuviera el beneficio de la prisión domiciliaria.
Esa convivencia se interrumpió en diciembre de 2014, luego que un peritaje psiquiátrico y psicológico concluyó que esa relación representaba un peligro para la mujer. A partir de ese informe, la Justicia revocó la libertad condicional de Barreda.
Dos años después, el odontólogo recuperó la libertad. Esta vez fue sin restricciones. Desde entonces, el múltiple homicida tuvo como objetivo volver a vivir en la casa en la que cometió la masacre, hace 26 26 años.