Guerra sucia entre Bolsonaro y Haddad Intimidan a los votantes con los riesgos que implicaría el triunfo del otro.
Ambos candidatos para la elección del 28 de octubre comenzaron sus spots en los espacios gratuitos de radio y TV tratando de intimidar a los electores con los riesgos que implicaría un eventual triunfo del adversario
RÍO DE JANEIRO.– Entre el miedo y la confianza. Los dos candidatos presidenciales brasileños, el ultraderechista Jair Bolsonaro y el izquierdista Fernando Haddad, se lanzaron ayer al duelo de cara al ballottage del 28 de octubre con emotivas propagandas en el espacio gratuito de radio y televisión donde resaltaron los riesgos de que su rival sea elegido y la seguridad que genera cada uno.
Antes de la primera vuelta, Bolsonaro, del Partido Social Liberal (PSL), contó con apenas ocho segundos en los bloques de propaganda electoral gratuita, que fueron repartidos de acuerdo con la representatividad de cada agrupación política en el Congreso, por lo que el exmilitar y diputado apostó toda su artillería a las redes sociales. Haddad, del Partido de los Trabajadores (PT), tuvo cinco minutos y medio. Ahora que son solo dos los contendientes, la pelea en este terreno se equilibró y ambos cuentan con cinco minutos cada uno en los avisos que se transmiten cuatro veces por día en radio y TV.
En los nuevos anuncios, con los que pretende llegar a un público mayor de votantes más pobres que no cuentan con celulares o computadoras para acceder a las redes sociales, Bolsonaro destacó que una victoria de Haddad llevará a Brasil al desastre. Recordó las acusaciones de corrupción, la recesión, el desempleo y el alza de la criminalidad con que terminó el último gobierno petista de Dilma Rousseff, y advirtió que el país puede seguir el ejemplo de una “atrasada” Cuba o una “devastada” Venezuela.
“Vamos a elegir un presidente que haga crecer a nuestra nación. Necesitamos políticos honestos y patriotas”, exhortó el candidato del PSL.
Como en su búsqueda de electores más de centro la campaña de Haddad ha intentado distanciarse de la figura del expresidente petista Luiz Inacio Lula da Silva, encarcelado por corrupción, Bolsonaro aprovechó para presentarlo como un líder casi comunista que pretende monopolizar el poder. Afirmó que Haddad, exalcalde de San Pablo, no será más que un “muñequito de Lula, la cabeza de todo”.
Las piezas publicitarias del polémico excapitán del ejército, que ha tenido incendiarias declaraciones machistas, homofóbicas y racistas, buscaron también suavizar su imagen y presentarlo como un padre tierno, defensor de los valores familiares tradicionales. En uno de los avisos, Bolsonaro incluso lagrimeó al referirse a su “gran debilidad”, su única hija mujer, Laura, de ocho años.
El candidato del PSL obtuvo el primer lugar en los comicios del domingo pasado con el 46% de los votos frente al 29% de Haddad. La más reciente encuesta de Datafolha pronosticó que Bolsonaro ga- naría el ballottage con el 58% de los sufragios válidos ante el 42% de su contrincante.
En su nueva ofensiva publicitaria, Haddad hizo hincapié en detener el avance “fascista” que Bolsonaro representa con sus elogios a la última dictadura militar y la tortura, además de sus posturas sociales. Subrayó que desde la primera vuelta ha habido numerosos registros de agresiones y situaciones de intolerancia a votantes de izquierda por parte de simpatizantes de Bolsonaro, y que uno de esos episodios incluso acabó con el asesinato de un capoeirista en Salvador de Bahía.
“Ese es el Brasil de Bolsonaro. Si la violencia ya llegó a este nivel, imagine lo que será si él llega a ser presidente”, subraya una voz en off durante uno de los anuncios, que también muestran a Haddad como un hombre de familia, alegre y tocando la guitarra.
Menos presencia
En las propagandas petistas, apenas hubo una mención muy rápida a Lula, y Haddad resaltó que esta campaña “no es de un partido”.
“Quiero contar con todos los que están a favor de la democracia. Cuento con usted. Vamos a vencer la violencia”, afirmó.
Sin embargo, las intenciones de Haddad de formar un amplio frente “prodemocrático” con otros partidos de izquierda y de centro que fueron derrotados en la primera vuelta se han visto frustradas.
Solo logró el respaldo explícito del pequeño Partido Socialismo y Libertad (PSOL) y del Partido Socialista Brasileño (PSB). La gran esperanza del PT era obtener el espaldarazo del Partido Democrático Laborista (PDL), del exgobernador de Ceará Ciro Gomes, tercero el domingo con el 12,47% de los votos; pero Gomes, que fue ninguneado por el PT y el propio Lula al principio de año, cuando les ofreció una alianza, anuncio solamente que dará un “apoyo crítico” a Haddad y partió de viaje a Europa.