Teodisio Joy está listo para afrontar todos los desafíos del Jockey Club
así lo considera enrique martín Ferro, el orgulloso entrenador del potrillo que tuvo una gran reacción para ganar el ensayo
El Gran Premio Jockey Club, el clásico más antiguo del turf argentino, es la carrera de la Triple Corona que pide velocidad y aliento en las dosis justas. Ni el vértigo de la Polla ni el fondo que exige el Nacional. Además, es la única de la trilogía que se corre sobre pista de césped, en el hipódromo de San Isidro. No más de
2 minutos de desarrollo, como las
2000 Guineas inglesas y el Derby de Kentucky, pero con el toque argentino del cambio de superficie.
Por eso hay en la nómina potrillos que solo pisaron la arena (Accionador) o que demostraron adaptarse mejor al pasto. En este grupo está Teodisio Joy, que viene de ganar el Clásico Ensayo en una reacción sensacional. Cuenta Enrique Martín Ferro, su entrenador con título de veterinario: “Estamos muy bien. Siempre digo que es una suerte llegar sin un contratiempo a una carrera como esta; poder cumplir lo que uno programa en el entrenamiento, y que pueda responder a esas exigencias como uno quiere. No dio pasada porque venía de correr en
1800 m (el 15 de septiembre) y bien tendido pasó 1400 m en 1m27s, corriendo en todos lados, en la 4ª pista, y el lunes hizo una partida de 800 saliendo de los 1000 de galope largo, pero con un excelente remate, me encantó; de los 400 a la raya se estiró y remató formidable, echó casi
28s los 500, parecía un sprinter. Cada vez lo veo mejor, evolucionando, como dice Ortega Pavón [el jockey]. Siempre trabajó en arena pero decíamos que en el pasto iba a andar mejor. La única que corrió en la arena fue el Estrellas Juvenile del día de la niebla, donde chocó con varios (terminó 6º), pero hoy, analizando el ejercicio del lunes, creo que en la arena andaría igual de bien”.
Teodisio Joy había sido 2º en las Dos Mil Guineas, donde lo corrió José Da Silva porque Ortega estaba lesionado, y sufrió un tropiezo: se pialó en los 600 con un caballo de Juan Noriega. “Y de ahí al Ensayo, donde Global Kid lo había quebrado y guapeó, en una enorme demostración de calidad”, cuenta Quique, entre admirado y orgulloso, luego de confirmar que puede rendir en los 2000 m de esta tarde.
“A Teodisio lo elegí yo, como pasa en general. Compro muchos caballos que me gustan en los remates, tiene una familia de La Quebrada pero desarrollada en La Biznaga. Me gustan los pedigrees maternos, con yeguas que dieron ganadores Reviso mucho, compro bajo pedido o lo ofrezco. Trato de tasarlos y seleccionando me ha ido bien. Como es morrudo y tiene un pedigree con velocidad (aparece Teóloga por abajo) yo pensaba que sería un buen millero, pero el tiempo me demostró que llega bien a mayores distancias”, revela Martín Ferro.
El entrenador tiene otra carta en la fiesta de esta tarde, en el Gran Premio San Isidro (G 1-1600 m). Se trata de Nicholas, que el año pasado entró 2° en este mismo clásico y luego ganó el Anchorena. “Después de eso le dimos un breve descanso –explica el cuidador–, se le rajó un casco y necesitó tiempo para recuperarse. Va a correr con parte del parche, mínima. El reposo le vino muy bien para hacer la misma campaña que en
2017. Trato de llegar a estos clásicos con los caballos en 10 puntos, enteros.enfrenta a El Benicio, que nos ha ganado y al que le hemos ganado, y viene de quedar segundo de Pure Nelson, otro candidato, en el Clásico Progreso”.
Tiene una muy buena eficacia Quique, en cuyo stud no cuenta con más de 30 caballos, entre los que agrega el interminable El Margot. “Lo voy a anotar en el GP Palermo, el día del Nacional, cuando voy a tener también a Legión de Honor en el Maipú. Y no sé si voy a correr alguno en el Derby (se ríe)”. ¿Pensaba en Teodisio Joy?