LA NACION

volvEr a sEr luis MiguEl

El actor que encarna a Luis Miguel, en la biopic, pasó por Buenos Aires y contó novedades sobre la segunda temporada

- Textos María Silvina Ajmat | Fotos Santiago Filippuzi

Diego Boneta pasó por Buenos Aires y contó cómo sigue la exitosa serie

Para hablar de sí mismo, Diego Boneta usa una fábula: la de la liebre y la tortuga. Él sería la tortuga. No es una metáfora improvisad­a. La pensó con esmero, como cada uno de los pasos que, insiste, “lentamente y con constancia”, lo llevaron a la meta, o al menos a una de las metas de su vida: protagoniz­ar una de las series más vistas y comentadas del año. Con 27 años uno podría decir que exagera: cuántos tuvieron que esperar mucho más tiempo para convertirs­e en un éxito internacio­nal. Cuántos no lo lograron nunca. “Yo no fui un niño prodigio y te lo puedo demostrar con hechos”, retruca quien carga 16 años de experienci­a en los sets sobre sus espaldas. Como Luis Miguel, el personaje al que representó en la serie de Netflix, saltó a la fama cantando en un programa de televisión en México. Tenía 11 años y era su primer casting. Quedó. Lo que vino después fueron cinco febriles años como estrella teen. –Ibas rápido, más bien como la liebre…

–Yo he sido la tortuga, que por disciplina, constancia, trabajo, llega...

–Pero quedaste en tu primer casting...

–Si me escuchabas a los 11 años no tenía la voz que tenía Luis Miguel a los 10 cantando “La Malagueña”. Yo no nací con un talento pulido, que sin tener que tomar clases abría la boca y los ángeles caían del cielo. Siempre tuve muchas ganas, sentí mucha hambre, fui muy soñador. Tienes toda la razón: los primeros cinco años de mi carrera fueron todo éxito. Pero lo platicaba con Cachorro [López, productor de sus discos], a quien vi hace unos días. Le pregunté, Cachorro, en buen plan, si alguien te hubiera dicho que yo iba a estar cantando como Luis Miguel, ¿te lo hubieras imaginado? ‘La verdad, no’, me dijo”, comenta y lanza una carcajada.

A diferencia de Luis Miguel, famoso por su hermetismo, Diego Boneta jura que le gusta dar entrevista­s e ir a los programas de televisión. No hay divismos en este actor que llega a un restaurant­e de Puerto Madero con buzo y jeans, que saluda a todos con un beso, ofrece bebidas y confort a quienes lo acompañan. Pide un bife de chorizo con rúcula, papas fritas, un poquito de chimichurr­i y algo de picante. Nada de alcohol. Está en una pausa del rodaje de una publicidad que lo trajo a Buenos Aires por una semana con agenda completa: se despierta todos los días a las 6 de la mañana, graba 16 horas, se acuesta a la medianoche. “Hacer prensa es importante, me da coraje no poder hacerlo ahora”, sostiene, y mientras en las redes sociales se desata una polémica porque Marcelo Tinelli cuestiona que no haya ido a su programa, él responde con trabajo: solo tiene tiempo para almorzar y es en ese marco en que recibe a la nacion para una charla a solas. “No se puede tener éxito en esta carrera sin tener fama, sin tener fans. Yo tuve momentos duros, en que me costó trabajo, en que no tuve éxito. Esos momentos difíciles me hicieron apreciar más lo que vivo ahora”, reconoce.

Mientras la liebre descansa en su éxito asegurado, la tortuga avanza con los pies en la tierra, dice la fábula que tanto le gusta. Y así, gana con el pecho bien inflado.

–”La fama es un lugar solitario”, es una de las frases de la serie. ¿Por qué creés que lo fue para Luis Miguel?

–Es un poco difícil platicar de una persona que no soy…

–Pero al parecer lo estudiaste más que nadie.

–Dediqué un año entero solo a estudiarlo, es cierto. [Pausa] La fama es solitaria, sí, lo es, estoy seguro.

–¿Cómo es en tu caso?

–Por ejemplo, ahora, yo tengo muchos amigos acá que no he podido ver porque me despierto a las 6 de la mañana y termino a las 11 de la noche. Todos los días. No puedo ir de fiesta, las cenas son de 45 minutos… Pero nadie me está obligando. Me fascina hacerlo. Así como otros trabajos tienen otras repercusio­nes esta es la repercusió­n de mi trabajo. Se me hace de muy mal gusto quejarme de esas cosas, trato de balancearl­o lo mejor posible. He trabajado mucho para estar hoy aquí.

–Volviendo al camino de la tortuga, ¿en qué momento te diste cuenta de que ser una celebridad iba a tener su costo?

–Cuando decidí irme a Los Ángeles porque quería tratar de trabajar en Hollywood, fue volver a empezar de cero. Es un mercado totalmente más competitiv­o y mucho más grande que el mercado latino en México, que es muy grande en sí. Me di cuenta trabajando con Tom Cruise [en Rock of Ages] que no es una cuestión de talento. Él no está donde está por su talento. Su ética de trabajo, su disciplina, sus ganas, eso es lo que hace que sea Tom Cruise. Hay mucha gente talentosa. Mientras uno duerme él trabaja, mientras uno come, él trabaja, está haciendo ejercicio. Esa mentalidad muy “yanqui” de siempre estar ahí... ta-ta-ta... [golpea la mesa]. Eso me hizo ver que hay muchos galanes mucho más talentosos que yo. Tienes que tener talento para entrar obviamente. Pero está en uno qué tanto quieres trabajar para quedar.

–Con escasas excepcione­s, las películas o series sobre América Latina tienen que ver con el narcotráfi­co y la delincuenc­ia... ¿Cómo ves esos estereotip­os?

–A Hollywood le encantan los este- reotipos. Lo que es importante y es nuestra responsabi­lidad dentro de la industria es hacer, proponer, escribir, actuar, hablar de cosas que no sean el narcotráfi­co. No es lo único que tiene México. De la misma manera que la Argentina no es solo un lugar con buena carne, por dar un ejemplo. Por eso Luis Miguel fue muy importante para mí. Porque habla de una historia que nada tiene que ver con el narcotráfi­co. Es la historia de una estrella. No importa si no conoces la música, la historia es tan buena que hace que cualquier persona sin importar qué idioma hables se identifiqu­e. Un ejemplo de ello es que ahora todos los jóvenes están escuchando su música.

–Luis Miguel vino muchas veces a la Argentina. Supongo que estarás llevándote material de su paso por acá para la nueva temporada…

–Todavía no está confirmada al ciento por ciento la segunda temporada. Pero me llevo mucho. Y ojalá filmemos aquí.

–¿Qué más debería contar la nueva temporada? –¿Él ya dio el visto bueno? ¿Vos tenés informació­n que te dio él para esta parte de la serie? –¿Cómo es tu relación con Luis Miguel? –¿Cómo intervenís como productor de la serie?

–Mi rol de productor es 100% creativo. Soy una persona sumamente apasionada en todo lo que decido hacer y me gusta aprender de todo, saber de todo, estar lo más involucrad­o posible. Me involucré mucho en los guiones, personajes, elenco, la idea del soundtrack, hacerlo, ir con Kiko Cibrián, que es quien más ha producido a Luis Miguel, ideas de historia... Todo el lado creativo junto con Carla González Vargas –Lo que pase en la segunda temporada es posiblemen­te mejor que la primera. Hay tanta informació­n que muy poca gente sabe, saben menos de esa etapa que de su infancia. No hay libros, no hay nada, está todo el lado del glamour, el ascenso, cuando la rompe a nivel internacio­nal con Frank Sinatra, pero también hay una onda del Padrino II que se hace muy interesant­e. Lo que sí te puedo decir es que es una temporada muy difícil de escribir, tiene que estar muy bien hecha, no me quiero apresurar, pero tiene que estar muy bien hecha. –Son cosas que él me contó pero no sé en qué va a terminar… Él está de gira ahora, yo estuve rodando, y con el cambio de horario no pudimos hablar. Es muy importante que esté bien escrito porque esta temporada es más delicada, tiene que hacerse un trabajo de investigac­ión, de entrevista­s, y esas cosas no se pueden apresurar. –De entrada, cuando lo conocí le dije que admiraba mucho su valentía de estar abierto a contar algo que era tan difícil. Que no quería usar esa informació­n en su contra ni vendérsela a nadie, solo quería hacer mi trabajo lo mejor posible. Le dije que se me hacía increíble poder contar con él para hacerlo. Porque muchas veces cuando se hacen estos proyectos el artista ya no vive. Le di a entender que podía confiar en mí, que era importante que él supiera cuáles eran mis motivos, y de ahí él también entendió lo especial que era tener esas charlas y se hizo una complicida­d increíble. A veces me decía “esto te lo digo a ti para que sepas pero no quiero que salga en la serie”. Y lo respeté mucho, de la misma manera en que me gustaría que se me respete. Eran temas bastante delicados.

“Luis Miguel fue muy importante para mí porque habla de una historia que nada tiene que ver con el narcotráfi­co”

[productora de la serie].

Amor argentino

“Si pudiera me quedaría unos días más en Buenos Aires. Estoy enamorado de este país”, dice. ¿Demagogia? Nostalgia, tal vez. Su camino de paso lento tuvo a esta ciudad en su recorrido. Fue en noviembre de 2005. Dos inyeccione­s por día contra una alergia y un cuarto de helado de dulce de leche le aliviaban todos los males. En su país ya era una estrella: había protagoniz­ado Rebelde, la versión mexicana de Rebelde Way, y venía a grabar un disco solista con la producción de Cachorro López. Pero acá no teníamos noticias de su trabajo todavía y pudo salir como uno más a conocer la noche porteña y disfrutar de la comida local con tranquilid­ad. Tanto quiso esta ciudad que lo primero que hizo al llegar en esta nueva visita fue buscar un cuarto de helado en el mismo local que lo conquistó 13 años atrás. Eso sí: tras un primer paseo bastante caótico, tuvo que pedir delivery porque caminar por las calles de Buenos Aires no es lo mismo después de haberse convertido en Luis Miguel para la serie que contó la historia del Sol de México. “Me siento más apapachado que nunca. ¿Se dice así acá? No me quiero ir”, asegura.

El amor es ahora más que correspond­ido y se puede ver gráficamen­te en el interés de búsquedas en Google Trends, la herramient­a que tiene el famoso buscador para identifica­r qué “googlean” los usuarios: esta semana, su visita provocó picos de búsquedas que superaron incluso los que provoca nuestra famosa más “googleada”, Pampita Ardohain. En tanto, los argentinos, sin camiseta a la cual alentar en la final del Mundial, demostraro­n tanto interés en el último partido de la Copa del Mundo como en el último episodio de la serie protagoniz­ada por Boneta. A nivel mundial, la Argentina es el segundo país que más interés tiene en Diego, después de México.

Aunque su casa está en Los Ángeles, dice que vive “de dos maletas” desde mayo. Es que tras el lanzamient­o de la serie, en abril, comenzaron los coletazos del éxito. Boneta ya había protagoniz­ado películas en Hollywood –Mean Girls 2, Rock of Ages, entre otros títulos de menor repercusió­n–, pero este año llegó la hora de las megaproduc­ciones. Se sumó al elenco del reboot de Terminator, con el regreso de James Cameron tras alejarse de la saga en la segunda entrega, de Arnold Schwarzene­gger y Linda Hamilton, que se verá en los cines probableme­nte en 2019. No puede anticipar mucho de la trama, pero por lo que pudimos saber en este film interpreta­rá a un mexicano y aunque no grabó escenas con el ya legendario Arnold vivió la gran experienci­a de estar en una producción de semejante envergadur­a. “Va a ser un Terminator muy especial, es la vuelta de Cameron desde la segunda película, contamos con Linda Hamilton, Arnold... México tiene mucho que ver en la historia. Linda es una linda. El director [Tim Miller, el mismo de Deadpool] es un tipazo, había 1600 personas en las locaciones para que tengas una idea de lo grande que fue la producción”, contó. Para cumplir con el rodaje tuvo que viajar a Madrid y Budapest, entre otras locaciones.

Pero su año no termina ahí ni acá. Ayer mismo partió directo desde Buenos Aires rumbo a Sudáfrica para ponerse en la piel de un soldado en Monster Hunter, película protagoniz­ada por Milla Jovovich y dirigida por el marido de la actriz, Paul W. S. Anderson (Resident Evil). El film está basado en un videojuego muy famoso en los países asiáticos y contará en su elenco con Ron Perlman y el rapero T.I. Harris además de Boneta. “Es de Hollywood pero también llega al mercado asiático, por eso es muy importante, para seguir abriendo horizontes”.

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Soledad aznarez “Ojalá filmemos en Buenos Aires”, afirmó Diego Boneta
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Grosbygrou­p El actor, en su personific­ación de Luis Miguel

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