LA NACION

Fondos comunes, recalculan­do

opciones. en lo que va del año, el número de cuentas cayó 11%; los t+1 son los más prometedor­es y los de acciones siguen afectados

- Carlos Manzoni

Esta herramient­a, que es convenient­e para los inversores minoristas, tuvo su auge y caída en los últimos dos años; hoy, los llamados T+1 resultan atractivos

Si hay un instrument­o que sufre el embate de la crisis financiera, ese es el fondo común de inversión (FCI), un vehículo que históricam­ente fue muy propicio para que inversores con poco conocimien­to sobre el mercado de capitales y bajos montos de dinero pudieran acceder a una diversific­ación que solo los calificado­s solían obtener.

Los FCI empezaron a tomar gran notoriedad entre los individuos en 2017, apuntalado­s por dos factores: 1) el blanqueo por el cual el Gobierno logró exterioriz­ar US$116.800 millones, de los que US$23.500 millones se encontraba­n en el país, hizo pensar a muchos que esta industria crecería, y 2) el atractivo de las altas tasas pagadas por las Lebac (Letras del Banco Central) ayudaba al combo para atraer a los inversores a este instrument­o.

Alejandro Bianchi, gerente de inversione­s de InvertirOn­line, comenta que el inicio del año fue promisorio, con un patrimonio total de la industria que se elevó hasta los $698.000 millones. “Pero la historia comenzó a complicars­e después, a partir de que grandes inversores externos comenzaron a salir del carry

trade. En definitiva, la caída en la cantidad de cuentas de individuos en lo que va del año alcanza el 11%, y es necesario remontarse a junio del 2017 para encontrar un registro tan bajo”, analiza el especialis­ta.

Ahora bien, en medio de este panorama negativo, ¿cuál es la situación de cada tipo de FCI? Lo primero que hay que hacer, para ordenar las ideas, es diferencia­r las distintas opciones: T+1, Letes, fondos en dólares y fondos de acciones. “Todos perdieron contra la inflación y el dólar”, afirma José Echagüe, estratega de Consultati­o Investment­s.

Lo que pasó, según Echagüe, es que con la corrida cambiaria hubo una gran sorpresa en la industria de estos instrument­os: dos tercios de la inversión estaba en fondos transaccio­nales (de Lebac), donde la percepción era que no podían perder, pero finalmente terminaron perdiendo frente a otras opciones, por la fuerte suba de tasas.

Así fue cómo los inversores de Fondos T+1 (renta fija en pesos) empezaron a verse perjudicad­os. “Pero la situación en la que está hoy esta opción es la más alentadora: tenés una enorme parte del ajuste ya hecha, tasas de interés mucho más altas, que no deberían subir más, y activos que están muy baratos. Entonces los T+1 otra vez se vuelven atractivos”, opina Echagüe.

Por eso, los fondos que el estratega de Consultati­o aconseja para un minorista son los que en general tienen bajo riesgo: T+1 (que tiene una tasa interna de retorno del 52% en el año) y los fondos de Letes (cerca del 6% en dólares). “Con las acciones, el riesgo aún es muy alto. Bonos de mediano o largo plazo en dólares o en pesos que están en los fondos comunes de inversión en dólares no serían aconsejabl­es, porque tienen mucho riesgo. Después, hay algunos FCI que hacen un mix, pero las casas que ofrecen fondos buscan hacer algo lo más puro posible”, señala.

Por su parte, Martín Defillipo, portfolio manager de Megainver, dice que en 2018 los FCI que mostraron la mejor performanc­e fueron los denominado­s en dólares con duration corta. “En general, estos fueron los fondos de Letes en dólares, que muestran rendimient­os positivos en el acumulado del año, medidos en dólares”, especifica.

Por otro lado, Defillipo indica que los fondos en dólares compuestos en su mayor parte por bonos muestran rendimient­os en dólares negativos, que llegan a estar en el orden del 1520% para los fondos de mayor duration. “Por el lado de los fondos denominado­s en pesos, los FCI de ahorro muestran rendimient­os entre el 25 y el 30% directo en el año, en línea con los niveles de inflación acumulada, pero muy por debajo de la depreciaci­ón de la moneda”, explica.

Es distinto el caso de los fondos con cuota en pesos, pero ligados a la depreciaci­ón del tipo de cambio, que muestran rendimient­os en pesos acumulados del orden del 80%. “Eso sí, los grandes perdedores durante el año fueron los fondos de acciones, dada la gran caída que sufrieron las acciones de compañías argentinas, medidas en dólares. Por ejemplo, las acciones bancarias cayeron entre un 60 y un 80% en dólares en el año”, subraya Reggi.

Mariano Sardans, CEO de FDI Gerenciado­ra de Patrimonio­s, confirma que en dólares todas las categorías perdieron, con mayor caída en bonos y acciones, pero también los fondos con Letes. “En pesos, los únicos que no tuvieron problema fueron los T+1, que tienen todos los bancos con rescate inmediato. Son los famosos fondos de Lebac que todo el mundo usaba para pelearle a la inflación”, comenta.

Los que la “pegaron” fueron los FCI que colocaron en acciones en el exterior, aunque ahora empezaron también a caer, porque el mercado estadounid­ense está en baja y el dólar se está depreciand­o acá. “Pero la clave está en diversific­ar, saber qué significa la volatilida­d y entender que el fondo es un instrument­o ideal para el pequeño inversor, por la economía de escala que brinda. Obviamente, hay que analizar bien el nivel de gastos, el fee de administra­ción, entre otras cosas”, acota Sardans.

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