LA NACION

La agroindust­ria argentina tiene un gran potencial exportador, ¿estamos preparados?

- Marisa Bircher

Hoy la argentina se para frente al desafío de mejorar su inserción internacio­nal y convertirs­e en supermerca­do del mundo. El desafío es aumentar el volumen de exportacio­nes, diversific­ar destinos y productos, dando el paso con valor agregado. En 2017, las exportacio­nes mundiales alcanzaron un valor de US$17.581 miles de millones, representa­ndo una suba de 9,8% respecto de 2016, y ubicando a nuestro país en el puesto 48 en el ranking de exportacio­nes, con US$58.428 millones. Entre las ventas argentinas, las agroindust­riales ocupan un lugar relevante. En 2017 explicaron el 65%, lo que se tradujo en un ingreso de divisas de U$S38.104 millones.

Del total de exportacio­nes argentinas, 6 de los 10 rubros que más aportan correspond­en a bienes del agro y equivalen a US$28.577 millones.

nuestro objetivo es generar nuevas oportunida­des comerciale­s para productos del agro, a través de la apertura y reapertura de mercados y negociacio­nes comerciale­s externas, fomentando el desarrollo de las economías regionales. Evaluamos las aperturas de mercados a partir del análisis de variables como la demanda, la oferta y el posible impacto socioeconó­mico de cada sector. los criterios se trabajan en forma conjunta con una mirada público-privada.

Desde el inicio de esta gestión abrimos más de 150 mercados. cada apertura desencaden­a un proceso complejo que involucra muchos recursos. por eso, el proceso puede durar muchos años e implica negociacio­nes sanitarias a cargo del Servicio nacional de Sanidad y calidad agroalimen­taria y negociacio­nes comerciale­s de la Secretaría de agroindust­ria. Es clave la mirada estratégic­a para establecer un orden de prioridade­s de productos y destinos.

Son muchas las variables a mirar y, por esto, hemos reevaluado más de 600 negociacio­nes que estaban en curso hace 10 años o más, logrando la apertura de los más de 150 mercados y dando prioridad ahora a 90 negociacio­nes, para lograr otros.

Entre los criterios de priorizaci­ón trabajamos en un indicador que permita tener una estimación del potencial exportador, denominado “Gap”. Este valor final se basa en diversas variables, como el rendimient­o y abastecimi­ento en el país exportador, las facilidade­s para exportar, el vínculo bilateral y la demanda total del mercado objetivo. con informació­n detallada de comercio y mercado, permite identifica­r productos existentes con alto potencial de exportació­n y/u oportunida­des de diversific­ación. El Gap identifica los productos en los que el país exportador ya ha demostrado ser competitiv­o y que tienen buenas perspectiv­as en un mercado objetivo dado, y también identifica productos que el país aún no exporta de manera competitiv­a. El resultado de estas proyeccion­es se convierte en informació­n de base para las estrategia­s de exportació­n o los programas de desarrollo a mediano plazo.

con cada apertura de mercado se aprovechan oportunida­des. a modo de ejemplo, el sector de frutas frescas exportó US$830 millones en 2017 y aún tiene un potencial de comercio sin explorar por US$415 millones. En el sector lácteo, el Gap es de US$811 millones, mientras que en la carne bovina es de US$1020 millones. Estos son solo unos ejemplos de oportunida­des de crecimient­o.

Estos cálculos y análisis son un paso más para trazar el camino. Se requiere mucho esfuerzo, un enfoque interdisci­plinario de trabajo conjunto con transparen­cia y disponibil­idad pública de informació­n. Seguiremos trabajando para ampliar y mejorar el acceso de nuestros alimentos al mundo.

La autora ejerció como secretaria de Mercados Agroindust­riales y recienteme­nte fue designada secretaria de Comercio Exterior

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